STOP TV

“Nada enciende más la mente de un niño como jugar”


Dr. Stuart Brown

En casa no hemos sido de poner la tele mucho al Pequeño Caballero o de utilizar el móvil para entretenerle… no soy muy partidaria de estas prácticas tan poco educativas…

Pero he de reconocerlo… Durante el confinamiento se nos fue de las manos…

Mucha tele, pero también mucho YouTube.

Luego el verano en el pueblo fue maravilloso y reparador en cuanto a pantallas. Pero a la vuelta, yo en casa, con taaantas cosas que hay que hacer… volví, volví a caer en la magia de la caja tonta…

Le pongo un ratito la tele por las mañanas y así yo recojo y puedo hacer la comida.

Le pongo un ratito la tele por las tardes así merienda mejor.

Le pongo un ratito la tele por las tardes-noches así yo, que ya estoy cansada, tengo un ratito para mí.

Le pongo un ratito la tele antes de dormir porque así podemos hablar nosotros tranquilos sobre nuestro día.

Pues poco a poco esos ratitos cada vez eran más largos, con menos control mío y más control suyo.

Seguro que a vosotros os suenan algunas de estas frases también…

Ya cambia de canal, sube el volumen, se pone histérico si no ve lo que le gusta, imita todo (frases, movimientos, hasta las entradillas de las series)

El carácter del Pequeño incluso cambió, se volvió muy pegón, lloraba continuamente, imitaba constantemente a personajes de la tele, incluso llegó a afectarle al sueño con muchos despertares y pesadillas.

Yo era consciente de este aumento de tele y de mi desconexión con él.

No fue una decisión pensada o meditada en familia la verdad, fue una decisión drástica después de unas semanas muy duras por parte de los dos.

Llegamos a casa y puse la televisión en stand by. Él la enciende, pero no se ve nada. Así de fácil, ya no hay tele, de tanto verla ha decidido que ya no se enciende más.

No hubo rabietas, no hubo muchas preguntas. Creo que era algo que necesitábamos los dos.

Ahora nuestro día transcurre haciendo todo juntos.

Cocinamos juntos, limpiamos juntos, hacemos las camas, recogemos, ponemos y tendemos la lavadora. Está implicado en cada cosa de la casa porque él quiere, por su predisposición innata a ayudar, porque los niños son así y nosotros debemos aprovecharnos de eso.

También los cuentos están presentes, elegimos, leemos, cantamos, los representamos en cualquier momento del día.

Los dibujos. Cogemos muchas hojas de papel y colores y pintamos mucho, garabateamos, inventamos juntos.

Nuestras bandejas sensoriales y minimundos también dan mucho juego y mucho desarrollo a todos los niveles.

Juegos, juegos y más juegos. Juego simbólico, juegos imaginativos, juegos dirigidos, pero juntos.

Hemos aprendido a disfrutar mucho más juntos, a dejar el móvil de lado y mirarnos nosotros. Hemos sacado juguetes que ni nos acordábamos que teníamos, pero lo más importante, hemos pasado mucho tiempo juntos. Aprendiendo el uno del otro, riendo, cantando, inventando y siendo felices.

Nuestras salidas al campo, diario e imprescindible cuando el tiempo acompaña. Descubriendo juntos nuevos rincones, con la bici, con el carro de muñecas, con los dinosaurios (que ya casi me he aprendido los nombres) y con la pelota.

Nuevos Lugares

Y a nuestra querida Casa Grande, donde también nos han ayudado mucho con este tema y han ido viendo los cambios en él.

Hemos creado momentos y recuerdos preciosos, ahora sí que puedo decir que este tiempo es un regalo junto a mi hijo y sin distractores de por medio.

El Pequeño Caballero está mucho más tranquilo, ha vuelto a su ser y las noches son más tranquilas también.

Yo también estoy más tranquila, hemos modificado algunas rutinas y rituales diarios para conectarnos más y la diada mamá-hijo es cada día más fuerte.

Cada vez estoy más contenta de esta decisión que interfería en nuestros momentos y en nuestras conversaciones como familia.

