“Quien quiera entender más debe jugar más”
Gottfried Benn
Como ya sabéis, estos días hemos hecho un pequeño taller en casa muy sencillo, hemos teñido unas judías para luego jugar con ellas.
Es un experimento que tenía ganas de hacer con el Pequeño Caballero, lo había visto a otras mamis y educadoras y me parece que tiene multitud de juegos, así que vamos a ello.
¿Qué necesitamos?
- Judías o cualquier legumbre blanca.
- Bolsas zip.
- Colorante alimentario.
- Vinagre.
El proceso es muy sencillo, se pueden esparcir en el suelo todas las judías y animar a los peques a que las metan en las bolsas. Les vamos a dejar tiempo para que experimenten con ellas, que jueguen (cuidado por si se las meten en la boca). Cuando están todas las judías repartidas en las bolsas, se añaden unas gotas de colorante (no mucho, con unas gotitas es suficiente) y un chorrito de vinagre. Se cierran bien las bolsas y dejamos a los peques que hagan ellos mismos la mezcla de todo.
Cuando todo está bien mezclado, las judías se tiñen del color elegido, las tenemos que dejar secar en una terraza o cerca de una ventana.
Se ponen en un recipiente con papel de cocina y a secar unas horas.
Nosotros empezamos nuestro juego al día siguiente ya que tuvimos un pequeño percance… al ir a por ellas seguían húmedas ¡Nos habíamos olvidado del vinagre! Así que de vuelta a las bolsas zip con un poquito de vinagre y a la terraza a secar.
Cuando ya estaban listas para jugar, se lo presenté al Pequeño Caballero repartidas por colores en vasos de plástico puestos dentro de un gran recipiente. Además, le puse más recipientes pequeños y diversos materiales como cucharas y cubiertos de madera para jugar.
En cuanto vio sus judías se emocionó, era algo que él mismo había creado y ahora tenía completa libertad para jugar.
Comenzó su juego libre y de investigación.
Primero cogió las judías una por una y las pasó de un vaso al otro recipiente, cogió cada judía con delicadeza, la observó, para finalmente volcarlas todas y mezclar los colores.
Después de un rato se levantó, fue directo a su cocinita y cogió todos los vasos y cubiertos que tiene para introducirlos en su juego.
Hizo trasvases de unos vasos a otros, mezcló colores, luego los separó, las tiró por el suelo, las volvió a recoger en el recipiente grande, practicó la pinza y la motricidad fina con cada pequeño juego que realizaba, las chupó (siempre con vigilancia) y entonces comprobó que desteñían, así que chupó más hasta que sus manos y el suelo quedaron azules, algo que le hizo especial gracia.
Jugó libremente por más de 40 minutos, disfrutando de su creación, de su libertad, de su juego. Inventado, probando, trasvasando, creando nuevos juegos y por ende, nuevos conocimientos.
Esta mañana, al levantarse, ha vuelto a ver el gran recipiente donde están todas las judías y, ¿qué ha hecho?, ir directo a por él gritando judías, mis judías.
¿Qué os parece? Es un taller dividido en dos partes. Una primera parte de juego dirigido, donde nosotros, les preparamos los materiales que necesitamos y les damos las indicaciones precisas, para después dejar un juego libre, donde ellos mismo experimenten, expresen e inventen su propio juego creativo e imaginativo.
Para nosotros ha sido una experiencia muy bonita y enriquecedora, donde hemos visto a nuestro Pequeño disfrutar y crear, haciendo un juego completamente diferente que nunca había probado.
Os animo a realizarlo en casa, pero eso sí, siempre con vigilancia, recordar que estos juegos caseros tienen algunos peligros como la ingesta. Le ponemos colorante alimentario (lo podéis encontrar sin problema en cualquier supermercado) por si lo chupan que no produzcan alergias o intoxicaciones, pero el tamaño de las legumbres es muy peligroso si se lo llegan a tragar, así que, aunque el juego sea muy entretenido para ellos y no os demanden, no aprovechéis para hacer otras cosas y dejarles sin vigilancia, ya que puede ser peligroso.
Disfrutar de su juego y de esos momentos con ellos que son maravillosos. La vida nos está brindando la oportunidad de pasar tiempo con los más pequeños de la casa, ¡aprovechar!
Si os ha gustado y lo probáis, contarme vuestra experiencia y muchas gracias a todas las familias, recordad que podéis seguirme en Facebook Mami Me Mima blog, en Instagram @mamimemimablog y cualquier consulta personal que tengáis, en el apartado de contacto del blog tenéis a vuestra disposición el correo electrónico del blog.
Y gracias de nuevo familias, disfrutad del sol y de la hora al aire libre con los peques, pero siempre con sentido común y respeto.