Taller de Cuidados en la mujer y Crianza con Apego en el primer año de vida

«Antes de conocerte ya te quería

Antes de que nacieras ya te amaba

Antes de que tuvieras una hora de nacido ya moría por ti.

Ése es el milagro del amor de madre»

Maureen Hawkins

Hoy os traigo los post del último taller de Mami Me Mima, un taller precioso y muy completo para futuros papás y mamás, donde vamos a ver los cuidados básicos que hay que tener en los meses de embarazo y en las semanas de postparto, también hablaremos del famoso baby blues y de la depresión postparto y la diferencia que existe entre ambos.

También hablaremos del primer año de vida del bebé, como crear un vínculo de apego seguro y las primeras nociones de crianza respetuosa, tanto en la introducción de alimentos como en el sueño.

Para terminar el taller, también hablaremos del ambiente preparado en este primer año de vida, para ese desarrollo óptimo y asentar las bases de la crianza respetuosa.

El taller os va a aportar mucha información sobre los cuidados para la mamá. mucha seguridad para crear un vínculo seguro con vuestro bebé, además de las primeras nociones de la crianza respetuosa para los memomentos del día a día.

¿Os apetece acompañarme?

Nos vemos el sábado 24 de abril a las 10:00 horas

Y recuerda…

– Los talleres son online, con la plataforma Zoom

– El precio por persona es de 30€

– Pero si podéis asistir la pareja, el precio se quda en 55€ para los dos

– Al finalizar el taller os mandaré información adicional relacionada con todo lo que hemos hablado

– Las plazas son limitadas, con el objetivo de crear tribu y poder hablar y expresarnos todos con total confianza

– Sólo por asistir a culauiera de los talleres de Mami Me Mima, tendréis un descuento especial para los Asesoramientos Familiares

¡Gracias Familias! Y ¡Feliz Crianza!

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Taller de Cuidados en el Embarazo y Postparto y Crianza con Apego Seguro y Respetuosa en Ikigai Family

«Ningun lenguaje puede expresar el poder, la belleza y el heroísmo del amor de una madre»

Edwin H. Chapin

Volvemos a mi querido Ikigai Familiy para un nuevo taller presencial.

Un taller muy completo y cuidado, dirigido a futuros papás y también a papis recientes.

El taller se divide en dos bloques, en el primer bloque hablaremos de la importancia del cuidado y autocuidado durante el embarazo y el postparto.

También abordaremos el estrés en el embarazo y en el parto y qué podemos hacer para que nuestros bebés no sufran las consecuencias de este estrés.

Vamos a hablar del baby blues y de la depresión postparto, en qué se diferencian y cómo pueden detectarlo y ayudarnos las personas que están a nuestro alrededor.

Durante el segundo bloque vamos a abordar la crianza con apego seguro y respetuosa en el primer año de vida del bebé.

Hablaremos de la importancia de esta crianza con apego, qué podemos hacer para que nuestro bebé desarrolle este apego seguro tan importante para su desarrollo y para toda su vida.

También abordaremos la introducción de alimentos de forma respetuosa, el Baby Led Weaning.

Os hablaré del sueño, cómo es el sueño en estos primeros meses, cuántas horas tienen que dormir a lo largo del día y qué podemos hacer para que sea un buen descanso.

Por último, también os invitaré a hacer un desarrollo del entorno respetuoso en casa, un ambiente preparado para que vuestro pequeño se desarrolle plenamente, en libertad y con respeto a su desarrollo y movimiento.

Este precioso taller tendrá lugar el 6 de marzo en Ikigai Family de 17:00 a 20:00 horas

C/ Belvís del Jarama, 6 Alcalá de Henares

información y reservas en:

infoikigaifamily@gmail.com

blogmamimemima@gmail.com

Tl. 664 537 106

Precio 30€ por perona y 55€ por pareja

Las plazas son muy limitadas y con todas las medidas sanitarias.

¡Gracias familias! ¡Os espero!

Masaje Infantil y Vínculo

“Cuando los padres disfrutan realmente la compañía de sus hijos se convierten en los mejores maestros que los niños puedan tener”

Glenn Doman

Elena trabaja en Casa Grande, es una maravillosa profesional, pero como persona es todavía mejor.