Muchos me tachan de exagerada, me da igual, nunca me han importado los juicios en cuanto a la educación y crianza de mi hijo, porque de lo que sí estoy segura es de que no voy a tomar el camino fácil, no voy a hacer lo de siempre, no voy a repetir patrones que no sean respetuosos con mi pequeño y no voy a dejarme llevar por esos juicios absurdos del resto del mundo.

Si tú también quieres romper estos patrones, quieres decir Stop TV, quieres una crianza respetuosa, ponte en contacto conmigo y te informaré sobre todos los talleres que tengo, además de las consultas individuales y personales para cada caso y cada familia.

Recordar que podéis encontrarme en Facebook Mami Me Mima blog y en Instagram @mamimemimeblog y para cualquier consulta, no dudéis en escribirme a blogmamimemima@gmail.com

¡Muchas gracias familias! Y ¡Feliz Crianza!

Anuncio publicitario

Nuestro papel en el juego de los niños durante los primeros años

“La forma en la que hablamos a los niños se convierte en su voz interior”

Peggy O´Mara

Si me seguís en redes sociales, últimamente os estoy hablando del acompañamiento en el juego por parte de los adultos, es decir, nuestro papel como mamá, papá o educador cuando nuestros pequeños están jugando.

Seguramente muy pocos os habéis preguntado qué podéis hacer con ellos, ¿Los dejáis libres mientras vosotros aprovecháis para hacer otras cosas? ¿Os gusta dirigir sus juegos y darles instrucciones para que “jueguen correctamente”? ¿Os sentáis a su lado a disfrutar? ¿Os sentáis a su lado y estáis pendientes del móvil?

Como veis, se pueden adoptar muchos roles en el juego del niño.

El juego es una necesidad básica en la vida del niño desde el principio. Mediante el juego conoce el mundo que le rodea, aprende, experimenta e investiga. El juego, se podría decir, que es la gasolina para el desarrollo óptimo del cerebro del niño. No es una pérdida de tiempo.

Pero en este juego, los adultos que están con el bebé tienen un papel clave.

El desarrollo y el estímulo que se obtenga de los adultos en los primeros años de vida es primordial para desarrollar las habilidades intelectuales del niño. A través del juego desarrollan sus habilidades físicas, psicológicas, sociales y emocionales, potencia sus talentos, habilidades e intereses, les ayuda a aprender qué es la vida ayudándoles a integrar toda la información que les llega.

Nosotros como adultos debemos estar ahí tanto físicamente como mentalmente, ellos tienen que sentir que formamos parte de su juego.

El primer año del bebé es vital para todo su desarrollo tanto emocional como intelectual, y es vital que los adultos estén continuamente acompañando a ese bebé.

Vamos a dejar atrás la idea “no le cojas en brazos que se acostumbra” “déjale llorar para que aprenda” “déjale en la hamaca para que se esté quietecito”.

No, el bebé no se acostumbra a los brazos, el bebé necesita ser cogido en brazos, necesita el calor de su mamá o de sus cuidadores, necesita saber que sus demandas van a ser satisfechas, el bebé no tiene que llorar horas y horas y sentirse abandonado, debe estar acompañado en todo momento, es vital el desarrollo del vínculo y del apego seguro para su óptimo desarrollo emocional y cerebral y para su futuro.

Cuando empiezan sus primeras investigaciones, sus primeros juegos, nosotros debemos estar a su lado. El bebé explora el entorno seguro, se empieza a mover, descubre objetos, pero para que esto lo haga de manera segura necesita desarrollar una seguridad afectiva con su cuidador y para ello ¿Qué debe hacer ese cuidador?

Lo más importante es estar disponible para el bebé, estar atentos a él, a sus movimientos. Ofrecer un entorno seguro de juego, sin peligros, ofrecer juguetes sencillos y dejar que los manipulen y los investiguen libremente y de manera autónoma, solo teniendo en cuenta su seguridad y bienestar.

