¿Cómo conseguir una lactancia exitosa?

«Que nuestra obsesión por corregirla no nos impida disfrutarla»

Carlos González

Y siguiendo con este tema tan apasionante como es la Lactancia Materna, aquí estoy intentando seguir ayudando y acompañándote en tu lactancia y en tu maternidad.

Hoy os quiero hablar sobre algunos aspectos muy importantes que debemos conocer a la hora de amamantar a nuestro bebé.

Es de vital importancia estar atentos a los signos de hambre y alerta del bebé, para que, de este modo, nuestro bebé esté lo más calmado posible para la toma y de esa manera sea una toma lo más agradable posible para la recién estrenada mamá.

El agarre es esencial, un buen agarre, una buena transferencia de leche y no existencia de dolor. El agarre adecuado se caracteriza por la boca ampliamente abierta y los labios evertidos hacia afuera, la lengua rodea la areola y el pezón y la areola están profundamente introducidos en la boca. El pezón se alarga 2 a 3 veces su longitud normal hasta tocar la unión entre el paladar duro y el paladar blando.

De esta manera, los labios y las mejillas forman un sello hermético.

Podemos despertar el reflejo de búsqueda del bebé acercándolo al pecho con decisión por la espalda o cuello, nuca por la cabeza, ya que se inhiben los reflejos innatos del recién nacido.

Con la boca muy abierta como si fuera un gran bostezo, facilita conseguir un buen agarre.

Si el pezón apunte hacia el paladar, conseguiremos un “agarre asimétrico” lo que se traduce en que una buena posición de pecho entrará en la boca del bebé.

El bebé extenderá la cabeza hacia atrás, abarcando con el labio inferior gran parte de la areola. Observaremos, pues, que el labio superior deja más visible parte de la areola.

Los labios deben quedar evertidos hacia fuera, como si fuera una boca de pez, sobre todo el inferior y la barbilla y nariz pegados al pecho de la madre.

El pezón de elongará con un agarre asimétrico dentro de la boca del bebé llegando hasta el punto “S” punto medio entre el paladar duro y el blando.

La lengua debe quedar por debajo del pezón, a modo de “canalón” que envuelve pezón-areola, posicionándose encima de la encía y labio inferior del bebé.

¿Cómo debe ser la posición de la mamá y del bebé cuando está mamando?

La mamá debe estar cómoda y bien colocada y el cuerpo del bebé alineado: oreja, hombro y pierna en la misma línea, cuando los pezones miran hacia el frente.

Es importante eliminar las barreras entre madre y bebé, para estar en estrecho contacto piel con piel, la carita del bebé debe mirar el pecho, con la nariz frente al pezón.

Si el bebé es un recién nacido debe sostenerse las nalgas no solo la cabeza y los hombros.

Y una de las cosas más importantes, es que es la mamá quien debe acercar al bebé al pecho, no al contrario, moviéndose ella misma o su pecho hacia el bebé.

Las posiciones que debemos conocer para amamantar son:

  • SENTADA: Mamá sentada, con la espalda recta, hombros relajados, puede apoyar y levantar un poco los pies y un cojín en el que apoyar el codo del brazo que está soportando la cabecita del bebé. El bebé se coloca frontalmente al pecho de su madre teniendo en cuenta la variedad de direcciones que puede tener un pezón y es por eso que la cabeza y boca del bebé debe seguir una misma línea imaginaria con el pezón de la madre.
  • VARIABILIDAD CON RESPECTO A SUS MAMAS: No todas las madres tienen la mama de la misma forma, por eso no podemos colocar al bebé en posición “ombligo con ombligo” sin entrar a valorar la forma de los pechos (hacia donde apunta el pezón).
  • CRUZADA: La mamá acerca al bebé al pecho con el brazo contrario al pecho que va a tomar, los principios son los mismos en todas las posiciones: frontalidad, alineación. Esta postura de transición nos permite un control más acentuado del cuerpo del bebé. Funciona muy bien en bebés hipotónicos para ganar control de movimiento.
  • RUGBY: La mamá sitúa a su hijo debajo de uno de sus brazos. Los principios son los mismos: agarre asimétrico, posición alineada, frontalidad. Esta posición nos puede permitir aliviar posibles obstrucciones localizadas con un cuadrante de la mama.
  • TUMBADA: Esta postura debería conocerla toda mamá, porque permite un buen descanso. Tanto la madre como el hijo se colocan uno enfrente del otro, el bebé a una altura en la que el pezón esté a la altura de la nariz, para que pueda hacer esa extensión del cuello y cabeza hacia detrás que facilita el agarre asimétrico.
  • VERTICAL: “Posición caballito” el bebé está en posición vertical frente a la mamá. Esta postura puede ser útil cuando un bebé tiene retrognatia (barbilla retraída) o cuando sucede dolor al amamantar.

