La Lactancia es Vida

“La lactancia no aprisiona, la lactancia conecta, llena y libera”

Rocío Ramírez

La OMS recomienda alimentar a los bebés de leche materna exclusiva hasta los 6 meses y a partir de los 6 meses empezaría la alimentación complementaria, pero siempre teniendo como base la leche materna hasta los 12 meses.

Cuanto más se alargue la lactancia, más beneficio tendrá para el niño.

La leche materna es más digestiva para ese estómago inmaduro del recién nacido, favoreciendo así su maduración estomacal, además, disminuye el riesgo de padecer caries y el síndrome de muerte súbita, reduce el riesgo de obesidad en el bebé y además, gracias a los anticuerpos que tiene, ayuda a su sistema inmunológico, protegiéndole de infecciones respiratorias, de oído y alergias.

La lactancia además es vínculo mamá y bebé, produce un efecto relajante en ambos. Las hembras humanas somos los únicos mamíferos que damos de mamar cara a cara, viendo y acariciando al bebé.

Para la mamá también tiene muchos beneficios, reduciendo el riesgo de depresión postparto, reduciendo el riesgo de anemia, previniendo el cáncer de mama y el riesgo de osteoporosis después de la menopausia, además de ayudar a adelgazar a partir del tercer mes de lactancia.

Es muy importante que el primer agarre del bebé al pecho sea correcto, ya que si se da un mal agarre, hay muchas probabilidades de un abandono precoz de la lactancia.

Los bebés saben mamar instintivamente, es lo que se llama el agarre espontaneo, por eso es tan importante hacer el piel con piel mamá y bebé nada más nacer, para que lo primero que tome el bebé sea el pecho de su mamá y así ayudar a realizar un buen enganche y con ello una buena y correcta lactancia.

Antes de la llamada “subida de la leche” se da el calostro. Este calostro es vital para los primeros días, ya que es muy fácil de digerir, ayuda a la expulsión del meconio (su primera caca), contiene unos niveles muy altos de anticuerpos, de vitaminas y de minerales. Incluso si el bebé es prematuro, este calostro se adapta a sus necesidades, siendo todavía mucho más fácil de digerir.

Las madres producen la cantidad exacta de leche que sus bebés necesitan, siempre van a tener leche, porque cuanto más maman los bebés, más leche van a producir, por eso es tan importante la lactancia a demanda.

La composición de la leche varía a lo largo de la toma, al principio es mucho más aguada y la grasa se va a encontrar al final de la toma, por eso es importante que el pecho quede vacío del todo antes de ofrecer el otro. Además, la leche se va adaptando a las necesidades de los bebés, a su crecimiento, incluso por las noches ayuda a dormir mejor.

Todas las leches son buenas, todas las leches alimentan, vamos a dejar a un lado esos mitos de “tu leche no alimenta” porque no son verdad. Solo un 1% de las mujeres no pueden producir leche, a este trastorno se le llama hipogalactia.

En la producción de leche intervienen dos hormonas:

  • PROLACTINA: Sube cuando se expulsa la placenta y es la encargada de la producción de la leche. Por la noche está más alta, lo que ayuda a dormir tanto al bebé como a la mamá.
  • OXITOCINA: Es una hormona más emocional. Ayuda a ese enamoramiento del bebé cuando nace y es la responsable de la eyección de la leche. Se puede activar con estímulos auditivos o visuales o incluso cuando la mamá habla de su bebé.

Para una buena lactancia, es muy importante la postura del bebé que debe estar pegado a la mamá con su cabeza recta, nunca debe tener el cuello torcido para mamar. Es importante cambiar la postura del bebé al mamar, así que además de esta postura clásica, también pueden estar mamá y bebé tumbados.

En cuanto al agarre, el bebé debe tener la boca muy abierta y enganchar tanto el pezón como buena parte de la areola, con los labios hacia afuera, y debemos ver como succiona, es decir, debemos ver un pequeño movimiento en la parte de la mandíbula y del oído.