Llevamos un tiempo hablando y conectando y me encanta que haya escrito este post tan bonito y tan especial, este post que me pone los pelos de punta al recordar esos masajitos que le hacía a mi Pequeño Caballero de bebé y que todavía le hago cuando salimos del baño.

Que importante es el contacto, el amor incondicional, el respeto y el demostrarlo, claro.

Gracias Elena por tus palabras, sabes que esta es tu casa, aunque estés empezando tu aventura con Lloviendo ideas, aquí y en mí siempre tendrás tu huequito.

Os animo a seguirla, a escucharla y a quererla tanto como yo, porque tiene mucho que decir sobre la infancia, nos puede ayudar mucho con todos sus conocimientos, sus ideas y sus vivencias.

Y ahora, sí que sí, os invito a leer este post tan bonito, os invito a cerrar los ojos y volver a sentir a vuestros bebés y sobre todo os invito a retomar esos momentos especiales de tacto y contacto con vuestros hijos, grandes o pequeños.

¡Gracias de corazón Elena!

En muchas ocasiones, cuando hablo sobre masaje con las familias que acaban de tener un bebé o tienen un peque más mayorcito, siempre aparece en la conversación el tema del tiempo.

Parece que es algo complicado sacar un hueco en el que el bebe esté tranquilo, en el que no haya nada que hacer, en el que podamos disfrutar de un ratito de masaje…parece que además tiene que coincidir con el baño, sin que haya comido, …Uff, ¡cuántos impedimentos!

Pongámonos en situación. Con un bebé pequeñito, entre toma y toma me queda el tiempo justo para cambiarle el pañal y descansar un rato. Cuando el bebé es más mayor no hay forma de que se mantenga tumbado, y si ya en vez de un bebé es un niño, parece que sus preferencias no son precisamente que le den un masaje.

Es verdad que cuando hay un bebé recién nacido es complicado organizarse para hacer ciertas cosas, los tiempos se alargan, tardas más en prepararle, luego tiene hambre, luego hay que cambiarle…y cuando son más mayores están en una etapa en la que el movimiento es fundamental.

Por eso hoy me gustaría que cambiáramos la mirada hacia el masaje. Que no lo veamos sólo como una actividad que tenemos que preparar con antelación, sino que sea una opción que podamos aprovechar para introducir en los momentos del día a día.

El masaje infantil no consiste sólo en aplicar determinados movimientos sobre el cuerpo de nuestros hijos. Cuando hablamos de masaje infantil hablamos de vínculo, hablamos de un momento de relajación, de un momento de disfrute, y de disfrute compartido. Hablamos de un momento en el que, sobre todo, lo que cuentan son nuestras miradas, nuestra postura, nuestra respiración, nuestras palabras, ….

Vimala McClure, ideó un programa de masaje infantil, del que se obtienen multitud de beneficios, basado en una secuencia de movimientos por todo el cuerpo. A través de la estimulación táctil, el bebé conecta con su cuerpo, con sus emociones y con su entorno. El tacto nutritivo es una potente herramienta de comunicación entre padres e hijos, que además tiene beneficios para el sistema nervioso, endocrino, muscular, circulatorio, regula patrones de sueño, temperatura, respiración, …y aporta grandes beneficios cuando existen problemas de cólicos.

Habrá momentos en los que podamos estar tranquilos, en un espacio acogedor. Podremos preparar una mantita o colchoneta en el suelo, bajar un poco el nivel de luz, tener a mano un poquito de aceite de almendras, y tomar unas cuantas respiraciones para relajarnos y poder transmitir esa calma a nuestros bebés. En ese momento, en el que nuestro bebé está tranquilo pero despierto, podremos empezar a masajear suavemente pero con firmeza sus piernas, sus brazos, relajándole cuando hacemos movimientos desde el centro de su cuerpo hacia el exterior, o estimulándole si los hacemos desde el exterior hacia el centro del cuerpo. En esos momentos podremos hablar con voz pausada, cantar una dulce melodía y transmitirle con nuestras palabras, nuestra mirada y nuestras manos todo el amor que tenemos para él.

En otras ocasiones no habrá tiempo para prepararse, igual sólo contamos con el ratito en el que el bebé está tomando pecho y podremos aprovechar acariciar sus pies o sus manos mientras le miramos. O tal vez el momento que tenemos es el de cambiarle de ropa, mientras le desvestimos y/o vestimos, y ahí podremos hacer suaves movimientos por sus piernas, su tripa, su pecho o su espalda.

