Taller de Cuidados en el Embarazo y Postparto y Crianza con Apego Seguro y Respetuosa en el Primer Año de Vida

«La infancia es fugaz. Que nuestra obsesión por corregirla no nos impida disfrutarla»

Carlos González

Y aquí os traigo el segundo vídeo sobre un nuevo taller.

En este nuevo taller que he preparado con todo mi amor vamos a hablar, en un primer bloque, de los cuidados en el embarazo y en el postparto, de la importancia de estar tranquilas y de cómo afecta el estrés al bebé.

También del baby blues y de la depresión postparto, cual es su diferencia y qué sintomatología presenta cada uno, además de cómo debemos actuar.

Y como segundo bloque, nos vamos a centrar en el primer año de vida del bebé.

Hablaremos de apego seguro y crianza respetuosa y de la importancia de tener esta crianza para el futuro de nuestros peques.

En esta línea del respeto a la infancia también hablaremos del BLW, la introducción respetuosa de la alimentación complementaria y del sueño de nuestros niños en estos primeros meses.

El último punto del taller es el desarrollo motor y el ambiente preparado en casa, qué podemos hacer nosotros para esta estimulación y cómo podemos tener este ambiente en casa para ellos, respetando sus ritmos y su desarrollo.

Es un taller muy específico para mamás embarazadas y para papás acompañantes y también para mamás en ese periodo de puerperio inmediato.

Si tenéis alguna duda, podéis escribirme al correo blogmamimemima@gmail.com y estaré encantada de ayudaros.

Ikigai Family

Para terminar os anuncio, tenemos ya la primera fecha presencia en Ikigai Family, será el próximo día 6 de marzo de 17:00 a 20:00 horas.

Podéis reservar ya vuestra plaza en infoikigaifamily@gmail.com

Y dentro de poquito anunciaré también las fechas para el taller online, estar atentos a las redes.

La próxima semana subiré otro vídeo con un nuevo taller, espero que os guste.

¡Os espero!

Anuncio publicitario

Taller de Acompañamiemto Emocional en la primera infancia en Ikigai Family

«Nada dice más del alma de una sociedad que la forma en que trata a sus hijos e hijas»

Nelson Mandela

Os espero en este maravilloso taller que he preparado de la mano de Ikigai Family y del que vais a poder difrutar tanto padres como educadores el sábado 7 de noviembre de 17:00 a 19:00 horas.

Como educar en emociones, entender todas esas emociones intensas que les suceden a nuestros pequeños y qué podemos hacer nosotros para entenderlas, acompañarles y ayudarles, todo con un enfoque diferente, con una visión diferente, rompiendo los patrones de educación que nos siguen persiguiendo y consiguiendo así una educación consciente y real.

Abordaremos temas muy relevantes en estos primeros años de vida, como el desarrollo del cerebro en el niño, las necesidades básicas que tienen que estar cubiertas y cómo debemos hacerlo, sus emociones más intensas y cómo podemos actuar ante ellas y sobre todo nuestro papel en el plano emocional de nuestros niños.

Taller Acompañamiento Emocional

Vamos a ver la importancia de esta educación en emoción, de la comprensión, la importancia de ponernos a su altura y en su lugar.

Si eres papá, mamá o profe, no puedes perdértelo.

Entre todos haremos de nuestros pequeños unos niños emocionales, seguros y exitosos gracias a nuestro apoyo y a nuestro vínculo seguro con ellos.

Si quieres cambiar la educación ven a vernos.

Infórmate en:

– blogmamimemima@gmail.com

– infoikigaifamily@gmail.com

– Teléfono 664 537 106

Plazas limitadas, con toda la seguridad y aforo permitido por la situación sanitaria.

¡Os esperamos!

Necesidades Fisiológicas de los Niños

“El objetivo principal de la educación es crear personas capaces de hacer cosas nuevas y no simplemente repetir lo que otras generaciones hicieron”

Jean Piaget

Todos los niños nacen con las mismas necesidades nazcan en un lugar o en otro, es luego la influencia de cada cultura lo que marca las diferencias entre unos bebés y otros, pero esas necesidades fisiológicas deben estar cubiertas siempre.

