“Nunca pensé que aplaudiría a alguien por hacer caca. Y hasta le haría la ola”
Palabrita de MALASMADRES
El pañal se deja no se quita.
Me parece una frase muy reveladora, una frase que todos los padres y educadores infantiles debemos grabar en nuestras mentes a la hora de pensar en el pañal del niño.
Vamos a cambiar nuestra visión del control de esfínteres, vamos a empezar a tratar a los niños como lo que realmente son, niños, pequeñas personitas que dependen de nosotros. Vamos a empezar a pensar que el pañal es algo que ponemos los padres a los bebés en cuanto nacen, así que no se puede quitar así como así, de la noche a la mañana, simplemente diciendo “ya eres mayor”.
No, no son mayores. El control de esfínteres se debe realizar de forma fisiológica y de forma libre por parte del pequeño. La edad de esta retirada va desde los 2 hasta los 7 años. Es en esta etapa donde su cerebro tiene la suficiente madurez como para realizar este control. Unos niños lo dejarán antes y otros más tarde, no pasa nada, solo debemos respetar sus ritmos y su maduración cerebral.
La llamada “Operación Pañal” es totalmente un invento adulto, debemos de dejar de decirlo. No existe ninguna operación, cuando el niño desea dejar el pañal lo expresa, nosotros debemos estar atentos a esas expresiones, pero nunca obligarle.
La retirada del pañal no es progresiva, sino que se debe hacer de forma diurna y nocturna. Muchos niños tienen problemas con el control de esfínteres nocturno, a causa de poner en práctica esta “Operación Pañal”. La retirada se realizó de forma incorrecta, sin respetar los ritmos y sin acompañamiento emocional, por eso el cerebro piensa que por las noches puede dejarse llevar.
No puede ser que por el día se lo quitemos porque molesta a los profesores, pero por la noche se lo ponemos para que los padres estén tranquilos. Esto arrastra problemas de no control por las noches, problemas de estreñimiento, incluso de fobia a sus propios fluidos o infecciones recurrentes de orina, ya que se fuerza un proceso en un momento que no es el indicado.
Algunas señales que nos indican que el niño ya está preparado son:
- Cuando indica que le molesta el pañal.
- Cuando indica que quiere ir al baño.
- El niño verbaliza que se ha hecho pis o caca.
- Se resiste a los cambios de pañal.
- El pañal está seco durante intervalos de dos y tres horas.
- Se interesa cuando otros van a baño.
- Amanece con el pañal seco.
- Cuando después de 3 días y 3 noches sin pañal, ha tenido 3 escapes como máximo.
Es importante crear una rutina para la retirada del pañal, observar esas horas que el pañal está seco y así poder adelantarnos a su pis y su caca ofreciéndole amablemente ir al baño. Este ofrecimiento amable no debe ser una imposición, debemos cogerle de la mano, con palabras suaves y haciendo una invitación no una imposición.
La confianza en el niño es algo vital. No debemos regañar, etiquetar y mucho menos dejarle mojado o sucio. No pasa nada si se vuelve para atrás, si se produce un retroceso debemos acompañar y apoyar emocionalmente al pequeño, pero insisto, nunca regañar, comparar y mucho menos etiquetarle como “eres un bebé” o “ya eres mayor”.
Nuestro acompañamiento debe ser tranquilo, sin gritos y sin enfados, entendiendo que esto es un proceso donde se avanza pero también se retrocede. Debemos respetar al niño en todo momento, no tener prisa, no acelerar este proceso y además, debemos alegrarnos por su logros pero no hace falta montar un gran jolgorio por ello, si hacemos excesivas alabanzas o excesivos aspavientos, el niño se olvidará de su propio logro para centrase en nuestra alegría. Los premios tampoco son recomendables, ellos deben aprender a hacer pis y caca sin esperar una recompensa a cambio, ya que cuando no lo hagan no van a recibir nada y eso puede crear un conflicto dentro del niño.
Vamos a olvidar los enfados y a centrarnos en su etapa madurativa y en su acompañamiento emocional.
Algo importante también es que lo mejor es aprender en la taza, con un adaptador, olvidarnos del orinal. Los niños son pura imitación, así que será mucho más fácil para ellos imitar en la taza que en el orinal.
Debemos tener claro, tanto las familias como los educadores, que no es legal que obliguen a los niños de 3 años a no llevar pañal cuando empiezan el colegio, eso atenta contra los derechos fundamentales de los niños, ya que el control de esfínteres depende de la maduración cerebral.
El Pequeño Caballero ya tiene 26 meses y claro, la pregunta estrella de todo el mundo es ¿sigue con pañal? Pues sí, sigue con él y no tengo ninguna prisa porque lo deje. El orinal nunca lo ha querido, así que tenemos el adaptador en el wáter. Muchas veces quiere sentarse cuando me ve a mí, otras veces vamos juntos de forma amable, algunas veces hace y otras no, y no nos enfadamos. Todo el proceso lo haremos poco a poco, estando a su lado, tranquilos, animándole y ayudándole, pero si no se quita este año no pasa nada, se quitará en otro momento.
No me dejo influir por lo que me dicen porque sé que la mejor forma de hacerlo es cuando él esté preparado.
Espero haberos ayudado, recordar que podéis seguirme en Facebook Mami Me Mima blog, también en Instagram @mamimemimablog y si tenéis alguna consulta personal podéis escribirme al correo blogmamimemima@gmail.com y estaré encantada de ayudaros.
¡Muchas gracias familias!