Es importante la alineación del cuerpo del bebé, sobre todo los primeros días y semanas del recién nacido. Cuando tienen más movilidad corporal se colocan cómodamente ellos solos, sobre todo hay que tener en cuenta la postura que la madre elige para que la alineación sea correcta. Si el bebé no está bien colocado puede dar problemas de transferencia láctea e insuficiente ganancia de peso por ingesta de leche no adecuada.

Una posición correcta de la cabeza del bebé facilita y favorece el contacto visual con la madre. La alineación del cuerpo permite una buena transferencia de leche: oreja, brazo y pierna del niño, sea cual sea la postura.

Algunas señales que nos da el bebé y que nos dice que la postura y la transferencia de leche no está siendo adecuada:

  • Mejillas hundidas, succión rápida y ruidosa.
  • Dolor y grietas en los pezones, el pezón puede salir de la boca deformado, se oye chasquido al succionar.
  • El bebé está inquieto durante y después de la toma.
  • No suelta el pecho por sí mismo.
  • Se produce ingurgitación y a veces mastitis.
  • Hay un reflejo de eyección intenso y repetido.
  • Atragantamiento y a veces rechazo del pecho.
  • Vómitos y regurgitaciones.
  • Escaso aumento de peso.
  • Tomas frecuentes y prolongadas.

Si tienes dudas, necesitas hacerme alguna consulta o necesitas asesoramiento, no dudes en escribirme a educar.conemocionyamor@gmail.com

Recuerda que nos vemos en las redes, donde hay muchos cambios que espero que os gusten, en Facebook Educar con Emoción y Amor y en Instagram @educar.conemociónyamor

¡Gracias Familias! Y ¡Feliz Crianza!

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Te Quiero Siempre

“Cada palabra tiene consecuencias, cada silencio también”

El Principito

Te quiero siempre

Te quiero cuando amanece y me miras con ojos de sueño

Te quiero cuando me sonríes casi sin verme

Te quiero cuando me abrazas

Te quiero cuando me das el primer beso del día

Te quiero siempre

Te quiero cuando tuerces el morro

Te quiero cuando gruñes

Te quiero cuando te enfadas

Te quiero cuando me enfado

Te quiero siempre

Te quiero cuando hablamos

Te quiero cuando conectamos

Te quiero cuando jugamos

Te quiero cuando ríes de felicidad

Te quiero siempre

Te quiero cuando recoges

Te quiero cuando no recoges

Te quiero cuando te entusiasmas

Te quiero cuando todo salta por los aires

Te quiero siempre

Te quiero cuando todo fluye

Te quiero cuando todo se complica

Te quiero cuando gritas

Te quiero cuando grito

Te quiero siempre

Te quiero cuando no puedes más

Te quiero cuando no puedo más

Te quiero cuando te consuelo

Te quiero cuando me consuelas

Te quiero siempre

Te quiero cuando dices sí

Te quiero cuando dices no

Te quiero cuando digo sí

Te quiero cuando digo no

Te quiero siempre

Te quiero cuando estás tranquilo

Te quiero cuando estás jugando

Te quiero cuando estás leyendo

Te quiero cuando estás en la bañera

Te quiero siempre

Te quiero cuando los nervios afloran

Te quiero cuando no puedo atenderte

Te quiero cuando te miro

Te quiero cuando vamos de la mano

Te quiero siempre

Aunque a veces no sea fácil

Aunque a veces nos cueste un poco de trabajo

Aunque a veces parezca increíble

Aunque a veces parezca sencillo

Seguro que te has acordado de muchas situaciones mientras leías tantos te quiero, quizá te hayas sentido identificado o identificada en algún momento, quizá te haya costado decir ese te quiero en algunas situaciones, pero en otras te ha salido casi sin pensarlo.

En estos días de vacaciones los sentimientos, las emociones y las situaciones están más a flor de piel que de costumbre, seguro que las rutinas no se están cumpliendo tan a raja tabla, seguro que hay más desmadre e incluso más desconexión.

Cuando veas que esto sucede, para, tómate unos segundos o unos minutos, respira, conecta con tu mente, con tu cuerpo y vuelve a conectar así con tu hijo.

Agáchate, mírale, abrázale, pero, sobre todo, quiérele siempre, en cualquier situación y lo más importante, házselo saber siempre.

