Sentir Emociones

“He aprendido que la gente olvidará lo que dijiste, también olvidará lo que hiciste, pero jamás olvidará cómo les hiciste sentir”

Maya Angelou

Siguiendo con la línea del último post sobre Inteligencia Emocional ¿Qué es la Inteligencia Emocional?, hoy os vengo a hablar sobre las emociones.

Las emociones, esas, para muchos, desconocidas que nos acompañan cada día, en cada momento, que muchas veces hablan por nosotros y que otras veces ni entendemos ni comprendemos, pero que ahí están y afloran de diferentes maneras en diferentes ocasiones.

Las emociones básicas, ya he hablado de ellas en el post Inteligencia Emocional Para Educar, son:

  • Tristeza
  • Asco
  • Miedo
  • Enfado
  • Alegría
  • Sorpresa

De ellas derivan las llamadas emociones secundarias como vergüenza, culpa, orgullo, entusiasmo, satisfacción, complacencia o placer.

Y también llegan nuestros sentimientos, lo que sentimos al vivir determinada experiencia y que llega a través de cualquiera de las emociones básicas.

Y ¿Qué tienen en común todas las emociones?

  • Son universales, todos los seres humanos las sentimos
  • No se pueden ocultar
  • Son muy rápidas
  • También las sentimos en el cuerpo, no solo en la mente
  • Si están reprimidas o no expresadas, buscan otra vía de escape en el cuerpo

La función principal que desempeñan, es la adaptación al medio, por eso no podemos clasificarlas como emociones buenas y malas o emociones positivas y negativas, ya que todas cumplen funciones muy importantes para esa adaptación y para la propia supervivencia.

Si un bebé no siente miedo al ver una escalera, puede tirarse por ella con las fatales consecuencias.

Todas las emociones son importantes y necesarias en la vida, nos dan información de nosotros mismos, de nuestro mundo interior, pero también del mundo exterior.

Si nosotros como adultos, como padres o educadores, que estamos en estrecha relación con niños y niñas, que somos parte importante de su educación y de su crianza, no somos plenamente conscientes de nuestras emociones, no las vivimos, no las reconocemos, no actuamos en consecuencia con ellas… ¿Qué consecuencias puede traer?

Las consecuencias pueden ser muy nefastas, para nosotros mismos por supuesto, pero también para nuestros pequeños.

Si, por el contrario, decidimos conocernos a nosotros mismos, conocer nuestro mundo interior, viendo nuestros potenciales reales, pero también nuestros límites, viendo nuestras propias creencias y como nos pueden llegar a afectar en nuestras decisiones, viviendo nuestro día a día siendo plenamente conscientes de lo que sentimos, de como lo sentimos, de la intensidad con la que sentimos y todo lo que deriva de eso que sentimos.

Si realmente somos conscientes de todo esto, podremos educar con sentido común, con emoción, con acompañamiento emocional.

Si nosotros sabemos observar nuestras propias emociones, podremos observar las emociones de nuestros niños y niñas y ayudarles a ese conocimiento a ellos y ellas, a poner nombre a lo que están sintiendo y a actuar en consecuencia y en base a su desarrollo y su edad.

Un niño que crece rodeado de personas emocionalmente inteligentes, podrá llegar a conocerse, a identificar lo que siente y lo que necesita y a pedirlo sin miedo, porque sabe que esos adultos disponibles le van a ayudar, le van a satisfacer esa necesidad que está sintiendo.

Educar a niños y niñas emocionalmente inteligentes hace que desarrollen todas sus capacidades al máximo, hace que no nos quedemos en el simple hecho de los resultados académicos, hace que sean capaces de ver en ellos mismos hasta donde pueden llegar en lo que más les interesa.

En definitiva, hace que puedan desarrollar al máximo esas Inteligencias Múltiples que todos poseemos y que muy pocos hemos llegado a desarrollar por completo.

Ser adultos emocionalmente inteligentes educando, brinda también la capacidad de observar esas inteligencias que se van desarrollando en los niños y niñas.

Lo más importante para educar desde la emoción y desde el acompañamiento emocional, es conocernos a nosotros mismos, es mirar dentro de nosotros, es conocer y reconocer nuestras propias emociones, como nos sentimos con ellas y como actuamos cuando las sentimos.

Cuando somos conscientes de nosotros mismos, es cuando podemos ser conscientes de lo les sucede a los demás.

¿Os animáis a educar en emoción?

En los próximos posts os hablaré de la Teoría de las Inteligencias Múltiples, muy acorde con esta Educación Emocional.

Y si queréis empezar a llevar esta Educación Respetuosa y basada en la emoción, recordar que tenéis disponibles todos mis talleres en formato vídeo que recibiréis en vuestro correo para que los podáis ver a vuestro ritmo.

¡No dudéis en pedirme información sobre ellos!

¡Nos vemos la próxima semana con la Teoría de las Inteligencias Múltiples! Y también nos vemos en redes con un montón de ideas y propuestas para las tardes de invierno en casa, estoy en Facebook Mami Me Mima blog y en Instagram @mamimemmimablog

Y siempre disponible para vuestras dudas y consultas en el correo blogmamimemima@gmail.com

¡Muchas Gracias Familias! Y ¡Feliz Crianza!

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