Estas necesidades fisiológicas son por supuesto el sueño y la alimentación, pero no son las únicas y, aunque parezca extraño, tampoco estas son las más importantes a tener en cuenta.

Según John Bowlby (1907-1990), los niños necesitan amor, cariño y afecto para sobrevivir, no solo alimentos y cuidados corporales, necesitan una base segura, una persona de referencia para crear un apego seguro.

Estas necesidades fisiológicas de los niños no deben ser ignoradas en ningún momento. Los bebés deben ser escuchados, comprendidos y atendidos en todo momento para crear ese vínculo y ese apego seguro. Los bebés no tienen que aprender a esperar porque no tienen conciencia del tiempo de espera, se les debe dar una respuesta adecuada cuando la piden.

Estas necesidades fisiológicas básicas que deben estar atendidas son:

  • SUEÑO: Descansar es algo voluntario, pero dormir no. No se puede enseñar a dormir a un bebé, el sueño es una necesidad instintiva. Cada etapa tiene unos patrones de sueño que se van modificando en función de las necesidades del organismo, no podemos alterar el sueño de los niños, lo que debemos hacer es entenderlo y respetarlo. Tanto la lactancia materna como el colecho tienen grandes beneficios para el sueño del bebé. La lactancia contiene sustancias que favorecen el sueño y el colecho favorece ya que en cada cambio de ciclo de sueño el bebé se despierta y si está al lado de mamá no le va a costar volver a dormir. El colecho, visto desde una visión antropológica dice que el sueño en compañía es lo más adecuado, favorece la disminución del riesgo de muerte súbita y ese sueño además se va a hacer en sincronía con el del adulto.
  • ALIMENTACIÓN: Debe ser a demanda, sin obligación. Solo en occidente la lactancia dura menos de un año. Debemos ser conscientes de la importancia de lactancia materna, de sus beneficios e intentar pedir ayuda e información cuando lo necesitemos. La alimentación complementaria también debe introducirse de manera respetuosa, de manera tranquila y acompañada, respetando a los niños y siempre con esa base de leche materna.
  • TACTO Y CONTACTO: Al nacer los bebés necesitan una fuente calor externa, la mamá, el contacto piel con piel. Nuestra especie es la que más tiempo necesita en relación al contacto, la piel es el primer medio de comunicación que van a tener. Tronas, cunas o hamacas están pensadas para que no necesiten el contacto del adulto aunque este contacto sea una necesidad básica del bebé. El contacto físico desciende la ansiedad, la frecuencia cardíaca, la actividad, el cortisol, la noradrenalina, estimula el sistema inmunitario y las endorfinas. Somos la única especie que mama cara a cara. Es esencial para la comunicación las raíces afectivas. El tacto lo necesitan para sentirse seguros ya que a través de él reciben información de si son queridos, favorece que se sientan más seguros y tranquilos y les proporciona mayor autonomía cuando llega el momento. Privar de la necesidad de tacto va a causar estrés, cortisol y llanto.

Además de estas necesidades fisiológicas tan importantes, también debemos tener en cuenta otras no menos importantes:

  • NECESIDADES AFECTIVAS: Atender correctamente las necesidades favorece a la creación del vínculo seguro. Estar disponibles para ellos, no dejarles llorar, cogerles en brazos, hablarles de forma respetuosa, a su altura, mirándoles a los ojos, empatizar con sus sentimientos, con sus emociones, abrazar, demostrar amor incondicional pase lo que pase, no chantajear o etiquetar. Todo esto es básico para la creación de ese apego y ese vínculo seguro tan importante para su desarrollo y para toda su vida.
  • NECESIDADES DE ATENCIÓN: Una necesidad muy cuestionada. Los niños necesitan atención, sentirse queridos, mirados, hay leer sus verdaderas necesidades que van cambiando con el tiempo. Esta necesidad no hay que verla desde una visión adultista, no hay que ver que el niño no para, que no se está quieto, que cuando hay más gente se vuelve más activo como un problema del niño, al revés, hay que verlo como parte de su desarrollo y como algo normal en el pequeño. Los niños tienen una gran necesidad de atención y de hacer cosas para llamar constantemente nuestra atención ya que somos nosotros sus figuras de apego y de seguridad.
  • LLANTO: Es una forma de comunicar que hay un desajuste, un desequilibrio. No existe llorar por nada, cuando hay un llanto hay una necesidad. Los adultos estamos genéticamente preparados para atender el llanto, por eso nunca jamás se debe ignorar. Cuando  hay un llanto prolongado se produce un exceso de cortisol en sangre y los niños no pueden enfrentarse solos a ese estrés. El llanto prolongado puede afectar a la memoria, atención, emoción, predispone a la ansiedad y a los trastornos depresivos. Cuando se ignorar las señales de forma recurrente, los niños dejan de pedirlas porque por mucho que se pidan no se les hace caso. No es lo mismo dejar de pedir que dejar de necesitar. Llegará un momento en que los niños dejen de pedir las cosas porque ya no las necesitan, no necesitan esa atención constante del adulto, pero que dejen de pedir las cosas porque el adulto no les responde de manera adecuada, es muy peligroso para todo su desarrollo.