No hay que juzgar, no hay que inferir en ese juego y en ese aprendizaje, podemos hablarle de lo que está haciendo, por ejemplo “Anda, cuantas telas bonitas tienes” pero nunca guiarles en el juego, dejar que sean ellos mismos quienes descubran todas las posibilidades que tienen.

Nuestro tono de voz debe ser suave, afectuoso, lleno de amor, con una mirada tranquila, siempre debemos estar a su altura y mirarles a los ojos.

Es importante saber que las emociones se pegan. ¿Qué quiere decir esto? muy sencillo, que las emociones que tenemos los adultos las van a notar los pequeños con los que estamos, se las vamos a transmitir gracias a unas neuronas llamadas neuronas espejo que se activan cuando la otra persona ejecuta una acción. Por ello es importante estar tranquilos, conocer nuestras emociones para de esta manera poder ayudarles a conocer las suyas propias cuando sea necesario.

El acompañamiento emocional es muy importante en el juego. Los niños deben sentirse acompañados en todo momento, deben sentir tu seguridad para su desarrollo óptimo. Cuando existe una frustración, una explosión o rabieta o, incluso, una alegría por haber conseguido un objetivo, nosotros debemos estar ahí para acompañarles, apoyarles y para ayudarles en caso de necesidad. Otro día os hablaré de cómo actuar ante estas explosiones emocionales o rabietas y de cómo acompañarlas.

Por eso es importante nuestra presencia con todos nuestros sentidos, aunque ellos estén jugando sin hacernos caso, debemos seguir acompañando y por supuesto cuando nos necesiten, siempre debemos estar ahí, siempre hay que coger a los niños, siempre hay que hablarles con calma, siempre hay que estar a su altura, siempre debemos dejar nuestro ego adulto a un adulto, siempre debemos expresar las emociones que sentimos, nunca debemos dejarles llorar, aunque para nuestro ego adulto ese llanto sea una tontería, para ese niño, para ese bebé ese llanto tiene un significado muy grande que debemos ayudar a sacar.

¿Qué pretendo decir con esto?, pues que todos los adultos debemos ser un ejemplo para los niños.

Los niños aprenden de manera individual y autónoma, por eso no debemos dirigir su aprendizaje, no hay que enseñar nada para lo que no estén preparados ni sobrestimular. Lo más importante es esa libertad de movimientos para su libre investigación y por supuesto, el respeto hacia la etapa en la que se encuentra, ya que no se nos tiene que olvidar que son niños.

Nosotros, en nuestro papel de mamá, de papá o de educador, debemos observar y escuchar, debemos atenderles, ayudares, protegerles, debemos pedir perdón cuando sea necesario, empatizar con sus emociones y tomarnos en serio sus necesidades.

Pero, ¿Qué pasa con los castigos? Esta es otra idea que debemos desechar ya que los castigos lo único que hacen a nuestros hijos es generar desconfianza, mellar su autoestima, humillar a los niños y llenarlos de tristeza. ¿De verdad queréis todo esto para vuestros pequeños? Yo espero que no.

Los niños pequeños tienen unas necesidades muy básicas que deben ser atendidas por el adulto:

  • Necesidad de contacto.
  • Necesidad de atender sus necesidades básicas y emocionales.
  • Necesidad de atención.
  • Necesidad de llanto, ya que durante un tiempo es su única forma de comunicación.
  • Necesidad de sentirse seguros para explorar y atender.

Si estas necesidades están cubiertas al completo, vuestros pequeños se irán desarrollando de forma óptima y segura, desarrollando un vínculo y un apego seguro, base fundamental para el desarrollo óptimo cerebral y para todo su futuro.

Recordar que los primeros tres años de vida son fundamentales para el desarrollo óptimo de los niños, es la base para todo su futuro, los cimientos de una casa.

Os animo a participar activamente del juego de vuestros hijos, no dejéis de acompañarles, ellos están marcando las bases de su aprendizaje, pero nosotros también estamos aprendiendo mucho de ellos.

Muchas gracias familias, espero haberos ayudado.

