“La base de toda literatura reside en el placer que alguien obtiene leyendo lo que otro ha escrito”
Andrés Amorós
La literatura tiene que ser ante todo, un placer.
La literatura infantil tiene una gran trayectoria, de sobra son conocidos los cuentos clásicos de los hermanos Grimm por ejemplo o fábulas como Los tres cerditos.
Pero, ¿qué necesita una obra infantil para que la elijamos para nuestros pequeños?
- La existencia de un mensaje adaptado a la edad del niño.
- Un lenguaje enriquecedor, nunca limitador.
- No puede darse un supuesto “lenguaje para niños”.
- Tiene que tener posibilidades de recreación imaginaria.
- Y posibilidades de identificación y autenticidad.
- Debe utilizar una técnica sencilla y concreta.
Y qué nos puede ofrecer la literatura para nuestros pequeños para que sea tan importante en su día a día:
- Un afianzamiento de su personalidad.
- La ampliación de la visión de su mundo.
- Un acercamiento a sus problemas y a su posible solución.
- Una identificación, apreciación y valoración de las actitudes de los demás y las de él mismo.
- Es un gran estímulo para el desarrollo del lenguaje.
- Además, los niños son los herederos de esta literatura, de su conservación y su posterior divulgación a las próximas generaciones.
Valores educativos que nos aporta la narración en los niños:
- El contacto con la literatura desarrolla hábitos lectores.
- Un dominio de repertorios, temas y situaciones.
- Una buena relación con la literatura escrita.
- Una adecuación de los recursos expresivos.
- Un buen dominio gestual.
- Capacidad de improvisación y adaptación a diferentes situaciones.
La hora del cuento los primeros años es de vital importancia, ya que es un atractivo indiscutible para todos los niños y es una fuente de disfrute y ampliación de experiencias.
Y ¿qué podemos hacer nosotros como adultos para inculcar este amor por la literatura?
- Ser un ejemplo para ellos, que te vean con libros, leer juntos, que vean que los adultos que rodean a los niños están en contacto con libros.
- Incluir una rutina lectora en el día a día del niño. Que ellos sepan que todos los días van a tener un momento de lectura con sus padres.
- Hacer planes, como por ejemplo ir a la biblioteca, donde además van a tener la responsabilidad de cuidar ese libro que le van a prestar.
- Tener los cuentos a su alcance, que ellos puedan cogerlos, elegir el que le apetece leer en ese momento y luego poder dejarlo en su sitio sin ayuda.
- Tener un espacio tranquilo para disfrutar de la lectura, bien ellos solos cuando son más mayores o con nosotros y leer juntos.
Los cuentos van a ser una gran herramienta, tanto para que los propios niños puedan recrear situaciones vividas, como para que los adultos podamos recurrir a ellos para que nuestros hijos o alumnos nos cuenten, nos expresen sus sentimientos y sus emociones.
La literatura nos puede ser de gran ayuda para afrontar problemas o miedos normales a cada edad. No son una varita mágica, no van a solucionar un problema de miedo a la oscuridad por ejemplo, pero si pueden ayudar a los pequeños a expresarse y a estar más tranquilos.
¿A qué edad se puede empezar a leer a un niño? Pues realmente… ¡No hay edad! Se pueden leer desde que la mamá está embarazada. El bebé en la barriga ya nos escucha y se calma con nuestra voz, así que no es descabellado empezar a leerles.
Los primeros cuentos que pueden utilizar los peques son:
- Cuentos de tela, para que los puedan manipular y chupar.
- Cuentos de plástico, para la bañera.
- Cuentos de cartoné, para que los más peques puedan pasar las hojas gruesas y practiquen la pinza con sus dedos.
- También son muy bonitos los cuentos de marionetas, de sonidos, de olores o de texturas.
Cuando ya se han familiarizado con estos cuentos podemos pasar a:
- Cuentos clásicos.
- Cuentos acumulativos.
- Cuentos desplegables y plegables.
- Cuentos de solapas.
- Cuentos para las rutinas.
- Y lo más esencial… los cuentos cantados.
A partir de los tres años, la edad ya sabéis que es algo orientativo, ya podemos pasar al libro ilustrado. Aquí existen un montón de editoriales maravillosas y de libros preciosos que cada adulto puede elegir en base a los gustos de sus pequeños.
El objetivo de fomentar el gusto por la lectura y la literatura infantil no es que los niños empiecen a leer cuanto antes, si no precisamente eso, desarrollar ese amor por los libros desde la infancia.
En el próximo post os hablaré de todos estos tipos de cuentos y os pondré algunos ejemplos de cada uno con nuestros cuentos preferidos.
Espero haber despertado en vosotros el gusanillo de saber más sobre la literatura infantil.
Os animo a indagar e investigar sobre este maravilloso mundo, os va encantar y a sorprender a partes iguales.
¡Os espero en el próximo post! ¡Muchas gracias familias!
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