La lactancia no debe ser dolorosa, debe ser un momento único, de amor, de vínculo. Es normal que las primeras semanas los pechos duelan, los pezones duelan y estén resecos, es normal que durante los primeros días el enganche duela, pero nada más.

Las grietas, heridas y mastitis se deben a un mal agarre del bebé o que le bebé no vacía del todo el pecho, por ello es tan importante estar bien informadas, acudir a la matrona para que corrija ese agarre o esa mala postura y rodearte de buenos apoyos que te ayuden a seguir con la lactancia.

La mejor manera de curar estas grietas, heridas y mastitis es que el bebé siga mamando, además de un cuidado básico por parte de la mamá, como es una buena higiene con un jabón neutro, una crema (especial de farmacia) para hidratar el pezón y mantener los pechos al aire el mayor tiempo posible.

Puede ser que la mamá en algún momento tenga que tomar alguna medicación, debemos saber que muchos medicamentos son totalmente compatibles con la lactancia materna y ahora mismo disponemos de un gran recurso que nos ayuda a saberlo 100%. Se trata de la página e-lactancia.org donde nos indican si ese medicamento es o no compatible.

Muchas dudas que nos surgen a las mamás cuando damos el pecho es si nuestro bebé está bien alimentado, ya que no podemos controlar la cantidad de leche que le damos o de repente nos pide de mamar cada poco tiempo o cada mucho o notamos los pechos más vacíos de lo habitual.

Si el bebé hace unos 6 o 7 pises al día, si está feliz, contento, duerme tranquilo, hace deposiciones y claro, si coge peso, es que la lactancia va perfectamente.

A medida que el bebé va creciendo, tarda menos en mamar, también puede pasar que el bebé mame más a menudo en verano simplemente porque tiene sed, esto nos ha pasado a todas las mamis y nos preocupamos por si algo no va bien o por si algo ha cambiado de repente, pero no, tranquilas, todo sigue bien.

La lactancia debe ser un momento único, de disfrute, de calma, de amor. Debemos vivirla así y para ella es fundamental tener toda la información precisa, consultar dudas con los profesionales que tenemos a nuestro alcance como matronas o el propio pediatra de nuestro bebé, además existen grupos de apoyo a la lactancia donde otras mamás pueden ayudarnos con sus propias experiencias.

En mi caso pude dar el pecho al Pequeño Caballero hasta los 7 meses, mi incorporación al trabajo fue tan traumática que se me cortó la leche a las pocas semanas, pero tengo que decir que fue una experiencia maravillosa en todos los sentidos.

Claro que en ocasiones es duro, es un momento nuevo, que por mucha información que tengas a tu alrededor nunca sabes si lo haces bien o no, por eso es tan importante tener esos apoyos y no escuchar eso de “¿otra vez al pecho?” o “tu leche no alimenta” o “con la leche de farmacia vas a estar mucho más tranquila”. Pues no, yo estaba muy tranquila con mi pequeño al pecho, no necesitaba biberones.

Mi hijo mamaba cada dos horas y recuerdo perfectamente esas caras a mi alrededor cada vez que me lo ponía al pecho, así que decidí seguir mi instinto y dar el pecho cada vez que él me lo pedía, así conseguimos una muy buena lactancia, un gran vínculo, un precioso momento que era solo nuestro.

Las primeras semanas fueron duras claro que sí, nadie te prepara para el parto, para el postparto, para esas hormonas revoloteando, para ese cansancio extremo y esa preocupación 24 horas por ese bebé tan chiquitito que ahora depende de ti. Pero poco a poco  nos fuimos conociendo, nos fuimos asentando, nos fuimos encontrando y nos fuimos enamorando y tengo que reconocer que dar el pecho a mi bebé es la mejor decisión que tomé. Tuve momentos malos, que me llegaba a creer que no tenía suficiente leche, pero luego le miraba, gordito, feliz, relajado y todo se esfumaba.

