Necesidades Emocionales de los bebés

“Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea”

Paulo Coelho

En el último post que escribí, os hablé de las necesidades cerebrales de los bebés y de las consecuencias del estrés tanto de la mamá como del bebé, así que hoy os traigo las necesidades a nivel emocional que tienen los pequeños en los primeros meses de vida.

Ya conocéis la importancia de coger en brazos al bebé, de atenderles correctamente para su óptimo desarrollo tanto cerebral como emocional, ya que el bebé necesita de los adultos para integrar patrones de conductas, ellos guardan en forma de imagen lo que necesitan para su propio equilibrio y lo ponen en práctica para desarrollar sus emociones.

Los bebés necesitan tener cuidadores disponibles para él, si un niño decimos que es “difícil” es porque no obtiene lo que necesita del adulto, ya que cuanta más atención pongamos al niño más tranquilidad y equilibrio vamos a aportar para su desarrollo integral.

Debemos ser conscientes en todo momento de las emociones del bebé y de las nuestras propias, debemos tolerar situaciones de frustración y explosiones emocionales y equilibrarlas. Equilibrarlas con amor, acompañamiento, escucha, empatía, tolerancia, sonrisas y respuestas.

La actitud que tengamos hacia las emociones del bebé será completamente crucial para su desarrollo ya que su conocimiento emocional se basa  en el conocimiento de los estados emocionales  de las personas que le cuidan. Los bebés conectan sus neuronas y sus emociones a las nuestras para conocer las suyas propias.

¿Qué podemos hacer para dar respuesta a esas necesidades emocionales de los bebés?

  • Estar a su altura.
  • Cogerle en brazos.
  • Seguir y respetar sus ritmos naturales.
  • El intercambio de emociones entre el adulto y el bebé.

Las emociones tienen un impacto en todas las regiones del cerebro, todo lo que aprendemos y vivimos está basado en cómo nos sentimos.

Todas las personas que están a cargo del bebé, deben garantizar su desarrollo óptimo a nivel físico y a nivel psicológico, para desarrollar así de forma correcta el vínculo y el apego seguro. Debemos saber que los bebés ven el mundo a través del adulto que les está cuidando.

En el primer año de vida necesitan tener unas necesidades básicas cubiertas:

  • Todos sus cuidados básicos de alimentación e higiene.
  • Que sean comprendidos y atendidos correctamente.
  • Hablarles mucho.
  • Sostén emocional.
  • Contacto físico constante.
  • Sentirse seguros y protegidos.
  • Dejar que expresen todas sus emociones.
  • Adecuar el entorno a las necesidades del niño.
  • Darles constantemente mensajes positivos y de amor.
  • Tener tiempo real para ellos.
  • Darles la libertad de movimiento que necesitan en cada etapa de desarrollo.
  • Necesitan escuchar y observar.
  • Debemos dirigirnos a ellos con un tono de voz cariñoso y una adecuada entonación.
  • La sonrisa en esencial.
  • No se debe dar un exceso de estimulación.
  • Debemos explicar en cada momento que hacemos con ellos (vamos a cambiar el pañal, vamos a comer, vamos salir)
  • Nunca debemos mentirles.

Todo esto va a favorecer el desarrollo del lenguaje, el conocimiento de sus emociones, van a sentirse partícipes de lo que hacemos con ellos, se van a sentir tranquilos y seguros y sobre todo vamos a afianzar el vínculo y el apego seguro con ellos.

El llanto también forma parte la comunicación con el bebé. Ellos se comunican con nosotros a través del llanto, nos están diciendo que algo les pasa y nosotros, como cuidadores principales debemos atenderle inmediatamente. No se debe reprimir este llanto o distraerlo, se debe atender con seguridad, con empatía y no se debe abandonar, jamás deben sentirse abandonados por llorar, el bebé no puede sentir que si llora sus papás no van a atenderle.

En relación a este llanto también debemos conocer la llamada ansiedad por separación.

Hasta los 7 u 8 años el cerebro del niño solo hace un trabajo emocional con el sistema límbico, haciendo de sustento con todo lo que en su cuerpo ocurre. Es decir, hasta los 7 u 8 años el cerebro del niño es completamente emocional no racional, se deja llevar y guiar por sus emociones, por lo que siente en ese momento. Todo lo que vive y experimenta pasa por una emoción.