Nuestro momento de mayor conexión es la hora de dormir, cuando repasamos todo lo que hemos hecho, vivido y sentido a lo largo del día y es ahí donde le vuelvo a decir lo mucho que le quiero, siempre y en cualquier circunstancia siempre le quiero.

Parar, observar, escuchar.

Tenemos muchos momentos en el día a día con nuestros pequeños que nos permiten conectar, que nos permiten estar más unidos a ellos, que nos permiten demostrarles lo importantes que son para nosotros.

Somos nosotros como padres y madres quienes tenemos la responsabilidad, a diario, de demostrar amor incondicional a nuestros hijos, tenemos la responsabilidad de ser un ejemplo para ellos, de ser la mejor versión de nosotros mismos.

Y tú ¿Cómo te sientes con tus pequeños o pequeñas? ¿Te sientes desconectado o desconectada? ¿Sientes que no demuestras ese amor incondicional en todas las situaciones que se plantean en el día a día? ¿Te sientes incluso desconectado o desconectada de ti mismo o misma?

Te abrazo, es normal, todos y todas nos hemos sentido así a lo largo del camino de la maternidad y la paternidad.

Pero os digo que no estáis solos.

El cambio de mirada, el cambio de educación, el cambio hacia una crianza basada en el respeto a la infancia no es fácil.

Si necesitas que te acompañe en este camino, no dudes en escribirme a blogmamimemima@gmail.com

Si necesitas talleres específicos de Crianza Respetuosa te informo sobre ellos.

Si necesitas apoyo específico para ti y tu familia también dispongo de Asesoramientos Personalizados.

Este camino nunca será el camino fácil, pero ten claro que siempre será el camino correcto para ti y tu familia.

Con amor,

Ana

¡Gracias Familias! Y ¡Feliz Crianza!

La Soledad de la Maternidad ¿Mentira o Realidad?

“No entiendes la vida hasta que crece dentro de ti”

Sandra Chami Kassis

No, realmente no sabes lo que es amar sin condiciones hasta que una cosita muy pequeña está dentro de ti, crece dentro, contigo, con tu ayuda y tu alimento para luego salir y quedarse a tu lado.

La semana pasada asistí a una charla con una matrona sobre el destete que se realizó en nuestra querida Casa Grande.

La matrona nos preguntó ¿Cómo fue tu lactancia? ¿Y tú destete?

Mis ganas de llorar afloraron como hacía mucho… respiré varias veces al recordar mi vida de hace justo tres años.

Felicidad, amor, sueño, la piel más suave del mundo, todo mezclado con dudas, pero lo que más recuerdo es la soledad.

Recuerdo estar en el hospital, dolorida, con ojeras, sosteniendo a mi bebé que se enganchaba al pecho, pero no sacaba nada así que se dormía con los puños en la boca.

Recuerdo a los sanitarios entrar y salir, estrujarme el pecho y no sacar nada.

Recuerdo a una sanitaria coger a mi bebé, pesarle una y otra vez, sacarle sangre del talón porque le veía amarillo.

Recuerdo a esa misma sanitaria decirnos de muy malas formas que mi bebé se tendría que quedar ingresado por deshidratación, porque yo no tenía leche, pero sin darme ninguna solución, ninguna duda.

Me recuerdo abrazada a mi bebé y con las lágrimas resbalando, ya vestida, a punto de irnos de allí, pero sin saber si solos o con mi bebé.

Recuerdo a una doctora, explicarnos que mi bebé había perdido mucho peso, que yo no tenía leche, que deberíamos darle un biberón en casa.

Recuerdo los labios de mi bebé, llenos de pellejos.

Recuerdo su llanto y sus puños en la boca desesperado.

Pero ¿Sabes lo que no recuerdo? A nadie que me ayudara en esos momentos, a nadie que me dijera “tranquila” a nadie que me asesorara, que me dijera como debía dar el pecho, nadie que me acompañara en estos primeros pasos tan importantes.

Solo un folleto, un follero que todavía guardo entre los papeles del hospital, pero nada más, nadie más.

Recuerdo miedo, incertidumbre, cansancio, ganas de dar el pecho a mi bebé, pero sola.

Al final en casa, a los dos días de seguir sin leche y el bebé seguir perdiendo peso, decidimos probar con biberón.

Mi pobre bebé lo enganchó como nunca, se lo tomó en segundos.

Yo lloré, lloré de impotencia, de no saber, de indecisión, de pena y ahí, en ese preciso momento mis pechos se llenaron de leche.

Mi bebé se enganchó, mi lactancia en ese momento fue una maravilla, tengo que decir que no volví a tener problemas, mis meses de lactancia los recuerdos preciosos, pero vuelvo… sola.