O quizás, si son más mayores, podremos aprovechar canciones en las que se nombren diferentes partes del cuerpo para tocarlas con ellos, hacerles conscientes de que están ahí y hasta donde llegan y aportarles de otra manera todos esos beneficios del contacto. O podremos inventar historias en sus espaldas, en las que los animales caminan de diferentes formas, mientras nosotros recorremos con los dedos, las manos, con más o menos presión, punteando o haciendo líneas…

Sea como sea, lo más importante es que exista ese contacto. Sea como sea, lo más importante es que se nutran de nuestra mirada de respeto y amor.

Con esto no quiero decir que sea algo que debemos tomar a la ligera. El masaje infantil es algo muy serio, en lo que entra en juego nuestro estar, la forma en cómo miramos a nuestros hijos, las expectativas que tenemos puestas en ellos, entra en juego una parte física en la que podemos alterar o relajar sus sistemas, entra en juego la comunicación y el vínculo que tengamos con nuestro bebé, entra el respetar sus tiempos, sus ganas y sus motivaciones…

“Tan difícil de tan simple” como decía Leboyer.

Os animo a probar, si no lo habéis hecho ya, a tener ese contacto nutritivo con vuestros peques. A retomarlo si lo hacíais cuando era bebé y habéis dejado de hacerlo. Y a ser creativos para inventar la manera en la que encaje en vuestra familia.

Si queréis saber más, podéis visitarme en https://lloviendoideasblog.wordpress.com/ donde iré publicando algunas ideas para trabajar el masaje en casa o escribirme a hola.lloviendoideas@gmail.com

Elena Rodríguez

Lloviendo ideas

Espero que os haya emocionado a todos.

Y recordar que también estoy en Facebook Mami Me Mima blog, en Instagram @mamimemimablog y para cualquier consulta podéis escribirme al correo blogmamimemima@gmail.com

¡Muchas gracias familias!

Nuestro papel en el juego de los niños durante los primeros años

“La forma en la que hablamos a los niños se convierte en su voz interior”

Peggy O´Mara

Si me seguís en redes sociales, últimamente os estoy hablando del acompañamiento en el juego por parte de los adultos, es decir, nuestro papel como mamá, papá o educador cuando nuestros pequeños están jugando.

Seguramente muy pocos os habéis preguntado qué podéis hacer con ellos, ¿Los dejáis libres mientras vosotros aprovecháis para hacer otras cosas? ¿Os gusta dirigir sus juegos y darles instrucciones para que “jueguen correctamente”? ¿Os sentáis a su lado a disfrutar? ¿Os sentáis a su lado y estáis pendientes del móvil?

Como veis, se pueden adoptar muchos roles en el juego del niño.

El juego es una necesidad básica en la vida del niño desde el principio. Mediante el juego conoce el mundo que le rodea, aprende, experimenta e investiga. El juego, se podría decir, que es la gasolina para el desarrollo óptimo del cerebro del niño. No es una pérdida de tiempo.

Pero en este juego, los adultos que están con el bebé tienen un papel clave.

El desarrollo y el estímulo que se obtenga de los adultos en los primeros años de vida es primordial para desarrollar las habilidades intelectuales del niño. A través del juego desarrollan sus habilidades físicas, psicológicas, sociales y emocionales, potencia sus talentos, habilidades e intereses, les ayuda a aprender qué es la vida ayudándoles a integrar toda la información que les llega.

Nosotros como adultos debemos estar ahí tanto físicamente como mentalmente, ellos tienen que sentir que formamos parte de su juego.

El primer año del bebé es vital para todo su desarrollo tanto emocional como intelectual, y es vital que los adultos estén continuamente acompañando a ese bebé.

Vamos a dejar atrás la idea “no le cojas en brazos que se acostumbra” “déjale llorar para que aprenda” “déjale en la hamaca para que se esté quietecito”.

No, el bebé no se acostumbra a los brazos, el bebé necesita ser cogido en brazos, necesita el calor de su mamá o de sus cuidadores, necesita saber que sus demandas van a ser satisfechas, el bebé no tiene que llorar horas y horas y sentirse abandonado, debe estar acompañado en todo momento, es vital el desarrollo del vínculo y del apego seguro para su óptimo desarrollo emocional y cerebral y para su futuro.