Mamis y futuras mamis, buscar esa información, ese apoyo, superar esas primeras semanas para luego la recompensa tan bonita que os espera, la lactancia es vida, le vais a dar a vuestros hijos lo mejor que tenéis por naturaleza.

Y si no puede ser, no pasa nada, no sois peores madres, porque siempre vais a querer lo mejor para vuestros hijos y siempre las decisiones que toméis serán las más acertadas para ellos, porque para eso es vuestro bebé y tú eres su mamá.

Espero haberos resuelto algunas dudas y recordar que también estoy en FACEBOOK Mami Me Mima blog, en INSTAGRAM @mamimemimablog y en el correo electrónico blogmamimemima@gmail.com

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Necesidades Cerebrales del bebé

“La maternidad tiene un efecto humanizador. Todo se reduce a lo esencial”

Meryl Streep

En estos últimos meses he recibido algunas llamadas muy emocionantes de personas cercanas a mi diciéndome la mejor de las noticias ¡Estoy embarazada!

Que bonitos recuerdos me ha traído… justo por estas fechas hace ya tres años me enteré de mi embarazo del Pequeño Caballero, recuerdo perfectamente la alegría, la emoción, el miedo, las lágrimas, todo junto apareció en mi cuando vi ese positivo, así que me puedo poner en la piel de estas buenas amigas que están ahora mismo pasando por esto.

El embarazo es un momento de muchos cambios a muchos niveles para las mujeres. De repente tu cabeza hace un clic y nunca vuelve a ser la misma.

Es un momento para cuidarse, para mimarse, para estar tranquilas, para disfrutar de tu pareja y de tu barriga. No, no estás enferma, claro que no, estás embarazada y, como es lógico, no puedes estar al mismo ritmo que cuando no lo estás.

Ahora eres el refugio de una pequeña personita que se está creando dentro, de esa personita a la que ya quieres aunque no la hayas visto, así que durante las 40 semanas hay que tener en cuenta y saber todo lo que sucede en nuestro cuerpo, hay que leer, preguntar, no quedarnos con ninguna duda ya que nos enfrentamos a algo nuevo.

Es importante conocer la placenta, esa gran desconocida, esa barrera entre el mundo interior y el mundo exterior de nuestro bebé. Evita virus y bacterias además de compartir nutrientes, oxígeno y hormonas, además de recibir los neurotransmisores que le manda su mamá. Todo lo que vive la mamá lo vive su bebé a través de la placenta tanto física como emocionalmente.

El estrés afecta de forma muy negativa al bebé. Existen dos formas de estrés a lo largo del embarazo:

  • ESTRÉS NORMAL: El emocional, pensar en el momento del parto, los miedos normales generados por el propio embarazo y lo que sucederá después, esa montaña de emociones no hace ningún daño al bebé, su cerebro está preparado para soportarlo.
  • ESTRÉS CRÓNICO: Es muy perjudicial y puede alterar el desarrollo óptimo del bebé. Es el estrés que sufre la madre y no puede controlar, es intenso y crónico. Los bebés que han sufrido este tipo de estrés durante la gestación, serán bebés más irritables, nerviosos, estresados por ese exceso de estrés que no saben controlar. Este estrés impacta directamente en la amígdala y hace que no se conecten bien los dos hemisferios cerebrales.

Un parto estresante también genera niveles altos de estrés para el bebé. Una cesárea es un parto muy estresante ya que no nace por el canal preparado para el parto, por eso es tan importante el contacto piel con piel con el padre, aunque ya hay hospitales que dejan hacerlo incluso con la madre.

Los partos vaginales instrumentados también pueden llegar a ser muy estresantes, por ello insisto en el contacto piel con piel con la mamá y si con ella no puede ser, con el padre. De esta manera se recupera del estrés vivido gracias a la creación del vínculo.

El estrés sufrido por el bebé tanto en la gestación como en el parto, genera una pérdida de hipocampo y la única manera de recuperarlo es mediante cuidados y el vínculo, aportando a los bebés lo que necesitan en cada momento para su desarrollo emocional.