Las emociones en los bebés son cruciales en sus vidas y en su desarrollo y la ansiedad por separación es una emoción que se da con mucha intensidad en los tres primeros años de vida, forma parte de su desarrollo y es totalmente normal que la sientan y que las expresen. Existen tres tipos de ansiedad por separación:

  • Un bebé sano que se separa de su figura de apego.
  • Un bebé sano que está con desconocidos.
  • Ansiedad por separación crónica porque no están sus necesidades correctamente atendidas.

Lo normal es que esta ansiedad por separación y por desconocidos sea bastante intensa en estos primeros años, genera temor, llanto y frustración. Empieza a disminuir con el desarrollo del lenguaje ya que ellos pueden expresar lo que les pasa y desaparece por completo cuando se genera un vínculo con el cuidador.

La dependencia en los bebés es completamente sana. Cuando existe independencia es porque son bebés que no están atendidos correctamente.

Al igual que las explosiones emocionales, esta ansiedad es totalmente normal en los bebés, a la hora de separarnos de ellos, a la hora de dejarles en la escuela infantil o incluso a la hora de dejarles con los abuelos.

Debemos integrar que esto es algo normal, forma parte de su desarrollo y de su supervivencia, debemos entenderle y acompañarle, conocer sus emociones y apoyarle y por supuesto, jamás ignorarle, reprimirle o distraerle, simplemente debemos dejarle que exprese ayudándole y acompañándole.

Cuando existe la ansiedad crónica por separación, es porque el bebé no está correctamente y emocionalmente atendido, entones el bebé llora en cualquiera de las situaciones que se le da, tanto con sus figuras de cuidado como con desconocidos. Son niños ansiosos y temerosos, que no saben cómo actuar porque sus necesidades no se cubren cuando las demandan.

Los bebés necesitan amor, apego, que se les coja en brazos, que se les atienda en todo momento, necesitan tener todas sus necesidades emocionales cubiertas para su óptimo desarrollo a nivel emocional, social y cerebral.

¡Espero haberos ayudado y muchas gracias familias!

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¡Muchas gracias familias!

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La Tortuga Thea

“Los cuentos ayudan a dormir a los niños pero también para despertar a los adultos”

Jorge Bucay

¡Estoy muy emocionada!

Emocionada por esta bella historia, emocionada por el precioso cuento que hoy os quiero enseñar y emocionada porque esta es la segunda colaboración de Ana y parece ser que esto no se va a quedar aquí.

Muchas gracias querida Ana por querer compartir con nosotros tu proyecto y tus ilusiones, por esta pasión con la que vives esta aventura y que nos haces llegar a través de tus palabras.

Os sigo animando a la introducción a la lectura de los pequeños, a tener una bella biblioteca para ellos donde disfrutéis toda la familia y sobre todo os animo a ayudar a todas estas personas que publican sus ilusiones con mucho esfuerzo y con mucho amor.

Muchas gracias de verdad por esta preciosa colaboración.

Hoy quería contaros una pequeña gran aventura en la que mi amiga Nina y yo nos embarcamos hace dos años. Como todo buen cuento tiene un final feliz y espero que os guste.

Todo empezó a principios del año 2018, yo, mi nombre es Ana por cierto, estaba pensando en hacer un curso de escritura de cuentos porque me apetecía mucho escribir. Se lo comenté a mi amiga Nina y me dijo, – ¿lo escribimos juntas?

Me encanta la gente como ella decidida y dispuesta a hacer cualquier cosa siempre.

Bueno pues dicho y hecho, nos pusimos a la tarea, fue un proceso muy bonito. Cuando ya lo teníamos escrito, que parecía la parte más difícil, llegó la hora de buscar ilustrador. Hablamos y buscamos diferentes opciones pero no había ninguna que dijéramos “así queremos que sea nuestro cuento”, hasta que un día se nos ocurrió la idea de contar con los mejores ilustradores del mundo; los niños. Al fin y al cabo el cuento iba dirigido a ellos, ¿quién mejor para plasmar la idea de nuestra historia?

