Qué bonito lo que venga

“Camina hacia el futuro, abriendo nuevas puertas y probando cosas nuevas, se curioso… porque nuestra curiosidad siempre nos conduce por nuevos caminos” Walt Disney

Hace unas semanas que no escribo y no es por estar ocupada, no tener tiempo o que no me apetezca, para nada…

Estas últimas semanas han sido duras, de reflexión y de cambios profundos en mí. Duras por la vuelta al trabajo, por estar lejos del Pequeño Caballero toda la semana; de reflexión porque sabía que se avecinaban cambios importantes y debía ir asimilándolos y de cambios precisamente por estas reflexiones vitales.

Hoy es un día muy importante en mi vida. No os voy a hablar de Montessori o de las crisis en los primeros años o de las rabietas… os voy a hablar de mí, de mis cambios, de mi corazón.

Como os decía, hoy es un día muy importante en mi vida, hoy es el día elegido para ser valiente y decir “hasta aquí” hoy es el día elegido para hacer mi propio camino, para hacer lo que realmente me hace feliz y lo que realmente quiero.

La vida está llena de oportunidades. Algunas veces no queremos verlas, otras nos da miedo claro que sí, pero otras de repente están tan claras que no puedes decir que no, no puedes mirar a otro lado porque realmente están ahí, cerquita de ti y no se quieren ir.

Siempre me he dicho a mí misma… lo que hagas… hazlo con pasión.

Tengo una profesión preciosa, excepcional diría yo. Dedicarse a los más pequeños creo que una de las cosas más bonitas y gratificantes que puede existir.

Pero yo he cambiado, mi mente ha cambiado… desde que nació mi Pequeño, mi mundo ya no es el mismo, mi sentido de la educación y la crianza ya no casa con lo tradicional, con lo que “se ha hecho toda la vida”.

Llevo tiempo formándome, leyendo, indagando en este mundo de la crianza respetuosa y tengo que decir que cada día me fascina más y más. Las emociones, la escucha y la observación, la empatía, pedagogías activas, todo en mi cabeza… Todo hasta que llega el día de hoy, el día de romper barreras, el día de decir basta, hasta aquí, en definitiva… el día en el que empiezo de cero.

No sé qué me deparará el futuro… no sé qué pasará, solo sé que ahora mismo estoy feliz de la decisión que he tomado, sé que es lo correcto, el corazón me dice que sí, que es mi momento y lo voy a disfrutar.

La vida no siempre nos lo pone fácil, son días extraños, llenos de incertidumbre, pero si no arriesgas, si no luchas por tu verdadera felicidad, por tus sueños… ¿Qué será de ti?

Esto es lo que llevo meses preguntándome… si realmente no lucho por mi vida y por mis sueño, ¿Qué ejemplo le estoy dando a mi Pequeño?

Ahora ya no se trata solo de mí, ahora también está él a mi lado y por él tengo que ser feliz, por él tengo que avanzar en mi vida y en mi felicidad.

Todo parece una gran locura, pero son precisamente esas grandes locuras las que llevan a algo verdaderamente bueno en la vida.

SúperPapá también está ahí pensando que soy una loca, pero no, ya no hay remedio y me quiere así de loca, así que hoy ha llegado a recogerme a mi último día de trabajo con la rosa de la foto. No le gustan las flores, dice que es una pérdida de dinero porque enseguida se marchitan, pero a mí me encantan y hoy ha llegado con ella y con su gran sonrisa en la que se podía leer “te apoyo en tus locuras”

Gracias SúperPapá por estar a mi lado.

Y esta es mi locura… dejar un trabajo que ha terminado por no hacerme feliz (y no por mis pequeños niños que son lo más maravilloso del mundo) y embarcarme a algo que todavía no está claro, que ojalá pueda ir contando por aquí poco a poco y que ojalá salga bien (en mi mente es perfecto claro)

Estoy feliz, con una gran sonrisa, pero a la vez nerviosa y asustada, todas las emociones dentro de mi luchando por salir a la vez, pasando de la risa al llanto casi al segundo ¿Alguna vez os habéis sentido así? Espero no ser la única loca.

Y lo dicho… ya os iré contando cositas de mi pequeño proyecto, ya os iré informando de todo nuevo que salga y lo más importante, intentaré disfrutarlo y hacerlo con pasión y amor, intentando que nadie empañe este momento tan especial que voy a empezar a vivir.

Muchas gracias familias.