Si un bebé no recibe los cuidados adecuados a nivel emocional, tendrá una respuesta bioquímica equivocada y no se desarrollará un vínculo correcto con sus padres, lo que va a suponer  una base errónea en todas sus relaciones futuras.

Todos los bebés necesitan ese vínculo, necesitan crear ese apego seguro primero con sus padres y luego con todas las personas cercanas a él, necesitan respeto y sobre todo amor incondicional en todo momento para desarrollarse de forma adecuada y para que su cerebro se desarrolle de forma óptima.

El no tratar al bebé con cariño y amor puede dañar su metabolismo e intervenir en sus funciones emocionales.

Como veis, es muy peligroso que el bebé sufra estrés durante el embarazo, pero cuando ya ha nacido, los bebés también pueden sufrir estrés ¿Cuándo? Cuando les dejamos llorar, cuando no les cogemos en brazos, cuando duermen solos, cuando se separan de su madre o cuando no se atienden sus necesidades. Los bebés necesitan sentirse amados y cuidados en todo momento.

El estrés es una respuesta de nuestro cuerpo ante una situación de peligro. El hipotálamo responde mandando señales de huida (adrenalina), acelerando el corazón y movilizando los músculos. Se segrega cortisol en la glándula pituitaria, una energía extra para combatir ese peligro. Cuando la situación de estrés desaparece, el cortisol se reabsorbe y todo el cuerpo vuelve a la normalidad, pero si la situación de estrés permanece o es continua, se produce un exceso de cortisol en sangre, lo que afecta al sistema inmunitario, a su capacidad de aprender, a su equilibrio emocional, además de tener un efecto directo en la amígdala y en el hipotálamo.

Un bebé con exceso de estrés, es un bebé que necesita mucho más cuidados a nivel emocional y a nivel de vínculo y apego.

Durante el primer año son muy importantes los estímulos que ofrecen las personas que rodean al bebé ya que el primer año de vida deja huella biológica.

Los bebés no pueden gestionar por sí solos los niveles de estrés, así que son las personas que están a su alrededor quienes deben hacerlo. Cuando no se hace, se generan miedos e inseguridades, los bebés no saben cómo pedir lo que necesitan.

Este exceso de cortisol y estrés en bebés solo sucede cuando el adulto no le atiende correctamente.

La gestión del estrés durante el embarazo es vital para el desarrollo óptimo del bebé, pero como veis, el estrés también puede aparecer en los bebés durante los primeros meses si no son correctamente atendidos, por ello nuestro papel con nuestros hijos es esencial para su óptimo desarrollo cerebral y emocional.

Así que amigas embarazas, futuras mamis, aprovechar estos meses para descansar y cuidaros a vosotras y a vuestros bebés.

Espero haberos ayudado, recordar que podéis seguirme en Facebook Mami Me Mima blog, también en Instagram @mamimemimablog y si tenéis alguna consulta personal podéis escribirme al correo blogmamimemima@gmail.com y estaré encantada de ayudaros.

¡Muchas gracias familias!

La importancia del Apego

«Confiar en ti mismo no garantiza el éxito, pero no hacerlo garantiza el fracaso» Albert Bandura

Posiblemente habréis escuchado muchas veces la palabara Apego y la importancia de crear un Apego seguro con vuestros hijo, pero ¿Qué es el Apego? ¿Realmente hay que otorgarle esa importancia? Voy a intentar indagar en lo más profundo de esta palabra y así podréis decidir vosotros mismos como mamis y papis si os gusta o no.

