Un Ratito Para Ti

«El autocuidado no es un acto egoísta, es simplemente el manejo adecuado del único don que tengo, el don por el que estoy en el mundo para ofrecer a los demás»

Palmer Parker

Hacía mucho tiempo que no sentía un rato para mi sola, un rato de verdad, sin remordimientos, sin pensar en lo que estoy haciendo.

Desde que nació mi Pequeño Caballero, mi vida ha ido girando entorno a él, lo normal cuando te conviertes en mamá y es maravilloso, no cambiaría mi vida ahora mismo por nada del mundo, pero es cierto que es una vida totalmente absorbente, donde incluso abandonas tu propia identidad.

Claro que he salido con amigas o con mi pareja, hemos intentado buscar esos ratos a solas, pero reconozco que siempre había una pizca de remordimiento o unos sentimientos incontrolables de preguntar por el Pequeño, así que realmente llevo tres años y medio sin apenas dedicarme un ratito de autocuidado sin sentirme mal.

Al hablar con otras mamás, en los asesoramientos y en los talleres, veo que es un sentimiento bastante generalizado, veo que es algo que nos cuesta sacar, algo de lo que incluso nos cuesta hablar ya que es un tema que va cargado de remordimiento.

En septiembre empezó el cole y yo me quedé en casa. Ya os conté que al principio se me hizo muy duro, muy extraño… Pero he de reconocer que con el paso de las semanas mis rutinas han ido cambiando y mis momentos solo para mi sin ningún tipo de remordimiento también están llegando.

Me ha costado mucho, sí, lo sé, lo reconozco. Me ha costado mucho pensar en mí, cuidarme, dedicarme tiempo y decir basta.

Me ha costado mucho ver que ese autocuidado, ese sentirse bien contigo misma, es fundamental para abordar la crianza de forma tranquila y respetuosa.

No podemos estar todo el día a flor de piel, cansadas, al límite.

A veces necesitas priorizar, necesitas parar, escuchar a tu cuerpo, meditar, meterte en ti misma y hacer por unos minutos lo que realmente te gusta y no solo hacerlo, sino centrarte en eso que estás haciendo para que realmente sea valioso para ti y para tu bienestar.

Sí, desde que el Pequeño va al cole y tengo un poquito más de tiempo, he decidido priorizar, he decido tener un tratito de autocuidado que sea solo para mí, un ratito en el hago lo que me apetece, que me centro en mí, en lo que me hace feliz, en lo que me hace mirarme a mi misma y cuidarme a mí misma.

Son unos minutos al día, a veces solo cinco, a veces necesito media hora… Depende mi misma, de mi cuerpo, de cómo me siento.

Me gusta meditar, me gusta extender un pequeño altar con una velita y meterme en mi misma, sentir mi cuerpo, cada parte de mi cuerpo. Cuando me he concentrado en mi cuerpo, paso a mi mente, a cómo estoy, qué quiero, qué necesito, qué he descubierto de mí misma.

Gracias a esta meditación me ha llegado mucha información de mí misma, mucha información reveladora que me ha ayudado a avanzar y a estar más presente.

También me gusta sacar un rato para leer, ha sido complicado sacar tiempo para leer en los últimos años, excepto en verano claro, pero ahora procuro sacar un ratito al día para hacerlo y me gusta, me siento bien al recuperar mis lecturas diarias.

Y escribir… Y no solo aquí… Desde pequeña, relleno diarios y libretas con mis pensamientos, mis proyecciones, lo que quiero, lo que no.

Para mí la escritura siempre ha sido muy terapéutica y creo que es lo que más recomiendo siempre. Es donde verdaderamente te abres y donde te puedes llegar a conocer de verdad.

También, algunos días, me apetece no hacer nada, solo tumbarme un ratito en el sofá y no pensar. Pues sí, a veces confieso que también lo hago.