Sola en cuanto a información, a apoyo y por supuesto sujeta a opiniones, que como bien ya escribí, sobraban por todas partes.

Recuerdo la revisión de los cuatro meses del bebé, donde su enfermero me dijo que si ya me tenía que incorporar al trabajo, podía dejar la lactancia sin problema.

En ese momento no me lo cuestioné, al revés, lo agradecí ya que las noches eran muy duras, insisto, todo por falta de conocimientos y apoyo.

Seguí con la lactancia porque afortunadamente todavía no tenía que incorporarme al trabajo, pero ahora me pregunto…. ¿Cómo es posible que un sanitario diga tal barbaridad? ¿No es mejor ayudarte, aconsejarte, hablar, que decir que dejes la lactancia a los cuatro meses? Una lactancia exitosa y sin dificultades, donde el bebé cogía peso sin problema.

Sanitarios que incluso te dan malos consejos, que llegas y te dan unas fotocopias anticuadas con la alimentación complementaria que puedes iniciar incluso antes de los 6 meses, que incluso te dan muestras de manzanillas para los cólicos sabiendo que su contenido en azúcar es altísimo y es perjudicial para un bebé, sanitarios que te dicen que mediques a tu bebé días antes de la vacuna “para prepararle” sanitarios que no te ayudan en tu lactancia, que apenas la nombran, que no te ayudan a entender el sueño del bebé, que jamás te dicen que lo que te ocurre es normal.

Y tú mamá, allí sola, escuchando atentamente, haciendo caso ciegamente a lo que ese profesional te está diciendo, claro, sin cuestionarlo ya que las horas de sueño perdido durante estos cuatro meses ya pasan una gran factura y solo te dejas llevar.

Ahora pienso, mi experiencia con la lactancia ¿fue buena o mala?

No sabría qué decir, tengo sentimientos muy encontrados, opiniones muy grabadas, momentos muy duros y momentos preciosos llenos de amor.

Pero sí, lo que más recuerdo es esa soledad y ese no saber.

Quizá por esta espina clavada, quizá por haber abandonado la lactancia tan rápido, quizá por tantos sentimientos y tanta soledad me hice asesora de lactancia, para poder ayudar a todas esas mamás que se sienten igual que yo, para poder decirlas, tranquila mamá, no estás sola, lo estás haciendo bien.

Quizá todo lo que he vivido con mi Pequeño Caballero me ha conducido a este camino, quizá todo tenía que ser así para ponerme aquí y así poder acompañar a otras familias.

Ojalá esta soledad que sentimos las madres cambie, se desintegre, pase y seamos mamás seguras, informadas, actualizadas y acompañadas.

Si tú también te sientes así, no lo dudes, escríbeme a blogmamimemima@gmail.com porque no estás sola, somos muchas mamás igual que tú, que sentimos lo mismo, que sentimos este peso solas.

No sé si el problema es la saturación en el sistema de salud, no sé si es el cansancio de los propios sanitarios, no sé si es la falta de información y de actualización, no lo sé, pero quienes estamos pagando las consecuencias somos las mamás y por supuesto nuestros bebés.

Recuerda que también puedes seguirme en redes, en Facebook Mami Me Mima blog y en Instagram @mamimemimablog

¡Muchas Gracias Familias! Y ¡Feliz Crianza!

Gracias por estar ahí y ser tan terapéuticas.

Taller de Cuidados en la mujer y Crianza con Apego en el primer año de vida

«Antes de conocerte ya te quería

Antes de que nacieras ya te amaba

Antes de que tuvieras una hora de nacido ya moría por ti.

Ése es el milagro del amor de madre»

Maureen Hawkins

Hoy os traigo los post del último taller de Mami Me Mima, un taller precioso y muy completo para futuros papás y mamás, donde vamos a ver los cuidados básicos que hay que tener en los meses de embarazo y en las semanas de postparto, también hablaremos del famoso baby blues y de la depresión postparto y la diferencia que existe entre ambos.

También hablaremos del primer año de vida del bebé, como crear un vínculo de apego seguro y las primeras nociones de crianza respetuosa, tanto en la introducción de alimentos como en el sueño.

Para terminar el taller, también hablaremos del ambiente preparado en este primer año de vida, para ese desarrollo óptimo y asentar las bases de la crianza respetuosa.

El taller os va a aportar mucha información sobre los cuidados para la mamá. mucha seguridad para crear un vínculo seguro con vuestro bebé, además de las primeras nociones de la crianza respetuosa para los memomentos del día a día.

¿Os apetece acompañarme?