Ahora era momento de pensar cómo íbamos a organizar el proceso de ilustración. Teníamos que buscar un sitio para quedar con los niños, buscar material y organizar las ilustraciones.

Hablamos con el dueño de la papelería Paper Tree y nos prestó su sala para quedar con los niños.

Recuerdo esa mañana con mucho cariño. Llegamos allí, preparamos todo y esperamos impacientes a que vinieran los niños. Cuando llegaron los niños lo primero que hicimos fue contarles nuestra historia, para qué estaban allí y que nos encantaría que nos ayudaran. Todos entusiasmados, estaban encantados con la idea y estaban deseando de empezar la tarea para la que habían venido.

¡Y sin más comenzamos! Les contamos el cuento, lo mejor de todo era ver sus caras al escucharlo. Es algo que siempre admiro; la atención que ponen los niños al escuchar una historia. Era la prueba de fuego, íbamos a comprobar el valor de nuestra historia, al final, es una historia escrita para ellos. Y pasamos la prueba, la historia les encantó.

Empezamos la tarea de aquella mañana, repartimos las pinturas y los lápices y las escenas que cada uno debía dibujar. Estaban todos concentrados igual que si fueran profesionales, era un placer verlo. No podría describir todas las emociones que sentimos esa mañana. Estábamos muy orgullosas, nuestro sueño empezaba a ver la luz y tenía una luz muy bonita y la música de fondo eran risas, risas de niños – sonaban a la mejor canción del mundo.

La mañana terminó con un montón de obras de arte, a cada cual mejor, el resultado había sido estupendo.

El mismo proceso lo repetimos en Jadraque, porque la tierra tira, y yo, con permiso de mi amiga, quería que los pequeños artistas de allí tuvieran su oportunidad también. El resultado fue maravilloso.

Tanto en Guadalajara como en Jadraque no estuvimos solas, contamos con la ayuda de algunas amigas que se prestaron y quisieron participar en este gran proceso. Muchas gracias, ellas saben quiénes son.

La tarea de ahora era la más difícil, entre tantas obras de arte teníamos que elegir 15. Podemos aseguraros que fue sin duda la tarea más difícil y mas larga de realizar. Hicimos varias rondas de elección y finalmente obtuvimos el resultado deseado.

Bueno, parecía que estaba todo hecho, pero no… quedaba mucha tarea por delante.

Ana y Nina

Una vez elegidas las imágenes hablamos con la editorial y ahí comenzaban los plazos. Queríamos tener el cuento para diciembre, así que había que trabajar duro para poder llegar a nuestro objetivo.

Ahora había que montar las imagines, editarlas, para cuanto antes mandarlo a la editorial, nos mandaran de nuevo la maqueta, darle el visto bueno o corregir lo que no nos gustaba y volverlos a mandar. Así sucedieron las siguientes semanas, idas y venidas de e-mails, llamadas de teléfono y horas en el ordenador de duro trabajo.

Mereció la pena. Todo el trabajo que habíamos realizado y por fin llegó el e-mail de Pepe, nuestro editor; el cuento estaba listo y las máquinas se iban a poner a funcionar para que nuestra pequeña gran obra, “La tortuga Thea“ viera la luz. Es un cuento bilingüe que habla de la inclusión.

Pepe hizo todo lo posible para que nuestro cuento llegara antes del puente de la Constitución y poder hacer la presentación en Jadraque, cómo no!

El día que llegaron los cuentos, fue todo emoción. Teníamos en nuestras manos nuestra obra. Era una maravilla, era preciosa, había quedado espectacular.

Y llegó el día de la presentación, la realizamos como ya os hemos dicho en Jadraque, en el bar de mis padres, el Alto Rey. Quedamos a las 6 de tarde, nervios comenzaban a moverse en el estómago, era una sensación… no sabría cómo describirlo.

Ana y Nina

Comenzamos el gran evento contando nuestro cuento y después habíamos preparado una manualidad para hacer con los niños; unas tortugas que hacían honor a la protagonista de nuestra historia.

La sala se llenó, se llenó de gente que nos quiere y nos aprecia, podíamos sentir el cariño en cada firma, en cada mirada de todos y cada uno de los que asistieron. Y como no, ese día no nos podíamos olvidar de los grandes protagonistas, los niños, esos que nos habían ayudado a llegar hasta allí.