Ahora también tengo un poco más de tiempo para preparar actividades para el Pequeño, para no ir tan hasta arriba, puedo organizarme para estar más tranquila y relajada y poder disfrutar más de las tardes haciendo planes.

Hoy ha empezado a cambiar el tiempo… Parece que nos quedan pocas tardes de parque y muchas de juegos en casa, así que, a partir de ahora, también necesitaré un ratito de preparar actividades chulas, algo que me encanta y me apasiona.

Confieso que desde que tengo mi ratito de autocuidado sin remordimiento y de pensar en mi misma, me siento mejor, más tranquila y más segura en todo lo que hago.

Sé que es difícil sacar ese ratito al día de autocuidado, yo lo intentaba hacer, pero había días que era prácticamente imposible.

Ahora, desde que lo hago, me he dado cuenta de que sí los puedes sacar, sí puedes renunciar a quedarte viendo la tele y cambiarlo por unos minutos de meditación o de leer o de escribir, lo que a cada persona le venga mejor para sí misma.

Os puedo asegurar que con una pequeña dedicación al día para vosotros mismos… Va a cambiar mucho todo…

¿O animáis a probarlo?

¿Qué es lo que más os apetece empezar a hacer?

Ya sabéis que cotáis siempre con mi apoyo y mi acompañamiento en el correo blogmamimemima@gail.com y también en los Asesoramientos a Familias.

Nos vemos todos los días en redes, en Facebook Mami Me Mima blog y en Instagram @mamimemimablog

¡Gracias Familias! Y ¡Feliz Crianza!

Anuncio publicitario

Te Quiero Siempre

“Cada palabra tiene consecuencias, cada silencio también”

El Principito

Te quiero siempre

Te quiero cuando amanece y me miras con ojos de sueño

Te quiero cuando me sonríes casi sin verme

Te quiero cuando me abrazas

Te quiero cuando me das el primer beso del día

Te quiero siempre

Te quiero cuando tuerces el morro

Te quiero cuando gruñes

Te quiero cuando te enfadas

Te quiero cuando me enfado

Te quiero siempre

Te quiero cuando hablamos

Te quiero cuando conectamos

Te quiero cuando jugamos

Te quiero cuando ríes de felicidad

Te quiero siempre

Te quiero cuando recoges

Te quiero cuando no recoges

Te quiero cuando te entusiasmas

Te quiero cuando todo salta por los aires

Te quiero siempre

Te quiero cuando todo fluye

Te quiero cuando todo se complica

Te quiero cuando gritas

Te quiero cuando grito

Te quiero siempre

Te quiero cuando no puedes más

Te quiero cuando no puedo más

Te quiero cuando te consuelo

Te quiero cuando me consuelas

Te quiero siempre

Te quiero cuando dices sí

Te quiero cuando dices no

Te quiero cuando digo sí

Te quiero cuando digo no

Te quiero siempre

Te quiero cuando estás tranquilo

Te quiero cuando estás jugando

Te quiero cuando estás leyendo

Te quiero cuando estás en la bañera

Te quiero siempre

Te quiero cuando los nervios afloran

Te quiero cuando no puedo atenderte

Te quiero cuando te miro

Te quiero cuando vamos de la mano

Te quiero siempre

Aunque a veces no sea fácil

Aunque a veces nos cueste un poco de trabajo

Aunque a veces parezca increíble

Aunque a veces parezca sencillo

Seguro que te has acordado de muchas situaciones mientras leías tantos te quiero, quizá te hayas sentido identificado o identificada en algún momento, quizá te haya costado decir ese te quiero en algunas situaciones, pero en otras te ha salido casi sin pensarlo.

En estos días de vacaciones los sentimientos, las emociones y las situaciones están más a flor de piel que de costumbre, seguro que las rutinas no se están cumpliendo tan a raja tabla, seguro que hay más desmadre e incluso más desconexión.

