«Confiar en ti mismo no garantiza el éxito, pero no hacerlo garantiza el fracaso» Albert Bandura
Posiblemente habréis escuchado muchas veces la palabara Apego y la importancia de crear un Apego seguro con vuestros hijo, pero ¿Qué es el Apego? ¿Realmente hay que otorgarle esa importancia? Voy a intentar indagar en lo más profundo de esta palabra y así podréis decidir vosotros mismos como mamis y papis si os gusta o no.
El Apego, es un conjunto de vínculos afectivos entre personas que tienen el objetivo de propocionar proximidad para conseguir seguridad y protección en cualquier situación o contexto que puedan resultar amenazante (John Bowlby). Estos vínculos se modifican con el tiempo dando lugar a cuatro fases en el desarrollo del apego:
FASE 1: SENSIBILIDAD SOCIAL INDISCRIMINADA: Hasta los 2 meses. Pre-apego. De esta fase dependerá el desarrollo del apego en fases posteriores. Está vinculada a las necesidades de supervivencia y seguridad y a su capacidad innata para llamar la atención del cuidador. El recién nacido no mostrará preferencias por ninguna figura de apego, sino que aceptará el cuidado de los adultos que le rodean. En esta fase se establecen las condiciones necesarias para la formación del vínculo de apego. Los adultos permanecen cerca para satisfacer las necesidades del bebé.
FASE 2: SENSIBILIDAD SOCIAL DISCRIMINADA: Entre los 2 – 7 meses. Coincidiendo con el desarrollo visual, el niño comienza a distinguir lo que le rodea y a las personas conocidas. Comenzará a mostrar un mayor interés por los cuidadores primarios, pero no rechaza el contacto con otros adultos, pero todavía no se puede hablar de vinculación afectiva.
FASE 3: APEGO DEFINIDO: Entre los 7 – 14 meses. Se empiezan a desarrollar apegos específicos, el niño muestra mayor vinculación con determinadas figuras de apego y comienza el rechazo por el cuidado por parte de otros adultos. El desarrollo motor marca una diferencia, permite al niño buscar de forma activa el contacto con las figuras de apego. Las interacciones están marcadas por el llamado «egocentrismo» del niño, que todavía no tiene la capacidad de comprender las interacciones y necesidades de la figura de apego y no es capaz de acomodar su comportamiento a las exigencias de los adultos.
FASE 4: FORMACIÓN DE LA RELACIÓN RECÍPROCA: A partir de los 2 años. La reducción de egocentrismo y la superación del mismo hace que el niño sea consciente de los sentimientos, metas e intenciones de los demás. El desarrollo del lenguaje es vital para ir provocando una regulación externa e interna del comportamiento. Aquí se puede empezar a hablar de una relación recíproca entre ambas partes.
Existen tipos de apego, para identificarlos Mary Ainsworth, pionera en la teoría del apego, ideó la situación extraña, que permitía observar las reacciones del niño en situaciones de interacción con el cuidador y la ausencia de figuras adultas. A través de esta técnica, se ha identificado 4 patrones de apego:
PATRÓN DE APEGO SEGURO: Se caracteriza por la capacidad del niño para utilizar la figura de apego como una base segura para explorar entornos desconocidos de forma activa, independiente, pero manteniendo un contacto visual con el cuidador. Ante la desaparición de las figuras de apego, el niño puede protestar pero el reencuentro es positivo y anula cualquier sentimiento negativo. Este tipo de patrón facilita el desarrollo psicológico y social del niño, favoreciendo el establecimiento de modelos de interacción positivos que podrán extenderse más allá de los cuidadores principales. El apego seguro redunda positivamente en el autoconcepto, la autonomía, la autoeficacia y la empatía, además de en la capacidad de iniciar y mantener relaciones interpersonales. Se consigue cuando las necesidades del niño están cubiertas y atendidas, el cuidador es sensible a estas necesidades y las atiende con regularidad.