No podemos terminar este artículo sin dar las gracias a toda la gente que ha participado en nuestra historia de una manera u otra. Si esto ha sido posible, ha sido gracias ellos.

Podéis adquirir nuestro cuento contactando con nosotras, te lo dedicaremos con mucho gusto y además en Amazon, Google Play, La casa del libro y El Corte Inglés.

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¡Muchas gracias familias!

Necesidades Cerebrales del bebé

“La maternidad tiene un efecto humanizador. Todo se reduce a lo esencial”

Meryl Streep

En estos últimos meses he recibido algunas llamadas muy emocionantes de personas cercanas a mi diciéndome la mejor de las noticias ¡Estoy embarazada!

Que bonitos recuerdos me ha traído… justo por estas fechas hace ya tres años me enteré de mi embarazo del Pequeño Caballero, recuerdo perfectamente la alegría, la emoción, el miedo, las lágrimas, todo junto apareció en mi cuando vi ese positivo, así que me puedo poner en la piel de estas buenas amigas que están ahora mismo pasando por esto.

El embarazo es un momento de muchos cambios a muchos niveles para las mujeres. De repente tu cabeza hace un clic y nunca vuelve a ser la misma.

Es un momento para cuidarse, para mimarse, para estar tranquilas, para disfrutar de tu pareja y de tu barriga. No, no estás enferma, claro que no, estás embarazada y, como es lógico, no puedes estar al mismo ritmo que cuando no lo estás.

Ahora eres el refugio de una pequeña personita que se está creando dentro, de esa personita a la que ya quieres aunque no la hayas visto, así que durante las 40 semanas hay que tener en cuenta y saber todo lo que sucede en nuestro cuerpo, hay que leer, preguntar, no quedarnos con ninguna duda ya que nos enfrentamos a algo nuevo.

Es importante conocer la placenta, esa gran desconocida, esa barrera entre el mundo interior y el mundo exterior de nuestro bebé. Evita virus y bacterias además de compartir nutrientes, oxígeno y hormonas, además de recibir los neurotransmisores que le manda su mamá. Todo lo que vive la mamá lo vive su bebé a través de la placenta tanto física como emocionalmente.

El estrés afecta de forma muy negativa al bebé. Existen dos formas de estrés a lo largo del embarazo:

  • ESTRÉS NORMAL: El emocional, pensar en el momento del parto, los miedos normales generados por el propio embarazo y lo que sucederá después, esa montaña de emociones no hace ningún daño al bebé, su cerebro está preparado para soportarlo.
  • ESTRÉS CRÓNICO: Es muy perjudicial y puede alterar el desarrollo óptimo del bebé. Es el estrés que sufre la madre y no puede controlar, es intenso y crónico. Los bebés que han sufrido este tipo de estrés durante la gestación, serán bebés más irritables, nerviosos, estresados por ese exceso de estrés que no saben controlar. Este estrés impacta directamente en la amígdala y hace que no se conecten bien los dos hemisferios cerebrales.

Un parto estresante también genera niveles altos de estrés para el bebé. Una cesárea es un parto muy estresante ya que no nace por el canal preparado para el parto, por eso es tan importante el contacto piel con piel con el padre, aunque ya hay hospitales que dejan hacerlo incluso con la madre.

Los partos vaginales instrumentados también pueden llegar a ser muy estresantes, por ello insisto en el contacto piel con piel con la mamá y si con ella no puede ser, con el padre. De esta manera se recupera del estrés vivido gracias a la creación del vínculo.

El estrés sufrido por el bebé tanto en la gestación como en el parto, genera una pérdida de hipocampo y la única manera de recuperarlo es mediante cuidados y el vínculo, aportando a los bebés lo que necesitan en cada momento para su desarrollo emocional.

Si un bebé no recibe los cuidados adecuados a nivel emocional, tendrá una respuesta bioquímica equivocada y no se desarrollará un vínculo correcto con sus padres, lo que va a suponer  una base errónea en todas sus relaciones futuras.

Todos los bebés necesitan ese vínculo, necesitan crear ese apego seguro primero con sus padres y luego con todas las personas cercanas a él, necesitan respeto y sobre todo amor incondicional en todo momento para desarrollarse de forma adecuada y para que su cerebro se desarrolle de forma óptima.