Nos vemos el sábado 24 de abril a las 10:00 horas

Y recuerda…

– Los talleres son online, con la plataforma Zoom

– El precio por persona es de 30€

– Pero si podéis asistir la pareja, el precio se quda en 55€ para los dos

– Al finalizar el taller os mandaré información adicional relacionada con todo lo que hemos hablado

– Las plazas son limitadas, con el objetivo de crear tribu y poder hablar y expresarnos todos con total confianza

– Sólo por asistir a culauiera de los talleres de Mami Me Mima, tendréis un descuento especial para los Asesoramientos Familiares

¡Gracias Familias! Y ¡Feliz Crianza!

Taller de Lactancia Materna

«Si existiera una vacuna con los beneficios de la leche materna, los padres pagarían lo que fuera por comprarla»

Carlos González

Esta semana os traigo los post del Taller de Lactancia Materna.

Para ti mamá, que estás embarazada y tienes dudas sobre la lactancia o si todavía no sabes qué hacer, tienes preguntas, no sabes como vas a empezar esa lactancia o que problemas te vas a encontrar por el camino.

Para ti mamá, que tienes a tu bebé y no tienes la lactancia que imaginabas y deseabas, que hay dolor o no estás segura de lo que haces o simplemente parece que todo el mundo sabe menos tú…

Aquí estoy para resolver vuestras dudas e inquietudes, para escucharos. para llorar o reír.

Porque no estaís solas en este camino…

Si te apetece acompañarme…

Nos vemos el sábado 17 de abril a las 10:00 horas

Te recuerdo…

– Los talleres son vía online, en la plataforma zoom, te enviaré en enlace a tu correro antes de comenzar

– Las plazas son limitadas, con el objetivo de crear una pequeña comunidad donde podáis estar tranquilas y hablar con total confianza

– Tendréis documentación relacionada con el taller que os mandaré al finalizarlo

– El precio es de 30€ por persona

– Si acudís la pareja, el precio será de 55€

– Además, solo por asistir a cualquiera de los talleres de Mami Me Mima, tendréis un descuento especial para los Asesoramientos para Familias

Para cualquier información y para reservar tu plaza, escríbeme a blogmamimemima@gmail.com

¡Gracias Familias! Y ¡Feliz Crianza!

Escuela Infantil ¿Sí o No?

“La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo”

Paulo Freire

Hace unos días me ofrecí para dar unas recomendaciones sobre la elección de Escuela Infantil a los papis y mamis de nuestra querida Casa Grande.

En casa, saqué un post que escribí al poco de abrir el blog, lo leí para sacar ideas e información y mi corazón dio un vuelco.

Este post lo escribí hace tiempo, cuando no estaba metida de lleno en la Crianza Respetuosa y me sorprendió lo que yo misma había escrito.

Saqué bastante información, que por supuesto ahora compartiré con vosotros, añadí nueva información, pero lo más importante, reflexioné y mucho.

Cuando nació mi Pequeño Caballero mi vida dio un giro de 200 grados, supongo que como a todos los papis que me estáis leyendo.

En mi profesión de maestra nunca me había planteado esta ruptura de patrones, pero con la llegada de mi bebé sí, aun así, me costó asumir ese cambio y queda reflejado en ese post sobre la elección de Escuela Infantil.

Ahora, justo cuando se cumple un año del confinamiento, un año desde que dije basta a las cosas de mi trabajo que odiaba, un año que me metí de lleno en este proyecto… Ahora os vuelvo a escribir un post sobre esta elección para la educación de vuestros hijos desde otra perspectiva, desde otras vivencias, desde la sinceridad y el corazón.

Me encanta mi profesión, siempre me ha gustado trabajar con el primer ciclo de infantil, me ha hecho muy feliz. Pero a medida que pasaban los años y los trabajos, vas abriendo los ojos a la realidad, esa realidad donde la infancia no es respetada, donde las escuelas siguen siendo meras guarderías para aparcar a los niños. Pero por suerte existen cada vez más ESCUELAS RESPETUOSAS y es esto lo que debemos buscar, un lugar donde realmente respeten a nuestros bebés.

Os pido que no os quedéis en lo superficial a la hora de buscar una escuela o un cole para vuestros peques, os pido que miréis más allá, que preguntéis, que os sintáis cómodos y felices en ese lugar donde vuestros hijos van a pasar muchas horas, van a crear vínculos y van a conocer el mundo.

Algunos de los consejos que os voy a contar los he sacado de ese post que escribí hace tiempo, porque creo que son importantes, pero he añadido más con la intención de ayudaros y guiaros siempre en este camino de la Educación en Emoción y Respetuosa.

