“Confiar en ti mismo no garantiza el éxito, pero no hacerlo garantiza el fracaso”
Albert Bandura
En el momento en el que vivimos es muy habitual encontrarnos con papis y mamis que quieren hablar en varios idiomas a sus peques y creo que es una idea maravillosa, ya que antes de nacer, el embrión es capaz de reconocer la prosodia del idioma de la madre.
El recién nacido puede discriminar entre distintas lenguas, no reconocen detalles fonéticos, si no la entonación y el ritmo de la lengua.
La estimulación ambiental monolingüe hace que se disminuyan las habilidades precoces, ya que los niños menores de 6 meses son políglotas en potencia.
La interacción madre-bebé aparece como el prototipo de todas las formas de intercambio. La madre interpreta las señales del niño y las traduce en palabras, va a cumplir el papel de espejo para su hijo, cuando emite un sonido el niño lo reproduce o cuando le enseña un gesto, iniciándose de esta manera el fenómeno comunicativo. Esto supone para el niño la posibilidad de comprender y ampliar su mundo de forma progresiva e ilimitada, el conocimiento del mundo y una universalización de la información que recibe.
El contexto y el momento de su aprendizaje, influye, de manera significativa, en el aprendizaje de las lenguas en el niño.
El pequeño puede aprender una lengua en su hogar y otra en el colegio o hablar en varias lenguas en casa. Todo esto determina su bilingüismo, la variabilidad en el ambiente puede dar:
- Contextos monolingües, impiden el desarrollo de distintas lenguas.
- Contextos multilingües, favorecen el desarrollo de distintas lenguas.
Dentro de los contextos multilingües existe:
- Bilingüismo simultáneo, donde se aprenden dos o más lenguas a la vez.
- Bilingüismo sucesivo, donde se aprenden las lenguas de forma sucesiva.
El bilingüismo a edades tempranas puede ser muy beneficioso para los niños, ya que durante los dos primeros años de vida, las neuronas son más sensibles y receptivas a las distintas pronunciaciones, además, las condiciones de interacción comunicativa de esta etapa son más favorables para la adquisición del lenguaje por las condiciones perceptivas y cognitivas.
Hay que tener en cuenta, eso sí, que el bilingüismo correcto es complejo de conseguir, se alcanza cuando los padres hablan en dos idiomas distintos de forma cotidiana.
Los niños tienen la necesidad de comunicarse y es en esta necesidad cuando utilizan palabras de los distintos idiomas, algunas veces de forma indistinta. Siendo así una demostración de su intención de hablar. Pero es muy importante que los adultos faciliten la palabra correcta al niño.
Los niños que a los tres años adquieren de manera progresiva otro idioma, tardan aproximadamente un año en conseguir un dominio similar a la lengua materna.
Algunas ventajas de la adquisición del bilingüismo son:
- Mayor proyección profesional.
- Mayores competencias lingüísticas.
- Menor egocentrismo en comprensión del lenguaje.
- Mayor empatía.
- Mayor motivación y sensibilización hacia la diversidad cultural y lingüística.
- Mayor capacidad cognitiva.
Estudios realizados con bebés de 6 meses confirman que son capaces de diferenciar la lengua materna de una segunda lengua, si la lengua materna es la de su madre, lo que demuestra que los niños pueden reconocer la entonación o el ritmo del habla, pero no los detalles fonéticos.
Las personas bilingües son más rápidas y eficientes en determinadas tareas en las que se utilizan funciones ejecutivas debido a una diferente forma del control cerebral, ya que utilizan el lóbulo frontal inferior izquierdo, el área de Broca, para responder a estímulos donde se realizan funciones ejecutivas, mientras que las personas monolingües utilizan la parte derecha para responder a estos estímulos.
En el área de Broca se produce la respuesta para cambiar de lengua, es la responsable del procesamiento del lenguaje realizando tareas relacionadas con la producción del habla y en el caso de las personas bilingües, del control de la lengua que utiliza.
Se podría decir, que las ventajas del bilingüismo van más allá de los aspectos lingüísticos, porque son más eficaces al responder a determinados estímulos. Además, hay que tener en cuenta la importancia de introducir las lenguas a edades tempranas porque produce beneficios cognitivos.
Existen evidencias de que la mejora en la función ejecutiva favorece a los procesos de atención que se dirigen a la planificación, favorece la resolución de problemas y favorece la realización de tareas que demandan inteligencia.
Los bilingües también realizan mejor tareas que no requieren inhibición, además tienen una gran capacidad para desenvolverse en el ambiente, ya que requiere mantener permanentemente en su cerebro cambios continuos.
Creo que queda muy claro lo beneficioso de hablar a los niños en dos idiomas y favorecer el bilingüismo desde la más temprana edad.
Espero que se os disipen las dudas que podríais tener sobre los beneficios o no de hablar al pequeño en varias lenguas y espero sobre todo poder haberos ayudado a tomar la mejor decisión para el desarrollo de vuestros hijos.