El no tratar al bebé con cariño y amor puede dañar su metabolismo e intervenir en sus funciones emocionales.

Como veis, es muy peligroso que el bebé sufra estrés durante el embarazo, pero cuando ya ha nacido, los bebés también pueden sufrir estrés ¿Cuándo? Cuando les dejamos llorar, cuando no les cogemos en brazos, cuando duermen solos, cuando se separan de su madre o cuando no se atienden sus necesidades. Los bebés necesitan sentirse amados y cuidados en todo momento.

El estrés es una respuesta de nuestro cuerpo ante una situación de peligro. El hipotálamo responde mandando señales de huida (adrenalina), acelerando el corazón y movilizando los músculos. Se segrega cortisol en la glándula pituitaria, una energía extra para combatir ese peligro. Cuando la situación de estrés desaparece, el cortisol se reabsorbe y todo el cuerpo vuelve a la normalidad, pero si la situación de estrés permanece o es continua, se produce un exceso de cortisol en sangre, lo que afecta al sistema inmunitario, a su capacidad de aprender, a su equilibrio emocional, además de tener un efecto directo en la amígdala y en el hipotálamo.

Un bebé con exceso de estrés, es un bebé que necesita mucho más cuidados a nivel emocional y a nivel de vínculo y apego.

Durante el primer año son muy importantes los estímulos que ofrecen las personas que rodean al bebé ya que el primer año de vida deja huella biológica.

Los bebés no pueden gestionar por sí solos los niveles de estrés, así que son las personas que están a su alrededor quienes deben hacerlo. Cuando no se hace, se generan miedos e inseguridades, los bebés no saben cómo pedir lo que necesitan.

Este exceso de cortisol y estrés en bebés solo sucede cuando el adulto no le atiende correctamente.

La gestión del estrés durante el embarazo es vital para el desarrollo óptimo del bebé, pero como veis, el estrés también puede aparecer en los bebés durante los primeros meses si no son correctamente atendidos, por ello nuestro papel con nuestros hijos es esencial para su óptimo desarrollo cerebral y emocional.

Así que amigas embarazas, futuras mamis, aprovechar estos meses para descansar y cuidaros a vosotras y a vuestros bebés.

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¡Muchas gracias familias!

Rabietas… ¿y si las llamamos Explosiones emocionales?

“Para poder entender de manera correcta y estar tranquilos ante las explosiones emocionales de nuestros hijos e hijas, debemos soltar los pensamientos incómodos guiados por el miedo interior y centrarnos en conectar con ellos”

Tania García

La palabra “rabieta” se utiliza para dar respuesta a esa explosión emocional, muchas veces desmedida, de los niños pequeños.

Muchos padres temen estas explosiones, se bloquean, incluso gritan, no saben cómo reaccionar, qué hacer ante estos momentos.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que estas explosiones son propias de los niños desde el año y medio hasta los 3 o incluso 4 años. Todos los niños las tienen, forma parte de su desarrollo emocional, es una forma de conocer el mundo y conocer sus propias emociones.

Las emociones no se deben ver como algo negativo y estas emociones tan intensas son vitales y necesarias en esta etapa de desarrollo del niño.

Muchos padres temen los dos años, se les cataloga como “los temidos dos años” y esto no debe ser así. Los dos años son una etapa vital, una de las etapas más importantes para el desarrollo de los niños, donde se produce el mayor conocimiento y reafirmación de sí mismo, donde van a empezar a conocer y validar sus propias emociones y donde nosotros como padres debemos estar para acompañarles emocionalmente y guiarles en esa educación en emociones. Es un momento en el que se reafirman como seres individuales y estas explosiones les permiten manifestar sus emociones cuando hay obstáculos que les impiden su propio desarrollo.

Tener estas explosiones emocionales no es portarse mal, no debemos enfadarnos con ellos o recriminarles ese comportamientos en ningún caso, son parte normal de su propio desarrollo y nosotros debemos estar en sintonía con sus emociones y expresiones. Si reprimimos estas emociones y explosiones las tendrán más adelante, porque todos los niños, antes o después las tienen, es una necesidad para su propio desarrollo.