Lo más importante que debemos saber antes de elegir una escuela infantil (que no guardería) es, que el sitio donde mejor van a estar nuestros pequeños es en nuestra casa. Cuanto más retrasemos su entrada en la escuela, más beneficioso será para ellos, ya que durante los tres primeros años los niños no tienen que aprender a socializar, sino, que son sus padres y personas cercanas quienes les ofrecen todo lo necesario para su óptimo desarrollo.

Tenemos la errónea idea de que un bebé de 6 meses tiene que aprender a estar con otros bebés o que un niño de 2 años tiene que aprender a compartir. Y de verdad, eso no es así, los niños tan pequeños no aprender a socializar en la escuela y mucho menos a compartir, ya que su cerebro no está preparado para ello.

Pero si no nos queda más remedio que hacer esta elección por nuestra incorporación al trabajo, debemos tener en cuenta algunos aspectos importantes a preguntar cuando vayamos a ver la escuela en cuestión.

Lo primero es hacer una selección de escuela pública o privada.

Si optamos por una escuela privada, cuando vayamos a verla y a tener la entrevista con la directora o director, podemos preguntar algunas cosas básicas que nos garanticen el bienestar de nuestro hijo.

Lo primero que debemos conocer es el número de aulas y en qué aula estará nuestro niñ@, debemos conocer y preguntar las ratios, es decir, cuántos niños hay por aula y educadora. Actualmente las unidades para niños menores de un año son 8, para niños de uno a dos años son 14 y para niños de dos a tres años son 20.

¿Cómo podemos saber si se cumplen estas ratios? Podemos fijarnos en pequeños detalles, como el número de cunas, el número de hamacas, el número de huecos para pañales o el número de percheros que hay por clase. Si en un aula donde se supone que solo puede haber 8 bebés nos encontramos con 20 percheros… podemos sospechar que la ratio no se cumple.

Debemos asegurarnos de en qué clase estará nuestro hijo y si a lo largo del año escolar le cambiarán a otra clase o si estará todo el curso en la misma (sí, algunas escuelas van pasando a los niños a otras aulas incluso sin el consentimiento de los padres). Imaginaros que a vuestro hijo, después de pasar el periodo de adaptación y de vincularse con su educadora y compañeros, le cambian de la noche a la mañana a otra clase con otra maestra y otros niños, sería volver a empezar con otro periodo de adaptación que perjudicaría al pequeño muy seriamente.

Tenemos que preguntar sobre la adaptación. Como se lleva a cabo, cuantas horas, durante cuantos días, si los padres podéis estar presentes, si podéis conocer a la educadora antes de comenzar el curso. El periodo de adaptación es fundamental en niños tan pequeños que solo han estado con sus padres.

Para conseguir una buena educación, respetando al niño, esta adaptación se debería llevar a cabo con los padres presentes los primeros días, pero no en todas las escuelas lo permiten.

A partir de los 8 o 9 meses, en los peques se da la ansiedad por separación, por eso lloran de forma desconsolada a la hora de separarse de sus figuras de apego (en este caso papá y mamá) y más aún si no conocemos ninguno a la educadora.

El llanto siempre aparece, pero tranquilos papis, es un buen signo, ¿qué quiero decir? Pues que vuestro peque tiene un apego seguro con vosotros y no quiere separarse. Es muy duro y vosotros como adultos debéis gestionarlo con vosotros mismos y con ellos, explicando que vais a volver, que después de la comida o la siesta iréis a por ellos, para que tengan una referencia segura.

Debemos conocer el proyecto educativo, como van a trabajar con los niños y no solo en el aula de 2-3 años, sino en todas las aulas (sí, con los bebés también se trabaja y mucho, si se quiere).

Se puede trabajar por proyecto de fichas, por rincones, por proyectos sobre diferentes temáticas. La manera de trabajar es algo muy personal de la familia, habrá a familias que les guste el trabajo de fichas y familias que prefieran el aprendizaje a través del juego (la manera que tienen los niños de aprender siempre será a través del juego).

Si utilizan metodologías alternativas y materiales naturales en su día a día (Montessori, Waldorf, Pikler…)

Debemos saber cuánto tiempo salen al patio, al aire libre y cuánto tiempo permanecen sentados trabajando.

Es importante preguntar por los juguetes y materiales que van a usar en su día a día, como están dispuestos en el aula, si existe una metodología por rincones por ejemplo

Preguntar por las rutinas de desayuno, comida, siesta, merienda, entradas y salidas para conocerlas, respetarlas y adaptarnos a ellas también como padres.