La educación y la atención en los tres primeros años es básica para el desarrollo de nuestros pequeños, somos su ejemplo a seguir, en nuestras manos está el futuro de estos niños, por eso es tan importante la educación en emoción, la atención plena en todas sus necesidades, los cuidados desde el embarazo y desde el minuto uno que están con nosotros, porque ellos dependen de nosotros.

Por la evolución, la pelvis de la mujer es más estrecha, pero la cabeza del bebé es más grande, por eso la gestación solo dura 40 semanas, pero luego existe la exterogestación, es decir, los siguientes 9 meses de vida del bebé tiene que estar con su mamá, con ese piel con piel, con esa lactancia a demanda, porque el bebé necesita que constantemente todas sus necesidades estén satisfechas para su óptimo desarrollo a todos los niveles y su creación del apego seguro.

Mucho ánimo familias, soy consciente de que el día a día muchas veces no es fácil, pero todo esto tiene una gran recompensa a largo plazo y no solo para vosotros como adultos, si no en la vida y en el futuro de vuestros hijos.

Espero haberos ayudado, recordar que podéis seguirme en Facebook Mami Me Mima blog, también en Instagram @mamimemimablog y si tenéis alguna consulta personal podéis escribirme al correo blogmamimemima@gmail.com y estaré encantada de ayudaros.

¡Muchas gracias familias!

Desarrollo de la identidad personal

“Lo que vemos cambia lo que sabemos. Lo que conocemos cambia lo que vemos”

Jean Piaget

¿Os acordais de la primera vez que vuestro bebé se refirió a sí mismo con su nombre? ¿O cuando se miró un día al espejo y se puso tan contento al verse a sí mismo?

Hoy os quiero hablar de algo muy importante en la vida de los pequeños, el desarrollo de su propia identidad. El autoconcepto es algo que se va a desarrollar poco a poco, a lo largo de los primeros años de vida y ligado al él, otros conceptos tan importantes como la autoestima, la identidad y la cognición social.

¿Cuándo empieza ese autorreconcepto del niño? Los bebés nacen sin un sentido del yo, todas las necesidades del niño las satisfacen las personas que están con él.

Durante los dos primeros meses ejercitan sus esquemas de reflejos y repiten las acciones placenteras que se centran en su cuerpo, comienzan a conocer sus facultades físicas.

Somos algo en el universo que existe con independencia de los demás, pero los más pequeños todavía no son plenamente conscientes de que el yo es una entidad estable en el tiempo.

Para saber a qué edad se reconocen a sí mismos, se ha realizado la prueba del colorete, aplicar un punto de colorete en la cara del niño y a continuación ponerle frente a un espejo  y ver su reacción:

  • De los 9 a 14 meses no se reconocen.
  • De los 15 a 17 meses empiezan los primeros signos de reconocimiento.
  • De los 18 a 24 meses ya existe un total reconocimiento.

Es entre los 18 y 24 meses cuando podemos afirmar que los niños internalizan los esquemas sensoriomotores para formar imágenes mentales, además, las experiencias sociales son muy importantes y una experiencia social básica que contribuye a la conciencia del yo es el APEGO (ya hemos hablado de la importancia del apego en otro post anterior).

El desarrollo del autoconcepto y la aparición de la conciencia de uno mismo como participante en la interacción social preparan el terreno para muchas competencias sociales y emocionales nuevas. Los niños que han alcanzado este hito se vuelven más sociales, les produce gran placer imitar las actividades de un compañero de juego e incluso cooperar con él para alcanzar metas compartidas.