Cuando veas que esto sucede, para, tómate unos segundos o unos minutos, respira, conecta con tu mente, con tu cuerpo y vuelve a conectar así con tu hijo.

Agáchate, mírale, abrázale, pero, sobre todo, quiérele siempre, en cualquier situación y lo más importante, házselo saber siempre.

Nuestro momento de mayor conexión es la hora de dormir, cuando repasamos todo lo que hemos hecho, vivido y sentido a lo largo del día y es ahí donde le vuelvo a decir lo mucho que le quiero, siempre y en cualquier circunstancia siempre le quiero.

Parar, observar, escuchar.

Tenemos muchos momentos en el día a día con nuestros pequeños que nos permiten conectar, que nos permiten estar más unidos a ellos, que nos permiten demostrarles lo importantes que son para nosotros.

Somos nosotros como padres y madres quienes tenemos la responsabilidad, a diario, de demostrar amor incondicional a nuestros hijos, tenemos la responsabilidad de ser un ejemplo para ellos, de ser la mejor versión de nosotros mismos.

Y tú ¿Cómo te sientes con tus pequeños o pequeñas? ¿Te sientes desconectado o desconectada? ¿Sientes que no demuestras ese amor incondicional en todas las situaciones que se plantean en el día a día? ¿Te sientes incluso desconectado o desconectada de ti mismo o misma?

Te abrazo, es normal, todos y todas nos hemos sentido así a lo largo del camino de la maternidad y la paternidad.

Pero os digo que no estáis solos.

El cambio de mirada, el cambio de educación, el cambio hacia una crianza basada en el respeto a la infancia no es fácil.

Si necesitas que te acompañe en este camino, no dudes en escribirme a blogmamimemima@gmail.com

Si necesitas talleres específicos de Crianza Respetuosa te informo sobre ellos.

Si necesitas apoyo específico para ti y tu familia también dispongo de Asesoramientos Personalizados.

Este camino nunca será el camino fácil, pero ten claro que siempre será el camino correcto para ti y tu familia.

Con amor,

Ana

¡Gracias Familias! Y ¡Feliz Crianza!

El Pequeño Caballero se hace mayor

“En cada niño se debería poner un cartel que dijera: Tratar con cuidado, contiene sueños”


Mirko Badiale

Llevo unas semanas de locura, sin parar, con mil cosas en la cabeza, nos vamos al pueblo, volvemos a Madrid y entre tanto jaleo… Saca tiempo para estudiar que los exámenes están a la vuelta de la esquina.

Y hoy, ahora, me siento a reflexionar, porque me ha dado un vuelco el corazón esta mañana a primera hora…

Después de muchas semanas de espera, de listas y listas y listas (sí hablo del cole y del caos que está suponiendo la asignación para empezar el próximo curso) hoy por fin, he llevado todos los papeles de la matrícula.

Claro que estoy contenta, empieza una nueva etapa y sé que él también va a estar feliz.

Pero… Ese pero…

Llevamos desde que empezó esta pandemia juntos en casa, disfrutando, aprendiendo, con tranquilidad, a nuestro ritmo… Y pensar que en dos meses todo va a cambiar… También me entristece.

Son sentimientos encontrados, por un lado felicidad pero por otro… Me gusta estar con él, despertarnos juntos, hacerlo todo juntos.

Estos tres años se me han pasado volando, no me he enterado, no sé en qué momento mi Pequeño se me ha hecho tan mayor, creo que no lo he visto venir.

Recuerdo cuando me decían, disfruta de él que esto se pasa muy rápido, no era consciente de lo que me decían, incluso en algunos momentos pensaba… ¡Cuando serás mayor! Y ahora es cuando lo veo claro.

Ahora le miro, tan alto, con todo lo que habla y lo que pregunta, con esas ganas de vivir y de descubrir el mundo, esa emoción cada vez que pasamos por la puerta de su futuro cole y me dice con su preciosa sonrisa:

  • Mami, ese es mi cole, voy a tener muchos amigos y una profe y luego tú vendrás a buscarme.