Si hay comida casera o es catering, si hay niños alérgicos o con circunstancias especiales, qué se hace con ellos a la hora de comer.

Debemos conocer cómo se producen las entradas y salidas, si los padres podéis acceder a las aulas en algún momento o por el contrario se deja y se recoge a los niños en la entrada.

También es bueno asegurarse de cómo se tratan temas como enfermedades contagiosas, fiebre, gastroenteritis… si ellos en la escuela les pueden medicar, si disponen de servicio externo de médico o enfermería o psicólogo, si los niños enfermos pueden acudir al aula o deben quedarse en casa y los padres tener un plan B.

Confiar en la educadora de tu hijo también es importante, debemos saber cómo padres que los peques se suelen comportar de forma diferente en el aula y en casa, así que confiar, establecer una relación de confianza y ayuda mutua es vital, además, seguro que la educadora o educador, os puede ayudar a solucionar muchas de vuestras dudas sobre crianza.

También es importante el tema de la higiene y de las medidas COVID.

Pero lo más importante, fijarnos en la higiene, en los juguetes, en la distribución y amplitud de las aulas, en la amabilidad con la que responden a nuestras preguntas y en cómo nos atienden ya que les vamos a dejar a la persona más importante de nuestras vidas durante muchas horas.

Tener claro que nuestros hijos se van a poner enfermos y nosotros mismos también lo haremos, que no todo vale, que debemos respetar las normas y las rutinas, pero si queremos de verdad una escuela donde respeten la individualidad de nuestros hijos y su desarrollo óptimo, debemos buscar bien, preguntar y nunca quedarnos en lo superficial, como, está cerca o es la más barata.

En el post que escrbí anteriormente me mojaba y decía sí a las escuelas, ahora no quiero ser tan clara, creo que es una elección muy personal que hay que meditar y decidir en familia, pero si elegís una escuela donde respeten todos los aspectos de los niños, seguro que vais a estar muy contentos todos ¡Espero que me contéis vuestras experiencias!

Consejos de una profe que ha estado más de 10 años trabajando en escuelas infantiles y ha visto DE TODO.

Creo que no me dejo nada… pautas básicas, pero lo más importante… vosotros y vuestro hijo tenéis que estar cómodos allí.

Si necesitáis más información o tenéis dudas sobre este tema o cualquier otro, si queréis información sobre mis talleres de crianza respetuosa, podéis escribirme a blogmamimemima@gmail.com

Os recuerdo que también podéis encontrarme en Facebook Mami Me Mima blog y en Instagram @mamimemimablog

¡Gracias familias! Y ¡Feliz crianza!

Masaje Infantil y Vínculo

“Cuando los padres disfrutan realmente la compañía de sus hijos se convierten en los mejores maestros que los niños puedan tener”

Glenn Doman

Elena trabaja en Casa Grande, es una maravillosa profesional, pero como persona es todavía mejor.

Llevamos un tiempo hablando y conectando y me encanta que haya escrito este post tan bonito y tan especial, este post que me pone los pelos de punta al recordar esos masajitos que le hacía a mi Pequeño Caballero de bebé y que todavía le hago cuando salimos del baño.

Que importante es el contacto, el amor incondicional, el respeto y el demostrarlo, claro.

Gracias Elena por tus palabras, sabes que esta es tu casa, aunque estés empezando tu aventura con Lloviendo ideas, aquí y en mí siempre tendrás tu huequito.

Os animo a seguirla, a escucharla y a quererla tanto como yo, porque tiene mucho que decir sobre la infancia, nos puede ayudar mucho con todos sus conocimientos, sus ideas y sus vivencias.

Y ahora, sí que sí, os invito a leer este post tan bonito, os invito a cerrar los ojos y volver a sentir a vuestros bebés y sobre todo os invito a retomar esos momentos especiales de tacto y contacto con vuestros hijos, grandes o pequeños.

¡Gracias de corazón Elena!

En muchas ocasiones, cuando hablo sobre masaje con las familias que acaban de tener un bebé o tienen un peque más mayorcito, siempre aparece en la conversación el tema del tiempo.

Parece que es algo complicado sacar un hueco en el que el bebe esté tranquilo, en el que no haya nada que hacer, en el que podamos disfrutar de un ratito de masaje…parece que además tiene que coincidir con el baño, sin que haya comido, …Uff, ¡cuántos impedimentos!

Pongámonos en situación. Con un bebé pequeñito, entre toma y toma me queda el tiempo justo para cambiarle el pañal y descansar un rato. Cuando el bebé es más mayor no hay forma de que se mantenga tumbado, y si ya en vez de un bebé es un niño, parece que sus preferencias no son precisamente que le den un masaje.

