Dino World Madrid

“Lo que me propongo es animar a mis hijos a levantar el vuelo para dejarles escoger la ruta. En vez de meterlos en calzador en mi plan maestro, disfrutar averiguando quiénes son a medida que crecen”


Carl Honoré

Como ya os adelanté, ayer tuvimos un planazo en familia muy especial.

Hace unos días, bicheando por redes, vi que había una exposición de Dinosaurios en Madrid, concretamente en IFEMA

Se lo comenté a Súper Papá y no dudamos en comprar entradas para llevar a la Pequeño Caballero, que como sabéis es un gran fan de los dinos.

Ya el domingo se levantó nervioso, nos decía:

  • ¿Vamos a Dinos?

No paraba de preguntar si eran de verdad, si hacían algo, si eran sus amigos.

Su cara y su expresión eran de máxima emoción.

Durante los escasos 15 minutos en coche hasta llegar a la exposición no paró de preguntar si ya estábamos allí y qué íbamos a ver exactamente.

Creo que al final nos contagió su inmensa emoción porque realmente llegamos los tres nerviosos.

Nada más llegar al recinto, nos reciben unos exploradores, que nos explican que podemos descargamos un audioguía y que tenemos que seguir el mapa que nos dan.

Además, en ese mapa hay algunas preguntas que tenemos que ir contestando a lo largo de la visita y si las conseguimos contestar todas, nos pondrán un sello de explorador al final del recorrido.

Nosotros nos descargamos la aplicación y el audioguía, pero sinceramente, con un niño tan pequeño a penas escuchamos nada…

Además, con todo lo que sabe el Pequeño sobre dinosaurios… ¿Quién necesita audioguía?

La exposición en sí, reconozco que fue una pasada, nos encantó, están los dinos más comunes y representativos y seguro que, aunque no seas un experto, casi todos te van a sonar.

Súper Papá echó de menos el Velociraptor por decir alguno que faltara… Pero en general, bastantes dinos, chulos, muy conseguidos.

Un ambiente muy chulo, oscuro, con mucha vegetación, un repaso a dinosaurios grandes y pequeños.

Allí estaban algunos de nuestros favoritos, como el Carnotaurio, TRex, Triceratops, Anquilosaurio, Teranodon, Paquicefalosaurio…

En fin… un montón de ellos, que se movían y rugían.

El Pequeño no cabía en sí de la emoción, saludaba a todos, quería meterse con ellos y tocarlos y si le dejamos ¡hasta llevarlos a casa!

Todo emoción y felicidad.

Hacia la mitad de la exposición hay una pequeña sala de cine donde proyectan un documental sobre dinosaurios.

Todavía no hemos ido al cine con el Pequeño Caballero, pero después de verle ayer ahí, seguro que nos animamos próximamente a llevarle.

Al finalizar todo el recorrido de los dinosaurios, llegas a una zona de juego, donde hay una sala de realidad virtual (no incluida en el precio de la entrada) nosotros no pasamos porque el Peque todavía es muy peque para ello, pero seguro que merece la pena.

También hay una zona para colorear y otra zona donde hacerte fotos con unos huevos de dinosaurios y con unos TRex en una pantalla ¡Le encantó claro!

La visita termina, por supuesto, en la tienda de regalos, donde además te sellan el mapa con las preguntas que has ido contestado a lo largo de la visita, y bueno, nuestro Pequeño Caballero además se llevó un Triceratops de recuerdo.

La visita tiene una duración de más o menos una hora, y de verdad, salimos los tres encantados de ella, emocionados de ver tantos dinosaurios.

Si a vuestros peques también les gustan los dinos, os recomiendo la visita, os va a encantar a toda la familia.

Las entradas las podéis comprar por internet en www.dinoworlexpo.com

Tienen un montón de horarios y el espacio adecuado para que no se produzcan aglomeraciones.

Si vais… ¡Me contáis que tal vuestra experiencia!

Y recordar…

Nos vemos en redes, en Facebook Mami Me Mima blog y en Instagram @mamimemimablog

Y si tenéis dudas o consultas sobre crianza… Hablamos siempre en el correo blogmamimemima@gmail.com

¡Gracias Familias! Y ¡Feliz Crianza!