Cuando empiezan sus primeras investigaciones, sus primeros juegos, nosotros debemos estar a su lado. El bebé explora el entorno seguro, se empieza a mover, descubre objetos, pero para que esto lo haga de manera segura necesita desarrollar una seguridad afectiva con su cuidador y para ello ¿Qué debe hacer ese cuidador?

Lo más importante es estar disponible para el bebé, estar atentos a él, a sus movimientos. Ofrecer un entorno seguro de juego, sin peligros, ofrecer juguetes sencillos y dejar que los manipulen y los investiguen libremente y de manera autónoma, solo teniendo en cuenta su seguridad y bienestar.

No hay que juzgar, no hay que inferir en ese juego y en ese aprendizaje, podemos hablarle de lo que está haciendo, por ejemplo “Anda, cuantas telas bonitas tienes” pero nunca guiarles en el juego, dejar que sean ellos mismos quienes descubran todas las posibilidades que tienen.

Nuestro tono de voz debe ser suave, afectuoso, lleno de amor, con una mirada tranquila, siempre debemos estar a su altura y mirarles a los ojos.

Es importante saber que las emociones se pegan. ¿Qué quiere decir esto? muy sencillo, que las emociones que tenemos los adultos las van a notar los pequeños con los que estamos, se las vamos a transmitir gracias a unas neuronas llamadas neuronas espejo que se activan cuando la otra persona ejecuta una acción. Por ello es importante estar tranquilos, conocer nuestras emociones para de esta manera poder ayudarles a conocer las suyas propias cuando sea necesario.

El acompañamiento emocional es muy importante en el juego. Los niños deben sentirse acompañados en todo momento, deben sentir tu seguridad para su desarrollo óptimo. Cuando existe una frustración, una explosión o rabieta o, incluso, una alegría por haber conseguido un objetivo, nosotros debemos estar ahí para acompañarles, apoyarles y para ayudarles en caso de necesidad. Otro día os hablaré de cómo actuar ante estas explosiones emocionales o rabietas y de cómo acompañarlas.

Por eso es importante nuestra presencia con todos nuestros sentidos, aunque ellos estén jugando sin hacernos caso, debemos seguir acompañando y por supuesto cuando nos necesiten, siempre debemos estar ahí, siempre hay que coger a los niños, siempre hay que hablarles con calma, siempre hay que estar a su altura, siempre debemos dejar nuestro ego adulto a un adulto, siempre debemos expresar las emociones que sentimos, nunca debemos dejarles llorar, aunque para nuestro ego adulto ese llanto sea una tontería, para ese niño, para ese bebé ese llanto tiene un significado muy grande que debemos ayudar a sacar.

¿Qué pretendo decir con esto?, pues que todos los adultos debemos ser un ejemplo para los niños.

Los niños aprenden de manera individual y autónoma, por eso no debemos dirigir su aprendizaje, no hay que enseñar nada para lo que no estén preparados ni sobrestimular. Lo más importante es esa libertad de movimientos para su libre investigación y por supuesto, el respeto hacia la etapa en la que se encuentra, ya que no se nos tiene que olvidar que son niños.

Nosotros, en nuestro papel de mamá, de papá o de educador, debemos observar y escuchar, debemos atenderles, ayudares, protegerles, debemos pedir perdón cuando sea necesario, empatizar con sus emociones y tomarnos en serio sus necesidades.

Pero, ¿Qué pasa con los castigos? Esta es otra idea que debemos desechar ya que los castigos lo único que hacen a nuestros hijos es generar desconfianza, mellar su autoestima, humillar a los niños y llenarlos de tristeza. ¿De verdad queréis todo esto para vuestros pequeños? Yo espero que no.

Los niños pequeños tienen unas necesidades muy básicas que deben ser atendidas por el adulto:

  • Necesidad de contacto.
  • Necesidad de atender sus necesidades básicas y emocionales.
  • Necesidad de atención.
  • Necesidad de llanto, ya que durante un tiempo es su única forma de comunicación.
  • Necesidad de sentirse seguros para explorar y atender.