Según Erikson, los niños de 2 – 3 años luchan por ser independientes y autónomos. Los de 4 – 5 años ya poseen un sentido de la autonomía, adquieren nuevas habilidades, logran importantes objetivos y se enorgullecen de sus logros.

Es una buena señal que los niños a estas edades se identifiquen y se definan a sí mismos en términos de sus actividades, ya que un concepto del yo basado en las actividades, refleja el sentido de iniciativa que necesitarán para enfrentarse a las numerosas enseñanzas nuevas que tienen que aprender en el colegio.

Cuando los adultos piensan sobre el yo, saben que es un yo público que los demás ven y yo privado que tiene un carácter interno, cuando los niños realizan esta distinción implica que poseen una teoría de la mente:

  • A los 18 meses demuestran cierta conciencia de los estados mentales propios y ajenos, con imitaciones de acciones por ejemplo.
  • A los 2 – 3 años son conscientes de que pueden saber cosas que los demás no saben y de que las personas no pueden observar sus pensamientos.
  • A los 3 – 4 años desarrollan una teoría de la mente de creencia – deseo, en la que reconocen, como los adultos, que las creencias y los deseos son estados mentales diferentes y que cada uno, o ambos, influyen en la conducta.

La teoría de la mente se da cuando somos capaces de comprender que las personas tienen estados mentales donde hay cosas internas que solo conocemos nosotros de nosotros mismos. Hay muchas experiencias sociales que promueven su desarrollo, como por ejemplo el juego de ficción, una actividad que induce a los niños a pensar sobre estados mentales.

A medida que los niños se desarrollan no sólo se comprenden a sí mismos construyendo autorretratos, sino que también empiezan a evaluar las cualidades que perciben en ellos, la autoestima.

Los niños con una autoestima elevada se sienten satisfechos con como son, reconocen sus cualidades y sus defectos. Los niños con baja autoestima tienen una idea menos favorable del yo.

Según la teoría de Bowlby, los niños que han establecido un apego seguro comenzarán muy pronto a evaluarse de forma positiva y favorable.

Entre los 4 y 7 años, las autoevaluaciones se centran en dos aspectos: se evalúan en términos de cuanto gustan a los demás (aceptación social) y de lo bien que creen realizar las tareas. Sus autoevaluaciones suelen ser positivas y no realistas.

A los 8 años evalúa sus competencias en tres campos, la competencia física, académica y aceptación social. Tanto el conocimiento de sí mismo como la autoestima dependen de la forma en que los demás perciben su conducta y reaccionan ante ella.

En la adolescencia, las percepciones de la valía personal se diferencian cada vez más y se centran en las relaciones interpersonales

Los padres desempeñan un papel fundamental a la hora de conformar la autoestima de su hijo. La sensibilidad de la crianza en la primera infancia influye en que los niños construyan modelos operativos del yo positivos o negativos.

Formar una identidad implica enfrentarse a muchas oposiciones importantes, el logro de la identidad no se alcanza hasta la adolescencia tardía, a partir de los 21 años, pero no es un rasgo estable, está sujeto a ajustes y modificaciones a lo largo de toda la vida, existen varias influencias para la formación de la identidad, como influencias cognitivas, influencias parentales, académicas y culturales.

También es importante conocer a los demás, ser apropiadamente social exige que interactuemos con otras personas:

  • Entre los 3 y 5 años, conocen el comportamiento de los iguales en situaciones diferentes.
  • Entre los 5 y 6 años, son más conscientes de las consistencias conductuales de los compañeros.
  • Entre los 7 y 16 años, confían cada vez más en las descripciones psicológicas a la hora de caracterizar a sus amigos y conocidos.

Como podéis observar, todo lleva un proceso lento, este proceso llega a madurar en adolescencia, así que queda mucho camino por recorrer junto a ellos, ayudándoles a formar un autoconcepto, una identidad, una autoestima fuerte y segura y todo esto se va a conseguir día a día al lado de vuestros pequeños, reforzando vuestro vínculo más profundo, desarrollando un apego seguro desde el momento en que nacen (o incluso en la tripita de mamá) hasta el último día con ellos.