Es verdad que cuando hay un bebé recién nacido es complicado organizarse para hacer ciertas cosas, los tiempos se alargan, tardas más en prepararle, luego tiene hambre, luego hay que cambiarle…y cuando son más mayores están en una etapa en la que el movimiento es fundamental.

Por eso hoy me gustaría que cambiáramos la mirada hacia el masaje. Que no lo veamos sólo como una actividad que tenemos que preparar con antelación, sino que sea una opción que podamos aprovechar para introducir en los momentos del día a día.

El masaje infantil no consiste sólo en aplicar determinados movimientos sobre el cuerpo de nuestros hijos. Cuando hablamos de masaje infantil hablamos de vínculo, hablamos de un momento de relajación, de un momento de disfrute, y de disfrute compartido. Hablamos de un momento en el que, sobre todo, lo que cuentan son nuestras miradas, nuestra postura, nuestra respiración, nuestras palabras, ….

Vimala McClure, ideó un programa de masaje infantil, del que se obtienen multitud de beneficios, basado en una secuencia de movimientos por todo el cuerpo. A través de la estimulación táctil, el bebé conecta con su cuerpo, con sus emociones y con su entorno. El tacto nutritivo es una potente herramienta de comunicación entre padres e hijos, que además tiene beneficios para el sistema nervioso, endocrino, muscular, circulatorio, regula patrones de sueño, temperatura, respiración, …y aporta grandes beneficios cuando existen problemas de cólicos.

Habrá momentos en los que podamos estar tranquilos, en un espacio acogedor. Podremos preparar una mantita o colchoneta en el suelo, bajar un poco el nivel de luz, tener a mano un poquito de aceite de almendras, y tomar unas cuantas respiraciones para relajarnos y poder transmitir esa calma a nuestros bebés. En ese momento, en el que nuestro bebé está tranquilo pero despierto, podremos empezar a masajear suavemente pero con firmeza sus piernas, sus brazos, relajándole cuando hacemos movimientos desde el centro de su cuerpo hacia el exterior, o estimulándole si los hacemos desde el exterior hacia el centro del cuerpo. En esos momentos podremos hablar con voz pausada, cantar una dulce melodía y transmitirle con nuestras palabras, nuestra mirada y nuestras manos todo el amor que tenemos para él.

En otras ocasiones no habrá tiempo para prepararse, igual sólo contamos con el ratito en el que el bebé está tomando pecho y podremos aprovechar acariciar sus pies o sus manos mientras le miramos. O tal vez el momento que tenemos es el de cambiarle de ropa, mientras le desvestimos y/o vestimos, y ahí podremos hacer suaves movimientos por sus piernas, su tripa, su pecho o su espalda.

O quizás, si son más mayores, podremos aprovechar canciones en las que se nombren diferentes partes del cuerpo para tocarlas con ellos, hacerles conscientes de que están ahí y hasta donde llegan y aportarles de otra manera todos esos beneficios del contacto. O podremos inventar historias en sus espaldas, en las que los animales caminan de diferentes formas, mientras nosotros recorremos con los dedos, las manos, con más o menos presión, punteando o haciendo líneas…

Sea como sea, lo más importante es que exista ese contacto. Sea como sea, lo más importante es que se nutran de nuestra mirada de respeto y amor.

Con esto no quiero decir que sea algo que debemos tomar a la ligera. El masaje infantil es algo muy serio, en lo que entra en juego nuestro estar, la forma en cómo miramos a nuestros hijos, las expectativas que tenemos puestas en ellos, entra en juego una parte física en la que podemos alterar o relajar sus sistemas, entra en juego la comunicación y el vínculo que tengamos con nuestro bebé, entra el respetar sus tiempos, sus ganas y sus motivaciones…

“Tan difícil de tan simple” como decía Leboyer.

Os animo a probar, si no lo habéis hecho ya, a tener ese contacto nutritivo con vuestros peques. A retomarlo si lo hacíais cuando era bebé y habéis dejado de hacerlo. Y a ser creativos para inventar la manera en la que encaje en vuestra familia.

Si queréis saber más, podéis visitarme en https://lloviendoideasblog.wordpress.com/ donde iré publicando algunas ideas para trabajar el masaje en casa o escribirme a hola.lloviendoideas@gmail.com

Elena Rodríguez

Lloviendo ideas

Espero que os haya emocionado a todos.

Y recordar que también estoy en Facebook Mami Me Mima blog, en Instagram @mamimemimablog y para cualquier consulta podéis escribirme al correo blogmamimemima@gmail.com

¡Muchas gracias familias!