Y yo solo puedo pensar… De verdad, ¿En qué momento te has hecho tan mayor mi niño?

Pues así estoy hoy… Y necesitaba decirlo y expresarlo.

Hoy es el primer paso de un nuevo comienzo, de una nueva etapa en nuestras vidas.

Estoy convencida de que va a ser maravilloso, de que va a ser feliz en este cole, claro que sí, él está emocionado e ilusionado, y yo lo estoy por él.

Ahora que estoy sentada y escribiendo, me veo egoísta por pensar así, por tener ese sentimiento de tristeza, pero no lo puedo evitar.

Ese sentimiento de madre leona y protectora sale y esa incertidumbre de no poder tener todo controlad también…

He aprendido tanto en estos últimos tres años, he aprendido a vivir, a amar sin medida, a tomarme todo con más calma, he aprendido que los besos y los abrazos siempre serán el mejor regalo y que una sonrisa lo puede curar todo.

Ahora toca seguir aprendiendo en esta nueva etapa que está a punto de comenzar en casa, adaptarnos a otras rutinas, soltar un poco más, seguir confiando en lo que hemos estado sembrando y seguir disfrutando y viviendo la vida juntos.

Gracias mi niño, mi Pequeño Caballero por haberme enseñado tanto, por darme la ilusión y las ganas de luchar, por hacerme mejor persona y por sanar mis heridas más profundas.

Todavía nos quedan casi tres meses de disfrutar cada día juntos, del verano, del agua y de la familia, en septiembre ya os contaré como empezamos y qué tal lo llevamos.

¿Y vosotros? ¿También tenéis estos sentimientos o los habéis tenido en algún momento?

Para mí todo es nuevo, es intenso, no es lo mismo vivirlo desde el lado de la escuela como profesora que vivirlo ahora desde el lado mamá.

Ya sabéis que podéis seguirme por redes en Facebook Mami  Me Mima blog y en Instagram @mamimemimablog

Pero si necesitáis consultas personales o queréis información sobre los talleres de Crianza Respetuosa, podéis escribirme a blogmamimemima@gmail.com y estaré encantada de poder ayudaros.

¡Gracias Familias! Y ¡Feliz Crianza!

Piel con Piel, el momento más especial

“Tu piel tiene tanta fuerza, que aun en la distancia, toca mi memoria”

Ulises Sánchez

Hace unos días, mis primos fueron papás. Una niña muy buscada y deseada.

Con mi prima he hablado durante todo su embarazo, recordando todo lo bonito que fue el mío y, cuando nació la pequeña, me invadió un sentimiento enorme de nostalgia.

Mi primo me dice que tenga otro bebé, pero no, no ese sentimiento.

Es algo más profundo.

Es volver a ese día, a los nervios, al no saber, al dejarte llevar, a los paseos y las miradas a Súper Papá pidiendo aliento.

Es volver al dolor de la felicidad, a las matronas entrando y saliendo con sus sonrisas y palabras bonitas.

Es volver al “ya empieza”.

Es volver al “empuja que ya se ve la cabeza”.

Es volver a ese señor tan grande y tan maravillosamente amable que me ayudo a parir.

Es volver a la vida.

Ese olor, ese sabor, esos ojos grandes, abiertos, mirándome como nunca antes nadie me había mirado.

Amor, amor profundo, sincero, amor por el que olvidas todo lo malo que hay en el mundo, porque en ese momento en el mundo solo estamos tú y yo, mi niño, mi Pequeño Caballero.

Estos días no paraba de darle vueltas a todo esto, a estos sentimientos tan bonitos, tan profundos de los que todas las madres te hablan cuando te quedas embarazada y tú te imaginas, pero que no tienen nada que ver con la realidad.

La realidad es profunda, es maravillosa, es de amor verdadero, es un amor animal.