Cuando reprimimos estas emociones lo que conseguimos es que sean niños irritables, tristes, niños que pegan o muerden, molestan, que tienen ansiedad, miedos, desconexión y falta de vínculo, además, tendrán muchas más rabietas ya que no conocen sus propias emociones.

¿Qué podemos hacer nosotros como padres cuando nuestros pequeños tienen estas explosiones? Lo primero dejar de llamarlo “rabietas”, debemos de dejar de etiquetar los comportamientos normales de los niños de un modo adulto y egoísta. El acompañamiento emocional es vital en estos momentos, saber estar con ellos y que ellos sientan que realmente estamos a su lado sin hacer juicios, jamás deben sentir que están haciendo algo incorrecto.

No debemos mandarles al famoso “rincón de pensar”. Debemos tener claro que en esta etapa de su desarrollo los niños son totalmente emocionales, no razonan, no son capaces de pensar en lo que han hecho, lo único que vamos a conseguir con esto es excluirle de su propia emoción.

Mirar a los ojos es muy importante, con una mirada sensible y amable, con contacto físico, aunque en ocasiones rechacen ese contacto, es importante quedarnos cerca de ellos, acariciar la espalda, el pelo, que sepan que estamos cerca y cuando ellos quieran, ofrecerles un abrazo.

Escucharles, aunque su lenguaje no esté del todo desarrollado, siempre se expresan, ayudarles a esa expresión emocional de forma tranquila, con una escucha atenta y afectiva. Debemos empatizar con ellos y tener paciencia.

Es importante que liberen la emoción, que griten, den patadas, que saquen todo lo que sienten, no pasa nada, cuanto más acompañemos menos intensas se harán estas explosiones.

Jamás debemos quitar importancia a lo que sienten, debemos dar calor con frases como “te entiendo”, “estoy aquí” o “te quiero” y tampoco debemos hablar de culpabilidad o distraer con otras cosas, no se puede parar la emoción o negar lo que le está ocurriendo. Se deben buscar soluciones a lo que ha ocurrido pero nunca culpables.

Debemos comprender los enfados, respetarlos y sobre todo acompañarlos emocionalmente.

Estas explosiones emocionales, como ya os he dicho, son totalmente normales en el desarrollo del niño, no podemos evitarlas, pero si podemos minimizarlas o incluso adelantarnos a ellas para que sean menos intensas, de esta manera, las rutinas son una base para minimizarlas, ya que podemos evitar que exploten por hambre o por sueño con una buena rutina diaria donde ellos saben adelantar la hora de la comida o de dormir. Un ambiente preparado donde el pequeño pueda explorar libremente, experimentar, moverse con libertad ya que un niño rodeado de prohibiciones se llena de frustración. Y por último, el amor y la compresión, es lo más vital para ayudar a nuestros hijos a entender sus emociones y a conocer el mundo que les rodea.

No es el momento de gritar o de intentar hacerle razonar y mucho menos de abandonarle, si no, que como hemos visto, es el momento de acompañarle y entenderle.

Nosotros también debemos mirarnos a nosotros mismos, conocer nuestras propias emociones para poder conectar con las emociones de nuestros hijos y así actuar con ellos desde nuestro propio equilibrio emocional.

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Dejar el Pañal

“Nunca pensé que aplaudiría a alguien por hacer caca. Y hasta le haría la ola”

Palabrita de MALASMADRES

El pañal se deja no se quita.

Me parece una frase muy reveladora, una frase que todos los padres y educadores infantiles debemos grabar en nuestras mentes a la hora de pensar en el pañal del niño.

Vamos a cambiar nuestra visión del control de esfínteres, vamos a empezar a tratar a los niños como lo que realmente son, niños, pequeñas personitas que dependen de nosotros. Vamos a empezar a pensar que el pañal es algo que ponemos los padres a los bebés en cuanto nacen, así que no se puede quitar así como así, de la noche a la mañana, simplemente diciendo “ya eres mayor”.

No, no son mayores. El control de esfínteres se debe realizar de forma fisiológica y de forma libre por parte del pequeño. La edad de esta retirada va desde los 2 hasta los 7 años. Es en esta etapa donde su cerebro tiene la suficiente madurez como para realizar este control. Unos niños lo dejarán antes y otros más tarde, no pasa nada, solo debemos respetar sus ritmos y su maduración cerebral.