Recordar que podéis seguirme en Facebook Mami Me Mima blog, también en Instagram @mamimemimablog y si tenéis alguna consulta personal podéis escribirme al correo blogmamimemima@gmail.com y estaré encantada de ayudaros.

Además, si os apetece contarme vuestra propia experiencia también estaré encantada de leeros.

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La Lactancia es Vida

“La lactancia no aprisiona, la lactancia conecta, llena y libera”

Rocío Ramírez

La OMS recomienda alimentar a los bebés de leche materna exclusiva hasta los 6 meses y a partir de los 6 meses empezaría la alimentación complementaria, pero siempre teniendo como base la leche materna hasta los 12 meses.

Cuanto más se alargue la lactancia, más beneficio tendrá para el niño.

La leche materna es más digestiva para ese estómago inmaduro del recién nacido, favoreciendo así su maduración estomacal, además, disminuye el riesgo de padecer caries y el síndrome de muerte súbita, reduce el riesgo de obesidad en el bebé y además, gracias a los anticuerpos que tiene, ayuda a su sistema inmunológico, protegiéndole de infecciones respiratorias, de oído y alergias.

La lactancia además es vínculo mamá y bebé, produce un efecto relajante en ambos. Las hembras humanas somos los únicos mamíferos que damos de mamar cara a cara, viendo y acariciando al bebé.

Para la mamá también tiene muchos beneficios, reduciendo el riesgo de depresión postparto, reduciendo el riesgo de anemia, previniendo el cáncer de mama y el riesgo de osteoporosis después de la menopausia, además de ayudar a adelgazar a partir del tercer mes de lactancia.

Es muy importante que el primer agarre del bebé al pecho sea correcto, ya que si se da un mal agarre, hay muchas probabilidades de un abandono precoz de la lactancia.

Los bebés saben mamar instintivamente, es lo que se llama el agarre espontaneo, por eso es tan importante hacer el piel con piel mamá y bebé nada más nacer, para que lo primero que tome el bebé sea el pecho de su mamá y así ayudar a realizar un buen enganche y con ello una buena y correcta lactancia.

Antes de la llamada “subida de la leche” se da el calostro. Este calostro es vital para los primeros días, ya que es muy fácil de digerir, ayuda a la expulsión del meconio (su primera caca), contiene unos niveles muy altos de anticuerpos, de vitaminas y de minerales. Incluso si el bebé es prematuro, este calostro se adapta a sus necesidades, siendo todavía mucho más fácil de digerir.

Las madres producen la cantidad exacta de leche que sus bebés necesitan, siempre van a tener leche, porque cuanto más maman los bebés, más leche van a producir, por eso es tan importante la lactancia a demanda.

La composición de la leche varía a lo largo de la toma, al principio es mucho más aguada y la grasa se va a encontrar al final de la toma, por eso es importante que el pecho quede vacío del todo antes de ofrecer el otro. Además, la leche se va adaptando a las necesidades de los bebés, a su crecimiento, incluso por las noches ayuda a dormir mejor.

Todas las leches son buenas, todas las leches alimentan, vamos a dejar a un lado esos mitos de “tu leche no alimenta” porque no son verdad. Solo un 1% de las mujeres no pueden producir leche, a este trastorno se le llama hipogalactia.

En la producción de leche intervienen dos hormonas:

  • PROLACTINA: Sube cuando se expulsa la placenta y es la encargada de la producción de la leche. Por la noche está más alta, lo que ayuda a dormir tanto al bebé como a la mamá.
  • OXITOCINA: Es una hormona más emocional. Ayuda a ese enamoramiento del bebé cuando nace y es la responsable de la eyección de la leche. Se puede activar con estímulos auditivos o visuales o incluso cuando la mamá habla de su bebé.

Para una buena lactancia, es muy importante la postura del bebé que debe estar pegado a la mamá con su cabeza recta, nunca debe tener el cuello torcido para mamar. Es importante cambiar la postura del bebé al mamar, así que además de esta postura clásica, también pueden estar mamá y bebé tumbados.

En cuanto al agarre, el bebé debe tener la boca muy abierta y enganchar tanto el pezón como buena parte de la areola, con los labios hacia afuera, y debemos ver como succiona, es decir, debemos ver un pequeño movimiento en la parte de la mandíbula y del oído.

La lactancia no debe ser dolorosa, debe ser un momento único, de amor, de vínculo. Es normal que las primeras semanas los pechos duelan, los pezones duelan y estén resecos, es normal que durante los primeros días el enganche duela, pero nada más.

