“La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo”
Paulo Freire
Hace unos días me ofrecí para dar unas recomendaciones sobre la elección de Escuela Infantil a los papis y mamis de nuestra querida Casa Grande.
En casa, saqué un post que escribí al poco de abrir el blog, lo leí para sacar ideas e información y mi corazón dio un vuelco.
Este post lo escribí hace tiempo, cuando no estaba metida de lleno en la Crianza Respetuosa y me sorprendió lo que yo misma había escrito.
Saqué bastante información, que por supuesto ahora compartiré con vosotros, añadí nueva información, pero lo más importante, reflexioné y mucho.
Cuando nació mi Pequeño Caballero mi vida dio un giro de 200 grados, supongo que como a todos los papis que me estáis leyendo.
En mi profesión de maestra nunca me había planteado esta ruptura de patrones, pero con la llegada de mi bebé sí, aun así, me costó asumir ese cambio y queda reflejado en ese post sobre la elección de Escuela Infantil.
Ahora, justo cuando se cumple un año del confinamiento, un año desde que dije basta a las cosas de mi trabajo que odiaba, un año que me metí de lleno en este proyecto… Ahora os vuelvo a escribir un post sobre esta elección para la educación de vuestros hijos desde otra perspectiva, desde otras vivencias, desde la sinceridad y el corazón.
Me encanta mi profesión, siempre me ha gustado trabajar con el primer ciclo de infantil, me ha hecho muy feliz. Pero a medida que pasaban los años y los trabajos, vas abriendo los ojos a la realidad, esa realidad donde la infancia no es respetada, donde las escuelas siguen siendo meras guarderías para aparcar a los niños. Pero por suerte existen cada vez más ESCUELAS RESPETUOSAS y es esto lo que debemos buscar, un lugar donde realmente respeten a nuestros bebés.
Os pido que no os quedéis en lo superficial a la hora de buscar una escuela o un cole para vuestros peques, os pido que miréis más allá, que preguntéis, que os sintáis cómodos y felices en ese lugar donde vuestros hijos van a pasar muchas horas, van a crear vínculos y van a conocer el mundo.
Algunos de los consejos que os voy a contar los he sacado de ese post que escribí hace tiempo, porque creo que son importantes, pero he añadido más con la intención de ayudaros y guiaros siempre en este camino de la Educación en Emoción y Respetuosa.
Lo más importante que debemos saber antes de elegir una escuela infantil (que no guardería) es, que el sitio donde mejor van a estar nuestros pequeños es en nuestra casa. Cuanto más retrasemos su entrada en la escuela, más beneficioso será para ellos, ya que durante los tres primeros años los niños no tienen que aprender a socializar, sino, que son sus padres y personas cercanas quienes les ofrecen todo lo necesario para su óptimo desarrollo.
Tenemos la errónea idea de que un bebé de 6 meses tiene que aprender a estar con otros bebés o que un niño de 2 años tiene que aprender a compartir. Y de verdad, eso no es así, los niños tan pequeños no aprender a socializar en la escuela y mucho menos a compartir, ya que su cerebro no está preparado para ello.
Pero si no nos queda más remedio que hacer esta elección por nuestra incorporación al trabajo, debemos tener en cuenta algunos aspectos importantes a preguntar cuando vayamos a ver la escuela en cuestión.
Lo primero es hacer una selección de escuela pública o privada.
Si optamos por una escuela privada, cuando vayamos a verla y a tener la entrevista con la directora o director, podemos preguntar algunas cosas básicas que nos garanticen el bienestar de nuestro hijo.
Lo primero que debemos conocer es el número de aulas y en qué aula estará nuestro niñ@, debemos conocer y preguntar las ratios, es decir, cuántos niños hay por aula y educadora. Actualmente las unidades para niños menores de un año son 8, para niños de uno a dos años son 14 y para niños de dos a tres años son 20.
¿Cómo podemos saber si se cumplen estas ratios? Podemos fijarnos en pequeños detalles, como el número de cunas, el número de hamacas, el número de huecos para pañales o el número de percheros que hay por clase. Si en un aula donde se supone que solo puede haber 8 bebés nos encontramos con 20 percheros… podemos sospechar que la ratio no se cumple.
Debemos asegurarnos de en qué clase estará nuestro hijo y si a lo largo del año escolar le cambiarán a otra clase o si estará todo el curso en la misma (sí, algunas escuelas van pasando a los niños a otras aulas incluso sin el consentimiento de los padres). Imaginaros que a vuestro hijo, después de pasar el periodo de adaptación y de vincularse con su educadora y compañeros, le cambian de la noche a la mañana a otra clase con otra maestra y otros niños, sería volver a empezar con otro periodo de adaptación que perjudicaría al pequeño muy seriamente.