La llamada “Operación Pañal” es totalmente un invento adulto, debemos de dejar de decirlo. No existe ninguna operación, cuando el niño desea dejar el pañal lo expresa, nosotros debemos estar atentos a esas expresiones, pero nunca obligarle.

La retirada del pañal no es progresiva, sino que se debe hacer de forma diurna y nocturna. Muchos niños tienen problemas con el control de esfínteres nocturno, a causa de poner en práctica esta “Operación Pañal”. La retirada se realizó de forma incorrecta, sin respetar los ritmos y sin acompañamiento emocional, por eso el cerebro piensa que por las noches puede dejarse llevar.

No puede ser que por el día se lo quitemos porque molesta a los profesores, pero por la noche se lo ponemos para que los padres estén tranquilos. Esto arrastra problemas de no control por las noches, problemas de estreñimiento, incluso de fobia a sus propios fluidos o infecciones recurrentes de orina, ya que se fuerza un proceso en un momento que no es el indicado.

Algunas señales que nos indican que el niño ya está preparado son:

  • Cuando indica que le molesta el pañal.
  • Cuando indica que quiere ir al baño.
  • El niño verbaliza que se ha hecho pis o caca.
  • Se resiste a los cambios de pañal.
  • El pañal está seco durante intervalos de dos y tres horas.
  • Se interesa cuando otros van a baño.
  • Amanece con el pañal seco.
  • Cuando después de 3 días y 3 noches sin pañal, ha tenido 3 escapes como máximo.

Es importante crear una rutina para la retirada del pañal, observar esas horas que el pañal está seco y así poder adelantarnos a su pis y su caca ofreciéndole amablemente ir al baño. Este ofrecimiento amable no debe ser una imposición, debemos cogerle de la mano, con palabras suaves y haciendo una invitación no una imposición.

La confianza en el niño es algo vital. No debemos regañar, etiquetar y mucho menos dejarle mojado o sucio. No pasa nada si se vuelve para atrás, si se produce un retroceso debemos acompañar y apoyar emocionalmente al pequeño, pero insisto, nunca regañar, comparar y mucho menos etiquetarle como “eres un bebé” o “ya eres mayor”.

Nuestro acompañamiento debe ser tranquilo, sin gritos y sin enfados, entendiendo que esto es un proceso donde se avanza pero también se retrocede. Debemos respetar al niño en todo momento, no tener prisa, no acelerar este proceso y además, debemos alegrarnos por su logros pero no hace falta montar un gran jolgorio por ello, si hacemos excesivas alabanzas o excesivos aspavientos, el niño se olvidará de su propio logro para centrase en nuestra alegría. Los premios tampoco son recomendables, ellos deben aprender a hacer pis y caca sin esperar una recompensa a cambio, ya que cuando no lo hagan no van a recibir nada y eso puede crear un conflicto dentro del niño.

Vamos a olvidar los enfados y a centrarnos en su etapa madurativa y en su acompañamiento emocional.

Algo importante también es que lo mejor es aprender en la taza, con un adaptador, olvidarnos del orinal. Los niños son pura imitación, así que será mucho más fácil para ellos imitar en la taza que en el orinal.

Debemos tener claro, tanto las familias como los educadores, que no es legal que obliguen a los niños de 3 años a no llevar pañal cuando empiezan el colegio, eso atenta contra los derechos fundamentales de los niños, ya que el control de esfínteres depende de la maduración cerebral.

El Pequeño Caballero ya tiene 26 meses y claro, la pregunta estrella de todo el mundo es ¿sigue con pañal? Pues sí, sigue con él y no tengo ninguna prisa porque lo deje. El orinal nunca lo ha querido, así que tenemos el adaptador en el wáter. Muchas veces quiere sentarse cuando me ve a mí, otras veces vamos juntos de forma amable, algunas veces hace y otras no, y no nos enfadamos. Todo el proceso lo haremos poco a poco, estando a su lado, tranquilos, animándole y ayudándole, pero si no se quita este año no pasa nada, se quitará en otro momento.

No me dejo influir por lo que me dicen porque sé que la mejor forma de hacerlo es cuando él esté preparado.

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