Este patrón de apego, como veis, es muy importante para todo el desarrollo de vuestros hijos. No temáis a coger a vuestros hijos, a demostrarles todo vuestro amor incondicional, hacer una crianza con apego y en positivo y recogeréis los frutos de hijos exitosos y saludables emocionalmente hablando.

Espero que os haya gustado y emocionado tanto como a mí. La crianza no es fácil, pero merece la pena.

Os recuerdo que también estoy en Facebook Mami Me Mima blog y en Instagram @mamimemimablog

La importancia del Apego

«Confiar en ti mismo no garantiza el éxito, pero no hacerlo garantiza el fracaso» Albert Bandura

Posiblemente habréis escuchado muchas veces la palabara Apego y la importancia de crear un Apego seguro con vuestros hijo, pero ¿Qué es el Apego? ¿Realmente hay que otorgarle esa importancia? Voy a intentar indagar en lo más profundo de esta palabra y así podréis decidir vosotros mismos como mamis y papis si os gusta o no.

El Apego, es un conjunto de vínculos afectivos entre personas que tienen el objetivo de propocionar proximidad para conseguir seguridad y protección en cualquier situación o contexto que puedan resultar amenazante (John Bowlby). Estos vínculos se modifican con el tiempo dando lugar a cuatro fases en el desarrollo del apego:

FASE 1: SENSIBILIDAD SOCIAL INDISCRIMINADA: Hasta los 2 meses. Pre-apego. De esta fase dependerá el desarrollo del apego en fases posteriores. Está vinculada a las necesidades de supervivencia y seguridad y a su capacidad innata para llamar la atención del cuidador. El recién nacido no mostrará preferencias por ninguna figura de apego, sino que aceptará el cuidado de los adultos que le rodean. En esta fase se establecen las condiciones necesarias para la formación del vínculo de apego. Los adultos permanecen cerca para satisfacer las necesidades del bebé.

FASE 2: SENSIBILIDAD SOCIAL DISCRIMINADA: Entre los 2 – 7 meses. Coincidiendo con el desarrollo visual, el niño comienza a distinguir lo que le rodea y a las personas conocidas. Comenzará a mostrar un mayor interés por los cuidadores primarios, pero no rechaza el contacto con otros adultos, pero todavía no se puede hablar de vinculación afectiva.

FASE 3: APEGO DEFINIDO: Entre los 7 – 14 meses. Se empiezan a desarrollar apegos específicos, el niño muestra mayor vinculación con determinadas figuras de apego y comienza el rechazo por el cuidado por parte de otros adultos. El desarrollo motor marca una diferencia, permite al niño buscar de forma activa el contacto con las figuras de apego. Las interacciones están marcadas por el llamado «egocentrismo» del niño, que todavía no tiene la capacidad de comprender las interacciones y necesidades de la figura de apego y no es capaz de acomodar su comportamiento a las exigencias de los adultos.

FASE 4: FORMACIÓN DE LA RELACIÓN RECÍPROCA: A partir de los 2 años. La reducción de egocentrismo y la superación del mismo hace que el niño sea consciente de los sentimientos, metas e intenciones de los demás. El desarrollo del lenguaje es vital para ir provocando una regulación externa e interna del comportamiento. Aquí se puede empezar a hablar de una relación recíproca entre ambas partes.

Existen tipos de apego, para identificarlos Mary Ainsworth, pionera en la teoría del apego, ideó la situación extraña, que permitía observar las reacciones del niño en situaciones de interacción con el cuidador y la ausencia de figuras adultas. A través de esta técnica, se ha identificado 4 patrones de apego:

PATRÓN DE APEGO SEGURO: Se caracteriza por la capacidad del niño para utilizar la figura de apego como una base segura para explorar entornos desconocidos de forma activa, independiente, pero manteniendo un contacto visual con el cuidador. Ante la desaparición de las figuras de apego, el niño puede protestar pero el reencuentro es positivo y anula cualquier sentimiento negativo. Este tipo de patrón facilita el desarrollo psicológico y social del niño, favoreciendo el establecimiento de modelos de interacción positivos que podrán extenderse más allá de los cuidadores principales. El apego seguro redunda positivamente en el autoconcepto, la autonomía, la autoeficacia y la empatía, además de en la capacidad de iniciar y mantener relaciones interpersonales. Se consigue cuando las necesidades del niño están cubiertas y atendidas, el cuidador es sensible a estas necesidades y las atiende con regularidad.