Anuncio publicitario

Te Quiero Siempre

“Cada palabra tiene consecuencias, cada silencio también”

El Principito

Te quiero siempre

Te quiero cuando amanece y me miras con ojos de sueño

Te quiero cuando me sonríes casi sin verme

Te quiero cuando me abrazas

Te quiero cuando me das el primer beso del día

Te quiero siempre

Te quiero cuando tuerces el morro

Te quiero cuando gruñes

Te quiero cuando te enfadas

Te quiero cuando me enfado

Te quiero siempre

Te quiero cuando hablamos

Te quiero cuando conectamos

Te quiero cuando jugamos

Te quiero cuando ríes de felicidad

Te quiero siempre

Te quiero cuando recoges

Te quiero cuando no recoges

Te quiero cuando te entusiasmas

Te quiero cuando todo salta por los aires

Te quiero siempre

Te quiero cuando todo fluye

Te quiero cuando todo se complica

Te quiero cuando gritas

Te quiero cuando grito

Te quiero siempre

Te quiero cuando no puedes más

Te quiero cuando no puedo más

Te quiero cuando te consuelo

Te quiero cuando me consuelas

Te quiero siempre

Te quiero cuando dices sí

Te quiero cuando dices no

Te quiero cuando digo sí

Te quiero cuando digo no

Te quiero siempre

Te quiero cuando estás tranquilo

Te quiero cuando estás jugando

Te quiero cuando estás leyendo

Te quiero cuando estás en la bañera

Te quiero siempre

Te quiero cuando los nervios afloran

Te quiero cuando no puedo atenderte

Te quiero cuando te miro

Te quiero cuando vamos de la mano

Te quiero siempre

Aunque a veces no sea fácil

Aunque a veces nos cueste un poco de trabajo

Aunque a veces parezca increíble

Aunque a veces parezca sencillo

Seguro que te has acordado de muchas situaciones mientras leías tantos te quiero, quizá te hayas sentido identificado o identificada en algún momento, quizá te haya costado decir ese te quiero en algunas situaciones, pero en otras te ha salido casi sin pensarlo.

En estos días de vacaciones los sentimientos, las emociones y las situaciones están más a flor de piel que de costumbre, seguro que las rutinas no se están cumpliendo tan a raja tabla, seguro que hay más desmadre e incluso más desconexión.

Cuando veas que esto sucede, para, tómate unos segundos o unos minutos, respira, conecta con tu mente, con tu cuerpo y vuelve a conectar así con tu hijo.

Agáchate, mírale, abrázale, pero, sobre todo, quiérele siempre, en cualquier situación y lo más importante, házselo saber siempre.

Nuestro momento de mayor conexión es la hora de dormir, cuando repasamos todo lo que hemos hecho, vivido y sentido a lo largo del día y es ahí donde le vuelvo a decir lo mucho que le quiero, siempre y en cualquier circunstancia siempre le quiero.

Parar, observar, escuchar.

Tenemos muchos momentos en el día a día con nuestros pequeños que nos permiten conectar, que nos permiten estar más unidos a ellos, que nos permiten demostrarles lo importantes que son para nosotros.

Somos nosotros como padres y madres quienes tenemos la responsabilidad, a diario, de demostrar amor incondicional a nuestros hijos, tenemos la responsabilidad de ser un ejemplo para ellos, de ser la mejor versión de nosotros mismos.

Y tú ¿Cómo te sientes con tus pequeños o pequeñas? ¿Te sientes desconectado o desconectada? ¿Sientes que no demuestras ese amor incondicional en todas las situaciones que se plantean en el día a día? ¿Te sientes incluso desconectado o desconectada de ti mismo o misma?

Te abrazo, es normal, todos y todas nos hemos sentido así a lo largo del camino de la maternidad y la paternidad.

Pero os digo que no estáis solos.

El cambio de mirada, el cambio de educación, el cambio hacia una crianza basada en el respeto a la infancia no es fácil.

Si necesitas que te acompañe en este camino, no dudes en escribirme a blogmamimemima@gmail.com

Si necesitas talleres específicos de Crianza Respetuosa te informo sobre ellos.

Si necesitas apoyo específico para ti y tu familia también dispongo de Asesoramientos Personalizados.

Este camino nunca será el camino fácil, pero ten claro que siempre será el camino correcto para ti y tu familia.

Con amor,

Ana

¡Gracias Familias! Y ¡Feliz Crianza!