El Apego, es un conjunto de vínculos afectivos entre personas que tienen el objetivo de propocionar proximidad para conseguir seguridad y protección en cualquier situación o contexto que puedan resultar amenazante (John Bowlby). Estos vínculos se modifican con el tiempo dando lugar a cuatro fases en el desarrollo del apego:

FASE 1: SENSIBILIDAD SOCIAL INDISCRIMINADA: Hasta los 2 meses. Pre-apego. De esta fase dependerá el desarrollo del apego en fases posteriores. Está vinculada a las necesidades de supervivencia y seguridad y a su capacidad innata para llamar la atención del cuidador. El recién nacido no mostrará preferencias por ninguna figura de apego, sino que aceptará el cuidado de los adultos que le rodean. En esta fase se establecen las condiciones necesarias para la formación del vínculo de apego. Los adultos permanecen cerca para satisfacer las necesidades del bebé.

FASE 2: SENSIBILIDAD SOCIAL DISCRIMINADA: Entre los 2 – 7 meses. Coincidiendo con el desarrollo visual, el niño comienza a distinguir lo que le rodea y a las personas conocidas. Comenzará a mostrar un mayor interés por los cuidadores primarios, pero no rechaza el contacto con otros adultos, pero todavía no se puede hablar de vinculación afectiva.

FASE 3: APEGO DEFINIDO: Entre los 7 – 14 meses. Se empiezan a desarrollar apegos específicos, el niño muestra mayor vinculación con determinadas figuras de apego y comienza el rechazo por el cuidado por parte de otros adultos. El desarrollo motor marca una diferencia, permite al niño buscar de forma activa el contacto con las figuras de apego. Las interacciones están marcadas por el llamado «egocentrismo» del niño, que todavía no tiene la capacidad de comprender las interacciones y necesidades de la figura de apego y no es capaz de acomodar su comportamiento a las exigencias de los adultos.

FASE 4: FORMACIÓN DE LA RELACIÓN RECÍPROCA: A partir de los 2 años. La reducción de egocentrismo y la superación del mismo hace que el niño sea consciente de los sentimientos, metas e intenciones de los demás. El desarrollo del lenguaje es vital para ir provocando una regulación externa e interna del comportamiento. Aquí se puede empezar a hablar de una relación recíproca entre ambas partes.

Existen tipos de apego, para identificarlos Mary Ainsworth, pionera en la teoría del apego, ideó la situación extraña, que permitía observar las reacciones del niño en situaciones de interacción con el cuidador y la ausencia de figuras adultas. A través de esta técnica, se ha identificado 4 patrones de apego:

PATRÓN DE APEGO SEGURO: Se caracteriza por la capacidad del niño para utilizar la figura de apego como una base segura para explorar entornos desconocidos de forma activa, independiente, pero manteniendo un contacto visual con el cuidador. Ante la desaparición de las figuras de apego, el niño puede protestar pero el reencuentro es positivo y anula cualquier sentimiento negativo. Este tipo de patrón facilita el desarrollo psicológico y social del niño, favoreciendo el establecimiento de modelos de interacción positivos que podrán extenderse más allá de los cuidadores principales. El apego seguro redunda positivamente en el autoconcepto, la autonomía, la autoeficacia y la empatía, además de en la capacidad de iniciar y mantener relaciones interpersonales. Se consigue cuando las necesidades del niño están cubiertas y atendidas, el cuidador es sensible a estas necesidades y las atiende con regularidad.

PATRÓN DE APEGO INSEGURO/HUIDIZO: Propio de los niños que tienen una capacidad explorativa activa y totalmente independiente, dado que ignoran a los cuidadores e incluso evitan la proximidad y el contacto con ellos. No muestran interés ante la separación de la figura de apego, el reencuentro resulta indiferente e incluso tienden a evitar tanto el contacto físico como visual con sus cuidadores.

PATRÓN DE APEGO INSEGURO RESISTENTE/AMBIVALENTE: Se caracteriza por una baja capacidad exploratoria y un alto nivel de ansiedad. Los niños suelen aferrarse a la figura de apego, aunque también muestran resistencia a la proximidad. Exhiben angustia en la separación, además son muy difíciles de consolar en el reencuentro.