Las grietas, heridas y mastitis se deben a un mal agarre del bebé o que le bebé no vacía del todo el pecho, por ello es tan importante estar bien informadas, acudir a la matrona para que corrija ese agarre o esa mala postura y rodearte de buenos apoyos que te ayuden a seguir con la lactancia.

La mejor manera de curar estas grietas, heridas y mastitis es que el bebé siga mamando, además de un cuidado básico por parte de la mamá, como es una buena higiene con un jabón neutro, una crema (especial de farmacia) para hidratar el pezón y mantener los pechos al aire el mayor tiempo posible.

Puede ser que la mamá en algún momento tenga que tomar alguna medicación, debemos saber que muchos medicamentos son totalmente compatibles con la lactancia materna y ahora mismo disponemos de un gran recurso que nos ayuda a saberlo 100%. Se trata de la página e-lactancia.org donde nos indican si ese medicamento es o no compatible.

Muchas dudas que nos surgen a las mamás cuando damos el pecho es si nuestro bebé está bien alimentado, ya que no podemos controlar la cantidad de leche que le damos o de repente nos pide de mamar cada poco tiempo o cada mucho o notamos los pechos más vacíos de lo habitual.

Si el bebé hace unos 6 o 7 pises al día, si está feliz, contento, duerme tranquilo, hace deposiciones y claro, si coge peso, es que la lactancia va perfectamente.

A medida que el bebé va creciendo, tarda menos en mamar, también puede pasar que el bebé mame más a menudo en verano simplemente porque tiene sed, esto nos ha pasado a todas las mamis y nos preocupamos por si algo no va bien o por si algo ha cambiado de repente, pero no, tranquilas, todo sigue bien.

La lactancia debe ser un momento único, de disfrute, de calma, de amor. Debemos vivirla así y para ella es fundamental tener toda la información precisa, consultar dudas con los profesionales que tenemos a nuestro alcance como matronas o el propio pediatra de nuestro bebé, además existen grupos de apoyo a la lactancia donde otras mamás pueden ayudarnos con sus propias experiencias.

En mi caso pude dar el pecho al Pequeño Caballero hasta los 7 meses, mi incorporación al trabajo fue tan traumática que se me cortó la leche a las pocas semanas, pero tengo que decir que fue una experiencia maravillosa en todos los sentidos.

Claro que en ocasiones es duro, es un momento nuevo, que por mucha información que tengas a tu alrededor nunca sabes si lo haces bien o no, por eso es tan importante tener esos apoyos y no escuchar eso de “¿otra vez al pecho?” o “tu leche no alimenta” o “con la leche de farmacia vas a estar mucho más tranquila”. Pues no, yo estaba muy tranquila con mi pequeño al pecho, no necesitaba biberones.

Mi hijo mamaba cada dos horas y recuerdo perfectamente esas caras a mi alrededor cada vez que me lo ponía al pecho, así que decidí seguir mi instinto y dar el pecho cada vez que él me lo pedía, así conseguimos una muy buena lactancia, un gran vínculo, un precioso momento que era solo nuestro.

Las primeras semanas fueron duras claro que sí, nadie te prepara para el parto, para el postparto, para esas hormonas revoloteando, para ese cansancio extremo y esa preocupación 24 horas por ese bebé tan chiquitito que ahora depende de ti. Pero poco a poco  nos fuimos conociendo, nos fuimos asentando, nos fuimos encontrando y nos fuimos enamorando y tengo que reconocer que dar el pecho a mi bebé es la mejor decisión que tomé. Tuve momentos malos, que me llegaba a creer que no tenía suficiente leche, pero luego le miraba, gordito, feliz, relajado y todo se esfumaba.

Mamis y futuras mamis, buscar esa información, ese apoyo, superar esas primeras semanas para luego la recompensa tan bonita que os espera, la lactancia es vida, le vais a dar a vuestros hijos lo mejor que tenéis por naturaleza.

Y si no puede ser, no pasa nada, no sois peores madres, porque siempre vais a querer lo mejor para vuestros hijos y siempre las decisiones que toméis serán las más acertadas para ellos, porque para eso es vuestro bebé y tú eres su mamá.

Espero haberos resuelto algunas dudas y recordar que también estoy en FACEBOOK Mami Me Mima blog, en INSTAGRAM @mamimemimablog y en el correo electrónico blogmamimemima@gmail.com