Tenemos que preguntar sobre la adaptación. Como se lleva a cabo, cuantas horas, durante cuantos días, si los padres podéis estar presentes, si podéis conocer a la educadora antes de comenzar el curso. El periodo de adaptación es fundamental en niños tan pequeños que solo han estado con sus padres.
Para conseguir una buena educación, respetando al niño, esta adaptación se debería llevar a cabo con los padres presentes los primeros días, pero no en todas las escuelas lo permiten.
A partir de los 8 o 9 meses, en los peques se da la ansiedad por separación, por eso lloran de forma desconsolada a la hora de separarse de sus figuras de apego (en este caso papá y mamá) y más aún si no conocemos ninguno a la educadora.
El llanto siempre aparece, pero tranquilos papis, es un buen signo, ¿qué quiero decir? Pues que vuestro peque tiene un apego seguro con vosotros y no quiere separarse. Es muy duro y vosotros como adultos debéis gestionarlo con vosotros mismos y con ellos, explicando que vais a volver, que después de la comida o la siesta iréis a por ellos, para que tengan una referencia segura.
Debemos conocer el proyecto educativo, como van a trabajar con los niños y no solo en el aula de 2-3 años, sino en todas las aulas (sí, con los bebés también se trabaja y mucho, si se quiere).
Se puede trabajar por proyecto de fichas, por rincones, por proyectos sobre diferentes temáticas. La manera de trabajar es algo muy personal de la familia, habrá a familias que les guste el trabajo de fichas y familias que prefieran el aprendizaje a través del juego (la manera que tienen los niños de aprender siempre será a través del juego).
Si utilizan metodologías alternativas y materiales naturales en su día a día (Montessori, Waldorf, Pikler…)
Debemos saber cuánto tiempo salen al patio, al aire libre y cuánto tiempo permanecen sentados trabajando.
Es importante preguntar por los juguetes y materiales que van a usar en su día a día, como están dispuestos en el aula, si existe una metodología por rincones por ejemplo
Preguntar por las rutinas de desayuno, comida, siesta, merienda, entradas y salidas para conocerlas, respetarlas y adaptarnos a ellas también como padres.
Si hay comida casera o es catering, si hay niños alérgicos o con circunstancias especiales, qué se hace con ellos a la hora de comer.
Debemos conocer cómo se producen las entradas y salidas, si los padres podéis acceder a las aulas en algún momento o por el contrario se deja y se recoge a los niños en la entrada.
También es bueno asegurarse de cómo se tratan temas como enfermedades contagiosas, fiebre, gastroenteritis… si ellos en la escuela les pueden medicar, si disponen de servicio externo de médico o enfermería o psicólogo, si los niños enfermos pueden acudir al aula o deben quedarse en casa y los padres tener un plan B.
Confiar en la educadora de tu hijo también es importante, debemos saber cómo padres que los peques se suelen comportar de forma diferente en el aula y en casa, así que confiar, establecer una relación de confianza y ayuda mutua es vital, además, seguro que la educadora o educador, os puede ayudar a solucionar muchas de vuestras dudas sobre crianza.
También es importante el tema de la higiene y de las medidas COVID.
Pero lo más importante, fijarnos en la higiene, en los juguetes, en la distribución y amplitud de las aulas, en la amabilidad con la que responden a nuestras preguntas y en cómo nos atienden ya que les vamos a dejar a la persona más importante de nuestras vidas durante muchas horas.
Tener claro que nuestros hijos se van a poner enfermos y nosotros mismos también lo haremos, que no todo vale, que debemos respetar las normas y las rutinas, pero si queremos de verdad una escuela donde respeten la individualidad de nuestros hijos y su desarrollo óptimo, debemos buscar bien, preguntar y nunca quedarnos en lo superficial, como, está cerca o es la más barata.
En el post que escrbí anteriormente me mojaba y decía sí a las escuelas, ahora no quiero ser tan clara, creo que es una elección muy personal que hay que meditar y decidir en familia, pero si elegís una escuela donde respeten todos los aspectos de los niños, seguro que vais a estar muy contentos todos ¡Espero que me contéis vuestras experiencias!
Consejos de una profe que ha estado más de 10 años trabajando en escuelas infantiles y ha visto DE TODO.
Creo que no me dejo nada… pautas básicas, pero lo más importante… vosotros y vuestro hijo tenéis que estar cómodos allí.
Si necesitáis más información o tenéis dudas sobre este tema o cualquier otro, si queréis información sobre mis talleres de crianza respetuosa, podéis escribirme a blogmamimemima@gmail.com
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¡Gracias familias! Y ¡Feliz crianza!