PATRÓN DE APEGO INSEGURO DESORGANIZADO/DESORIENTADO: Propio de niños que en situaciones de separación se encuentran aturdidos, confundidos, presentan temor hacia las figuras de apego, aunque en situaciones novedosas buscan su protección. Se caracteriza por mostrar patrones extraños huidizos y resistentes y manifestación de miedos hacia la figura de apego. Estos patrones están relacionados con problemas de adaptación social, trastornos de conducta, agresión, conducta antisocial y conductas delictivas.

Por medio de las conductas de apego, el recién nacido atrae a los adultos incitándoles a la interacción, esto contribuye la base para la formación del apego. A través de conductas como la sonrisa, las vocalizaciones, los balbuceos, el seguimiento visual, el llanto, etc los bebés indican a sus cuidadores cuándo y cómo deben relacionarse con ellos y cuáles son sus necesidades inmediatas.

Este primer vínculo que se establece entre el bebé y su mamá va a tener una gran influencia en los sucesivos patrones de relación que se van a ir forjando con otras personas a lo largo de la vida. Este vínculo es el resultado de la interacción entre ambos (mamá y bebé) a través de un conjunto de pautas de conducta específicas que tienen lugar en el entorno natural durante los primeros meses de vida.

El bebé nace inmaduro, su desarrollo es bastante lento y el vínculo de apego tarda en desarrollarse, va tomando conciencia de la figura materna muy lentamente y solo cuando adquiere la movilidad autónoma establece un vínculo de apego con ella y busca su proximidad activamente. Durante los primeros meses, es la madre la que se muestra más activa en la búsqueda de la proximidad.

El sistema de apego tiene la función de dar seguridad en el desarrollo a través de la proximidad. Dura toda la vida, aunque la forma de demostrarlo va cambiando y las personas a las que se demuestra también va cambiando.

El apego es un vínculo de confianza indispensable para todo el desarrollo del niño, incluyendo el desarrollo de su personalidad. Es vital el cuidado de las figuras cercanas al bebé para que se pueda desarrollar este vínculo que va a influir en toda su vida y en todas sus relaciones.

Como podéis comprobar, mamis y papis, crear un apego seguro con vuestro hijo es vital para su futuro, para ello debéis atender correctamente todas sus demandas, hay que poner límites, pero también hay que estar ahí, ser cercanos y empáticos, ayudarles a descubrir el mundo que les rodea, lo que no significa hacerlo todo por ellos. Hay que darles libertad, pero manteneros cerca siempre. El apego es fundamental para el desarrollo integral del bebé, crear este apego seguro va a marcar todo el futuro de vuestro hijo, no dejéis que nadie os diga esto o lo otro, como padres es esencial que os sintáis bien y a gusto con la crianza de vuestros hijos, porque nadie mejor que vosotros conoce a vuestros hijos y sus necesidades. Eso sí, utilizar la coherencia y tener presente la poca conciliación laboral y familiar que existe, por desgracia.

Cada paso que deis con vuestro bebé va a ser decisivo para la persona que será en un futuro.

Coger, disfrutar y jugar con vuestro hijo, que todos estos momentos son únicos y no vuelven.

Espero haberos ayudado, mucho ánimo a todos en esta dura tarea que es la crianza.

¡Al agua Patito!

«El agua es el alma madre de la vida y la matriz, no hay vida sin agua». Albert Szent-Gyoryi

Hemos vuelto a empezar las clases de matronatación con el pequeño caballero y tiene toda la pinta de que volverán a ser un éxito.

La matronatación consiste en unas clases con un monitor donde el papá o la mamá se introduce en el agua con su bebé para que éste se empiece a familiarizar con el agua. El monitor te da pequeñas instrucciones adaptadas a la edad del niño, pero el fin de esta actividad es, indiscutiblemente, disfrutar de un momento con tu bebé realmente precioso.

Después de 3 meses de descanso, el viernes volvimos a la piscina climatizada y en cuanto la vio se emocionó y solo quería estar dentro del agua.

Durante toda la clase, difrutó de juegos, chapoteos y risas, y yo claro, disfruté con él al verle tan feliz.