Mamá y Pequeño Caballero

Bendito parto respetuoso, yo no quise ponerme epidural y las matronas (y ese señor grande) me ayudaron en todo momento, me acompañaron, me llamaron valiente y sanaron mi cuerpo y mi alma.

Y por fin… después de tres horas de empujones, nació el amor de mi vida y vinieron otras tres maravillosas horas (creo que las mejores que he vivido) de piel con piel.

Había leído sobre ello, sobre sus beneficios, pero sentirlo es algo que no se puede describir, solo se puede sentir.

Pero ¿Qué es este piel con piel y qué beneficios tiene?

El mejor lugar del mundo donde debe ser colocado un bebé al nacer tras ser secado, es sobre su madre, piel con piel, cubierto con una toalla caliente. La madre, el padre y el bebé llevan 9 meses esperando este momento tan importante en sus vidas, nadie tiene derecho a interrumpirlo a no ser que la vida de la madre o del bebé corra peligro.

El bebé sobre su madre provoca sensaciones táctiles con sus movimientos. Su madre lo huele, lo toca y las sensaciones tan intensas de enamoramiento que le embargan van a estimular la producción de un fuerte pico de oxitocina necesario para un alumbramiento seguro.

El alumbramiento es la expulsión de la placenta.

Colocar al recién nacido nada más nacer en contacto piel con piel con su madre, preserva la energía y acelera la adaptación metabólica del recién nacido.

BENEFICIOS DEL CONTACTO PIEL CON PIEL EN RECIÉN NACIDOS:

  • Disminuye el estrés neonatal.
  • Mejor regulación de su temperatura.
  • Mejor regulación metabólica.
  • Disminución del llanto.
  • Conducta afectiva satisfactoria.

BENEFICIOS GENERALES DEL CONTACTO PIEL CON PIEL:

  • Los bebés que están piel con piel encima de su madre tienen la glucemia más alta, mejor saturación de oxígeno, ritmo cardíaco y respiratorio más estable y menos llanto, tanto en intensidad como en duración. Ayuda al recién nacido a regular su temperatura corporal.
  • El contacto piel con piel inmediato, la madre huele a su hijo, le habla, le respira cerca, lo besa.
  • Todos los bebés que son colocados piel con piel sobre el vientre de la madre son capaces si se les deja tiempo a reptar, alcanzar el pecho y mamar por sì sólo en posición correcta, sin ayuda.
  • Un recién nacido separado tiene a las 6 horas de nacer el doble de cantidad de hormonas del estrés que un recién nacido que ha permanecido en contacto piel con piel con su madre.

https://www.bebesymas.com/lactancia/afianzamiento-espontaneo-otra-oportunidad-al-lactante-que-se-agarra-mal-al-pecho

Todas las mamás hablamos del embarazo, del parto, de los puntos, de la recuperación, del dolor, del cansancio…

 Pero qué poquito hablamos de estas preciosas horas de piel con piel donde parece que el mundo se ha parado, donde solo se respira amor y las lágrimas de felicidad corren por las mejillas de los cansados padres.

Donde ese pequeño bebé parece mentira, donde lo abrazas y lo besas y ríes y lloras a la vez.

Claro que quiero volver a ese momento, volver a sentir esa piel, ese olor, esa respiración, esa boca en mi pecho.

Disfrutar de vuestro bebé, seguir haciendo piel con piel, sentir, oler, amar, llorar y reír juntos, que estos momentos son únicos, irrepetibles, no vuelven y luego tienes añoranza cuando llega otro pequeño bebé a la familia.

Esto es para vosotros Alfredo, Inma y la pequeña Emma.

Ojalá podamos conocerla pronto.

¡Muchas gracias!

Recordar que podéis seguirme en Facebook Mami Me Mima blog, también en Instagram @mamimemimablog y si tenéis alguna consulta personal podéis escribirme al correo blogmamimemima@gmail.com y estaré encantada de ayudaros.

¡Nos vemos!