Si estas necesidades están cubiertas al completo, vuestros pequeños se irán desarrollando de forma óptima y segura, desarrollando un vínculo y un apego seguro, base fundamental para el desarrollo óptimo cerebral y para todo su futuro.

Recordar que los primeros tres años de vida son fundamentales para el desarrollo óptimo de los niños, es la base para todo su futuro, los cimientos de una casa.

Os animo a participar activamente del juego de vuestros hijos, no dejéis de acompañarles, ellos están marcando las bases de su aprendizaje, pero nosotros también estamos aprendiendo mucho de ellos.

Muchas gracias familias, espero haberos ayudado.

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La importancia del Apego

«Confiar en ti mismo no garantiza el éxito, pero no hacerlo garantiza el fracaso» Albert Bandura

Posiblemente habréis escuchado muchas veces la palabara Apego y la importancia de crear un Apego seguro con vuestros hijo, pero ¿Qué es el Apego? ¿Realmente hay que otorgarle esa importancia? Voy a intentar indagar en lo más profundo de esta palabra y así podréis decidir vosotros mismos como mamis y papis si os gusta o no.

El Apego, es un conjunto de vínculos afectivos entre personas que tienen el objetivo de propocionar proximidad para conseguir seguridad y protección en cualquier situación o contexto que puedan resultar amenazante (John Bowlby). Estos vínculos se modifican con el tiempo dando lugar a cuatro fases en el desarrollo del apego:

FASE 1: SENSIBILIDAD SOCIAL INDISCRIMINADA: Hasta los 2 meses. Pre-apego. De esta fase dependerá el desarrollo del apego en fases posteriores. Está vinculada a las necesidades de supervivencia y seguridad y a su capacidad innata para llamar la atención del cuidador. El recién nacido no mostrará preferencias por ninguna figura de apego, sino que aceptará el cuidado de los adultos que le rodean. En esta fase se establecen las condiciones necesarias para la formación del vínculo de apego. Los adultos permanecen cerca para satisfacer las necesidades del bebé.

FASE 2: SENSIBILIDAD SOCIAL DISCRIMINADA: Entre los 2 – 7 meses. Coincidiendo con el desarrollo visual, el niño comienza a distinguir lo que le rodea y a las personas conocidas. Comenzará a mostrar un mayor interés por los cuidadores primarios, pero no rechaza el contacto con otros adultos, pero todavía no se puede hablar de vinculación afectiva.

FASE 3: APEGO DEFINIDO: Entre los 7 – 14 meses. Se empiezan a desarrollar apegos específicos, el niño muestra mayor vinculación con determinadas figuras de apego y comienza el rechazo por el cuidado por parte de otros adultos. El desarrollo motor marca una diferencia, permite al niño buscar de forma activa el contacto con las figuras de apego. Las interacciones están marcadas por el llamado «egocentrismo» del niño, que todavía no tiene la capacidad de comprender las interacciones y necesidades de la figura de apego y no es capaz de acomodar su comportamiento a las exigencias de los adultos.

FASE 4: FORMACIÓN DE LA RELACIÓN RECÍPROCA: A partir de los 2 años. La reducción de egocentrismo y la superación del mismo hace que el niño sea consciente de los sentimientos, metas e intenciones de los demás. El desarrollo del lenguaje es vital para ir provocando una regulación externa e interna del comportamiento. Aquí se puede empezar a hablar de una relación recíproca entre ambas partes.

Existen tipos de apego, para identificarlos Mary Ainsworth, pionera en la teoría del apego, ideó la situación extraña, que permitía observar las reacciones del niño en situaciones de interacción con el cuidador y la ausencia de figuras adultas. A través de esta técnica, se ha identificado 4 patrones de apego:

PATRÓN DE APEGO SEGURO: Se caracteriza por la capacidad del niño para utilizar la figura de apego como una base segura para explorar entornos desconocidos de forma activa, independiente, pero manteniendo un contacto visual con el cuidador. Ante la desaparición de las figuras de apego, el niño puede protestar pero el reencuentro es positivo y anula cualquier sentimiento negativo. Este tipo de patrón facilita el desarrollo psicológico y social del niño, favoreciendo el establecimiento de modelos de interacción positivos que podrán extenderse más allá de los cuidadores principales. El apego seguro redunda positivamente en el autoconcepto, la autonomía, la autoeficacia y la empatía, además de en la capacidad de iniciar y mantener relaciones interpersonales. Se consigue cuando las necesidades del niño están cubiertas y atendidas, el cuidador es sensible a estas necesidades y las atiende con regularidad.