Podéis seguirme en Facebook Mami Me Mima blog, también en Instagram @mamimemimablog y también tenéis disponible el correo electrónico para cualquier consulta persona blogmamimemima@gmail.com

Juegos diferentes en casa

» Nada enciende más la mente de un niño como jugar» Dr. Stuart Browm

Lo primero ¡Feliz año familias! Y ¡Feliz noche de Reyes! Espero que ya tengáis todo preparado para la llegada de los Magos esta noche, de todas formas hoy os traigo unos juegos para realizar en casa sin necesidad de comprar tantos juguetes.

¿Os habéis fijado que a vuestros peques les encanta jugar y manipular todo tipo de objetos cotidianos que hay por casa?

Incluso, a veces, les gusta más este tipo de juego que sus propios juguetes.

Pues hoy os traigo dos ideas de juego sencillo que podéis realizar en casa y que a los más pequeños les encanta, se trata del Cesto de los Tesoros y el Juego Heurístico.

EL CESTO DE LOS TESOROS

Consiste en situar en el suelo una cesta llena de objetos de manera que los niños o el niño, sentados a su lado pueden acceder fácilmente a ellos. Esto permite al niño la posibilidad de explorar sensorialmente los objetos y de interesarse por muchas cosas que puede encontrar en su entorno, aprovechando así si la actividad espontánea.

Esta actividad se puede empezar a realizar cuando los niños ya son capaces de permanecer sentados durante cierto tiempo, hacia los 5 o 6 meses.

Los objetos que vamos a elegir para introducir en el cesto son muy importantes, nunca deben ser juguetes comerciales, ni objetos de plástico cuyo único estímulo sea el color, deben ser materiales que se puedan encontrar en casa, sin necesidad de que tengan una utilidad concreta.

Estos objetos deben ir renovándose poco a poco, cada 15 días más o menos, primero unos objetos y luego otros, no todos a la vez. Los objetos que permanecen van a ser el punto de referencia de los niños y los nuevos serán un nuevo estímulo para mantenerse activos y creativos.

Los objetos se pueden seleccionar en función de una serie de cualidades:

  • Tienen que ser de diferentes materiales (madera, mimbre, telas…)
  • Deben despertar al máximo los sentidos gracias a diferentes texturas, pesos, volúmenes, colores, sonidos, tratando así de proporcionar la mayor gama posible de experiencias sensoriales.
  • Deben de despertar el máximo interés en el niño, así que deben ser objetos cotidianos del día a día.

Algunos ejemplos de materiales pueden ser:

  • Objetos naturales: piedras, castañas, nueces, corchos, conchas, limones, manzanas, esponjas naturales, caracolas, ramas, hojas, un bote con arena.
  • Objetos de materiales naturales: tapones de corcho, pelota de lana, flauta de caña, cepillo de uñas, cepillo de dientes, cepillo para limpiar los platos, brochas (de afeitar, de maquillaje).
  • Objetos de madera: cajas, castañuelas, cucharas, cuenco, argollas, palos de miel, morteros, pinzas, cilindros, palos de madera.
  • Objetos metálicos: cucharas, llaves, latas sin ángulos, trompetas, moldes de pastel, embudo, armónica, silbato, cascabeles, triángulo, latas cerradas con garbanzos, colador, cadenas, campanas.
  • Objetos de piel, ropa o goma: monederos, bolsas, pelotas de diferentes tamaños, tubos de goma, muñeca de trapo, ositos de peluche, bolsas aromáticas, bolsas de terciopelo, bolsas de tela, tapón de baño, espátula.
  • Objetos de papel y cartón: libretas, papel de lija, papel de charol, cajas de cartón.
  • Objetos de vidrio: pomos de armario, espejos pequeños, botes pequeños, lágrimas de lámpara.

Todos estos objetos y el juego en sí deben ser supervisados por un adulto, ya que algunas piezas, dependiendo de la edad del pequeño, pueden llegar a ser peligrosas. Si observamos en algún momento del juego que alguna pieza no nos convence mucho para realizar un juego seguro, debemos apartarla inmediatamente. Pero lo más importante es, vuelvo a insistir, la supervisión del adulto en todo momento, ya que estamos jugando con objetos cotidianos, no con juguetes comerciales y homologados.