El año pasado, con tan solo 6 meses decidimos apuntarle a las clases de matronatación y nos encantaron a los tres, era un momento único para disfrutar con nuestro bebé donde reíamos y reforzábamos nuestros vínculo como familia. Fue tan bonito que este año no hemos dudado en repetir.

Después de todo el curso en la piscina, llegó el verano y fue una verdadera pasada ver lo bien que se manejaba el pequeño dentro de la piscina y la playa, sin ningún miedo, viendo todo como un juego lleno de risas. Creo rotundamente que las clases de matronatación son una elección muy acertada.

La piscina tiene como objetivo familiarizar al niño con el agua, coger confianza con el medio acuático, pero esto no significa aprender a nadar, esta es una oportunidad para profundizar en el juego de los papás con el niño, además favorece profundamente el desarrollo integral del bebé. Lo más importante es respetar los ritmos de aprendizaje que tiene cada niño y nunca forzarle a apreder a nadar.

Aspectos importantes a tener en cuenta a la hora de estar en la piscina:

– La temperatura del agua, debe estar en torno a los 32º

– Cómo debemos introducir al niño en el agua. Se tiene que ir familiarizando con el medio, así que hay que hacerlo gradualmente, poco a poco, sin animarle a tirarse de golpe, desde los pies a la cabeza.

– Cómo sacarle del agua. Poco a poco el bebé irá cogiendo fuerza y a partir del año y poco ya le podéis apoyar con los brazos en el bordillo para que sea él mismo quién haga la fuerza suficiente para quedar flotando, luego se le ayuda a subir una pierna y ya por inercia subirá la otra él solo.

Cuántos días a la semana se puede ir. Las clases de matronatación tienen una duración de media hora, así que se puede optar por ir un día a la semana o dos como máximo, ya que los niños son muy pequeños y recordemos que el objetivo es familiarizar al niño con el medio, no apreder a nadar.

– Los escarpines o calcetines para el agua son muy importantes en el momento que el niño anda solo, para evitar hongos y resbalones.

Ventajas que ofrece la matronatación:

– La actividad dentro del agua representa un momento único y divertido para compartir con tu hijo y permite nuevas formas de comunicación entre los papás y el niño.

– Fortalece la relación afectiva creada entre los papás y el bebé.

-Favorece el desarrollo psicomotor del niño y su coordinación, fortalece el sistema cardiorespiratorio y estimula su capacidad de juego.

– El niño crea una buena relación con el ambiente acuático, sin miedos.

– El contacto con el agua facilita el aprendizaje de su esquema corporal y su autonomía.

– Estas clases ayudan al bebé a descansar mejor, abren el apetito, además del relax que les proporciona estar en contacto con el agua.

Cómo elegir la psicina:

– Comprobar la limpieza tanto del recinto de la piscina como de los vestuarios.

– Comprobar que hay bastantes instructores con respecto al número de niños.

– Ver que la piscina dispone de todo lo necesario, como por ejemplo, cambiadores para los bebés.

– Se puede pedir hacer una prueba antes de formalizar la matrícula.

– Es importante que todos los días tengan a la vista un cartel con la temperatura del agua, el nivel de cloro y el nivel de humedad.

– La piscina tiene que disponer también de material de juego acuático y estar totalmente preparada para los más pequeños.

Si estáis pensando en apuntar a vuestro hijo a estas clases, no lo dudéis, es una experiencia preciosa para toda la familia. Nosotros estamos encantados, pero el pequeño caballero no os podéis imaginar lo que disfruta.

Para terminar, me gustaría contaros una pequeña anécdota. La primera clase a la que fuimos, como ya he dicho, el pequeño caballero solo tenía 6 meses, pues después de unos 20 minutos jugando en el agua, le coloqué boca arriba y se quedó tan relajado en el agua que se durmió!

Ha sido una experiencia maravillosa desde el primer día, ya os iré contando como van las clases este año.

Disfrutar mucho papis!!