PATRÓN DE APEGO INSEGURO/HUIDIZO: Propio de los niños que tienen una capacidad explorativa activa y totalmente independiente, dado que ignoran a los cuidadores e incluso evitan la proximidad y el contacto con ellos. No muestran interés ante la separación de la figura de apego, el reencuentro resulta indiferente e incluso tienden a evitar tanto el contacto físico como visual con sus cuidadores.

PATRÓN DE APEGO INSEGURO RESISTENTE/AMBIVALENTE: Se caracteriza por una baja capacidad exploratoria y un alto nivel de ansiedad. Los niños suelen aferrarse a la figura de apego, aunque también muestran resistencia a la proximidad. Exhiben angustia en la separación, además son muy difíciles de consolar en el reencuentro.

PATRÓN DE APEGO INSEGURO DESORGANIZADO/DESORIENTADO: Propio de niños que en situaciones de separación se encuentran aturdidos, confundidos, presentan temor hacia las figuras de apego, aunque en situaciones novedosas buscan su protección. Se caracteriza por mostrar patrones extraños huidizos y resistentes y manifestación de miedos hacia la figura de apego. Estos patrones están relacionados con problemas de adaptación social, trastornos de conducta, agresión, conducta antisocial y conductas delictivas.

Por medio de las conductas de apego, el recién nacido atrae a los adultos incitándoles a la interacción, esto contribuye la base para la formación del apego. A través de conductas como la sonrisa, las vocalizaciones, los balbuceos, el seguimiento visual, el llanto, etc los bebés indican a sus cuidadores cuándo y cómo deben relacionarse con ellos y cuáles son sus necesidades inmediatas.

Este primer vínculo que se establece entre el bebé y su mamá va a tener una gran influencia en los sucesivos patrones de relación que se van a ir forjando con otras personas a lo largo de la vida. Este vínculo es el resultado de la interacción entre ambos (mamá y bebé) a través de un conjunto de pautas de conducta específicas que tienen lugar en el entorno natural durante los primeros meses de vida.

El bebé nace inmaduro, su desarrollo es bastante lento y el vínculo de apego tarda en desarrollarse, va tomando conciencia de la figura materna muy lentamente y solo cuando adquiere la movilidad autónoma establece un vínculo de apego con ella y busca su proximidad activamente. Durante los primeros meses, es la madre la que se muestra más activa en la búsqueda de la proximidad.

El sistema de apego tiene la función de dar seguridad en el desarrollo a través de la proximidad. Dura toda la vida, aunque la forma de demostrarlo va cambiando y las personas a las que se demuestra también va cambiando.

El apego es un vínculo de confianza indispensable para todo el desarrollo del niño, incluyendo el desarrollo de su personalidad. Es vital el cuidado de las figuras cercanas al bebé para que se pueda desarrollar este vínculo que va a influir en toda su vida y en todas sus relaciones.

Como podéis comprobar, mamis y papis, crear un apego seguro con vuestro hijo es vital para su futuro, para ello debéis atender correctamente todas sus demandas, hay que poner límites, pero también hay que estar ahí, ser cercanos y empáticos, ayudarles a descubrir el mundo que les rodea, lo que no significa hacerlo todo por ellos. Hay que darles libertad, pero manteneros cerca siempre. El apego es fundamental para el desarrollo integral del bebé, crear este apego seguro va a marcar todo el futuro de vuestro hijo, no dejéis que nadie os diga esto o lo otro, como padres es esencial que os sintáis bien y a gusto con la crianza de vuestros hijos, porque nadie mejor que vosotros conoce a vuestros hijos y sus necesidades. Eso sí, utilizar la coherencia y tener presente la poca conciliación laboral y familiar que existe, por desgracia.

Cada paso que deis con vuestro bebé va a ser decisivo para la persona que será en un futuro.

Coger, disfrutar y jugar con vuestro hijo, que todos estos momentos son únicos y no vuelven.

Espero haberos ayudado, mucho ánimo a todos en esta dura tarea que es la crianza.