PATRÓN DE APEGO INSEGURO/HUIDIZO: Propio de los niños que tienen una capacidad explorativa activa y totalmente independiente, dado que ignoran a los cuidadores e incluso evitan la proximidad y el contacto con ellos. No muestran interés ante la separación de la figura de apego, el reencuentro resulta indiferente e incluso tienden a evitar tanto el contacto físico como visual con sus cuidadores.
PATRÓN DE APEGO INSEGURO RESISTENTE/AMBIVALENTE: Se caracteriza por una baja capacidad exploratoria y un alto nivel de ansiedad. Los niños suelen aferrarse a la figura de apego, aunque también muestran resistencia a la proximidad. Exhiben angustia en la separación, además son muy difíciles de consolar en el reencuentro.
PATRÓN DE APEGO INSEGURO DESORGANIZADO/DESORIENTADO: Propio de niños que en situaciones de separación se encuentran aturdidos, confundidos, presentan temor hacia las figuras de apego, aunque en situaciones novedosas buscan su protección. Se caracteriza por mostrar patrones extraños huidizos y resistentes y manifestación de miedos hacia la figura de apego. Estos patrones están relacionados con problemas de adaptación social, trastornos de conducta, agresión, conducta antisocial y conductas delictivas.
Por medio de las conductas de apego, el recién nacido atrae a los adultos incitándoles a la interacción, esto contribuye la base para la formación del apego. A través de conductas como la sonrisa, las vocalizaciones, los balbuceos, el seguimiento visual, el llanto, etc los bebés indican a sus cuidadores cuándo y cómo deben relacionarse con ellos y cuáles son sus necesidades inmediatas.
Este primer vínculo que se establece entre el bebé y su mamá va a tener una gran influencia en los sucesivos patrones de relación que se van a ir forjando con otras personas a lo largo de la vida. Este vínculo es el resultado de la interacción entre ambos (mamá y bebé) a través de un conjunto de pautas de conducta específicas que tienen lugar en el entorno natural durante los primeros meses de vida.
El bebé nace inmaduro, su desarrollo es bastante lento y el vínculo de apego tarda en desarrollarse, va tomando conciencia de la figura materna muy lentamente y solo cuando adquiere la movilidad autónoma establece un vínculo de apego con ella y busca su proximidad activamente. Durante los primeros meses, es la madre la que se muestra más activa en la búsqueda de la proximidad.
El sistema de apego tiene la función de dar seguridad en el desarrollo a través de la proximidad. Dura toda la vida, aunque la forma de demostrarlo va cambiando y las personas a las que se demuestra también va cambiando.
El apego es un vínculo de confianza indispensable para todo el desarrollo del niño, incluyendo el desarrollo de su personalidad. Es vital el cuidado de las figuras cercanas al bebé para que se pueda desarrollar este vínculo que va a influir en toda su vida y en todas sus relaciones.
Como podéis comprobar, mamis y papis, crear un apego seguro con vuestro hijo es vital para su futuro, para ello debéis atender correctamente todas sus demandas, hay que poner límites, pero también hay que estar ahí, ser cercanos y empáticos, ayudarles a descubrir el mundo que les rodea, lo que no significa hacerlo todo por ellos. Hay que darles libertad, pero manteneros cerca siempre. El apego es fundamental para el desarrollo integral del bebé, crear este apego seguro va a marcar todo el futuro de vuestro hijo, no dejéis que nadie os diga esto o lo otro, como padres es esencial que os sintáis bien y a gusto con la crianza de vuestros hijos, porque nadie mejor que vosotros conoce a vuestros hijos y sus necesidades. Eso sí, utilizar la coherencia y tener presente la poca conciliación laboral y familiar que existe, por desgracia.
Cada paso que deis con vuestro bebé va a ser decisivo para la persona que será en un futuro.
Coger, disfrutar y jugar con vuestro hijo, que todos estos momentos son únicos y no vuelven.
Espero haberos ayudado, mucho ánimo a todos en esta dura tarea que es la crianza.