PATRÓN DE APEGO INSEGURO/HUIDIZO: Propio de los niños que tienen una capacidad explorativa activa y totalmente independiente, dado que ignoran a los cuidadores e incluso evitan la proximidad y el contacto con ellos. No muestran interés ante la separación de la figura de apego, el reencuentro resulta indiferente e incluso tienden a evitar tanto el contacto físico como visual con sus cuidadores.

PATRÓN DE APEGO INSEGURO RESISTENTE/AMBIVALENTE: Se caracteriza por una baja capacidad exploratoria y un alto nivel de ansiedad. Los niños suelen aferrarse a la figura de apego, aunque también muestran resistencia a la proximidad. Exhiben angustia en la separación, además son muy difíciles de consolar en el reencuentro.

PATRÓN DE APEGO INSEGURO DESORGANIZADO/DESORIENTADO: Propio de niños que en situaciones de separación se encuentran aturdidos, confundidos, presentan temor hacia las figuras de apego, aunque en situaciones novedosas buscan su protección. Se caracteriza por mostrar patrones extraños huidizos y resistentes y manifestación de miedos hacia la figura de apego. Estos patrones están relacionados con problemas de adaptación social, trastornos de conducta, agresión, conducta antisocial y conductas delictivas.

Por medio de las conductas de apego, el recién nacido atrae a los adultos incitándoles a la interacción, esto contribuye la base para la formación del apego. A través de conductas como la sonrisa, las vocalizaciones, los balbuceos, el seguimiento visual, el llanto, etc los bebés indican a sus cuidadores cuándo y cómo deben relacionarse con ellos y cuáles son sus necesidades inmediatas.

Este primer vínculo que se establece entre el bebé y su mamá va a tener una gran influencia en los sucesivos patrones de relación que se van a ir forjando con otras personas a lo largo de la vida. Este vínculo es el resultado de la interacción entre ambos (mamá y bebé) a través de un conjunto de pautas de conducta específicas que tienen lugar en el entorno natural durante los primeros meses de vida.

El bebé nace inmaduro, su desarrollo es bastante lento y el vínculo de apego tarda en desarrollarse, va tomando conciencia de la figura materna muy lentamente y solo cuando adquiere la movilidad autónoma establece un vínculo de apego con ella y busca su proximidad activamente. Durante los primeros meses, es la madre la que se muestra más activa en la búsqueda de la proximidad.

El sistema de apego tiene la función de dar seguridad en el desarrollo a través de la proximidad. Dura toda la vida, aunque la forma de demostrarlo va cambiando y las personas a las que se demuestra también va cambiando.

El apego es un vínculo de confianza indispensable para todo el desarrollo del niño, incluyendo el desarrollo de su personalidad. Es vital el cuidado de las figuras cercanas al bebé para que se pueda desarrollar este vínculo que va a influir en toda su vida y en todas sus relaciones.

Como podéis comprobar, mamis y papis, crear un apego seguro con vuestro hijo es vital para su futuro, para ello debéis atender correctamente todas sus demandas, hay que poner límites, pero también hay que estar ahí, ser cercanos y empáticos, ayudarles a descubrir el mundo que les rodea, lo que no significa hacerlo todo por ellos. Hay que darles libertad, pero manteneros cerca siempre. El apego es fundamental para el desarrollo integral del bebé, crear este apego seguro va a marcar todo el futuro de vuestro hijo, no dejéis que nadie os diga esto o lo otro, como padres es esencial que os sintáis bien y a gusto con la crianza de vuestros hijos, porque nadie mejor que vosotros conoce a vuestros hijos y sus necesidades. Eso sí, utilizar la coherencia y tener presente la poca conciliación laboral y familiar que existe, por desgracia.

Cada paso que deis con vuestro bebé va a ser decisivo para la persona que será en un futuro.

Coger, disfrutar y jugar con vuestro hijo, que todos estos momentos son únicos y no vuelven.

Espero haberos ayudado, mucho ánimo a todos en esta dura tarea que es la crianza.