El Cesto de los Tesoros tiene unos objetivos de juego muy claros:

  • Desarrollar la capacidad de coordinación mano-boca.
  • Estimular auditiva, visual, táctil, olfativa y gustativamente.
  • Favorecer el conocimiento de los objetos de su entorno.
  • Favorecer al curiosidad innata para descubrir las cualidades de las cosas que encuentre a su alrededor.
  • Ofrecer la posibilidad de aprender por sí solo.
  • Desarrollar la capacidad de exploración
  • Estructurar el pensamiento.

Es importante que el adulto sea un mero observador del juego, sin intervenir en la acción pero al mismo tiempo ofreciendo seguridad al pequeño estando receptivo y disponible en todo momento.

EL JUEGO HEURÍSTICO

Su nombre se debe a la palabra griega “eurisko”, que quiere decir descubrir. Es un juego de descubrimiento, exploración y experimentación.

Es una actividad basada en la manipulación de objetos y son este tipo de acciones las que ponen las bases para la formación de conceptos y el aprendizaje de actitudes en relación con las personas y las cosas.

Gracias a este juego, se puede aprender la relación causa-efecto y conceptos como dentro-fuera o la noción de cantidad por ejemplo.

La actividad está pensada para niños entre os 12 y 24 meses, es decir, el periodo de tiempo entre que empiezan a caminar y aparece el lenguaje.

Para empezar a realizar el juego se necesitan tres tipos de materiales: objetos, contenedores y bolsas.

  • Los objetos: han de ser variados, no estar predeterminados y obtenerlos a partir del entrono común del niño. Deben ser fácilmente manipulables y susceptibles de ser combinados unos con otros. Se pueden utilizar materiales naturales, reciclados (bobinas de hilo, cintas, cuerdas, llaveros, botones, tapones, telas, rulos, pelotas, etc.) y materiales confeccionados, como pompones, bolsas de tela, ropa.
  • Los contenedores: recipientes para introducir diferentes materiales, como cajas de madera sin tapas por ejemplo.
  • Las bolsas: tantas bolsas como tipo de materiales escogidos, pueden ser de tela y con el tipo de material escrito y el dibujo de los objetos que contengan.

Es importante dividir el juego en dos partes, la exploración y combinación de objetos y para finalizar, la recogida de todos los objetos, dirigido por el adulto.

Se pueden coger las bolsas y repartirlas en varios contenedores en diferentes puntos de la sala, así el juego es completamente exploratorio y libre, descubriendo los diferentes puntos de actividad.

A la hora de recoger, el adulto debe intervenir para que los objetos sean guardados en sus bolsas correspondientes.

Los objetivos del juego son:

  • Permanecer un rato sentados.
  • Levantarse del suelo de forma autónoma.
  • Desarrollar la coordinación óculo-manual.
  • Coordinar los movimientos de las dos manos en acciones de combinación de objetos como apilar o encajar.
  • Realizar acciones como tapar o destapar, llenar o vaciar, meter y sacar, abrir y cerrar…
  • Ordenar y organizar objetos.
  • Experimentar e identificar sensorialmente las cualidades de los objetos.
  • Localizar objetos bajo alguna orden del adulto.
  • Establecer contacto visual con el adulto y expresarse verbalmente.
  • Establecer relaciones entre objetos.
  • Escoger libremente entre los materiales.
  • Adquirir el hábito de recoger.

Como he dicho anteriormente, el papel del adulto es fundamentalmente de observador, pero debe estar muy atento por si en algún momento debe retirar del juego alguna pieza peligrosa o defectuosa o rota.

Son dos juegos sencillos que se pueden realizar en casa, incluso cuando se junten los primos o amigos, podéis aprovechar y ponerlos en práctica, ya me contaréis los resultados.

Espero que os haya gustado y espero haber aportado algunas ideas para poner en práctica con vuestros peques y aprovechar así los duros días de invierno en casa.